Storia del Universo en el Génesis
Enviado por icona_29 • 13 de Noviembre de 2014 • Informe • 869 Palabras (4 Páginas) • 254 Visitas
storia del Universo en el Génesis
Origen del Universo según se lee en el Génesis, en la Biblia
En los albores de la humanidad, el mundo perceptible estaba ceñido a los límites del horizonte; durante el día, bastante tenían los hombres primitivos con huir de los depredadores y buscar la subsistencia. Por las noches, tenían el espectáculo maravilloso de los cielos tachonados de estrellas. Nada sabemos de lo que pensaban, hasta que se inventó la escritura.
Sin embargo, las limitaciones de todo tipo hacían imposible cualquier desarrollo científico.
El documento escrito más conocido de los que hacen referencia al origen del Universo es el libro del Génesis (data de hace unos 3.000 años) con la extraordinaria descripción del origen del mundo y de la vida en la tierra. Es un texto religioso y como tal hay que tomarlo; dentro de su sencillez y claridad tiene puntos de coincidencias curiosas con lo que sabemos hoy en el siglo XXI.
En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
La tierra era soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo; pero el espíritu de Dios aleteaba por encima de las aguas.
Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de las tinieblas; y llamó Dios a la luz «día», y a las tinieblas la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero.
Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.»
E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento de las aguas de por encima de él.
Y llamó Dios al firmamento «cielo». Y atardeció y amaneció: día segundo.
Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo lugar, y aparezca lo seco»; y así fue.
Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mar»; y vio Dios que estaba bien. Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto conteniendo en ellos la simiente de su propia especie.» Y así fue.
La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla según sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro según sus especies; y vio Dios que estaba bien.
Y atardeció y amaneció: día tercero.
Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste, para separar el día de la noche, y sirvan de señales para distinguir las estaciones, los días y los años; y luzcan en el firmamento del cielo para iluminar la tierra.» Y así fue.
Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para regir el día, y el lucero pequeño para regir la noche, y las estrellas; y los puso Dios en el firmamento celeste para alumbrar la tierra, y para regir el día y la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien. Y atardeció y amaneció: día cuarto.
Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales
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