Teatro

Narrador 1: Un hombre tenía dos hijos: el menor de ellos dijo a su padre:

Hijo menor: Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.

Narrador 2: El padre repartió los bienes.

Narrador 1: No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, viajo a un país lejano, y allí se gasto toda su fortuna viviendo alocadamente.

Narrador 2: Cuando no le quedaba nada de dinero, vino por aquellas tierras un hambre terrible, y empezó a pasar necesidades.

Narrador 1: Entonces busco trabajo, y tras mucho buscar le mandaron a unos campos a cuidar cerdos.

Narrador 2: Tenía tanta hambre que le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos… y a él nadie le daba de comer.

Narrador 1: Pensó y pensó y dijo en voz alta:

Hijo menor: ¿Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre?

Me pondré en camino hacia la casa de mi padre, y le diré: Padre he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.

Narrador 2: Se puso en camino a la casa del padre: cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y echando a correr, se le echó al cuello, y se puso a besarlo.

Hijo menor: Padre he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.

Narrador 2: Pero el padre dijo a sus criados:

Padre: Sacad enseguida el mejor traje, y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo, celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado.

Narrador 1: Y empezaron el banquete.

Narrador 2: Cuando el hermano mayor volvió a casa aquella noche tras haber trabajado en los campos, se extraño mucho al oír el sonido de la música y las danzas. Y pregunto a uno de los hombres:

Hijo mayor: ¿Qué significa esto?

Narrador 1: El hermano mayor se enfadó muchísimo, y se negó a entrar en la casa.

Narrador 2: Cuando el padre se enteró del enfado salió a buscarle.

Hijo mayor: ¿Cómo puedes tratarme así? Yo, que he estado trabajando tanto durante estos años, no he recibido nada de ti. Y, en cambio, para mi hermano que se fue de casa y derrocho toda su fortuna, has hecho matar el mejor ternero.

Narrador 1: Y el padre le contestó:

Padre: Hijo mío, yo te quiero mucho y todo cuanto tengo te pertenece. Pero tu hermano se había perdido y ahora lo hemos encontrado y es justo que le perdonemos y queramos celebrarlo.

...