El internet de las cosas en la administración de operaciones (IoT)
Enviado por Alonso Marzal More • 8 de Mayo de 2024 • Documentos de Investigación • 6.056 Palabras (25 Páginas) • 29 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRIÓN
FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN[pic 1]
TEMA:
EL INTERNET DE LAS COSAS EN LA ADMINISTRACIÓN DE OPERACIONES (IoT)
CURSO:
ADMINISTRACIÓN DE OPERACIONES II
INTEGRANTES:
ASENCIOS AVILA, LUIS OMAR
COLLANTES ESTEBAN, MARIANA NAYELLI
KONG VENTOCILLA, JENNIFER ARIANA
MARZAL MORE, JUAN ALONSO
RAMIREZ IMÁN, CAMILA ADRIANA
TINEO RAMIREZ, ANDYJEANPIERE
DOCENTE:
PATRONI BAZALAR MANUEL ALBERTO
HUACHO – PERÚ
2024
INDICE
INTRODUCCIÓN 3
1. DEFINICIÓN Y CONCEPTOS BÁSICOS DEL IOT 4
HISTORIA Y EVOLUCIÓN. 4
APLICACIÓN DEL IOT EN DIFERENTES SECTORES 7
2. APLICACIÓN DEL IOT EN LA ADMINISTRACIÓN DE OPERACIONES 9
3. BENEFICIOS Y DESAFÍOS DEL IOT EN LA ADMINISTRACIÓN DE OPERACIONES 16
DESAFÍOS DEL IOT EN LA ADMINISTRACIÓN DE OPERACIONES 17
MEJORA EN LA EFICIENCIA OPERATIVA Y REDUCCIÓN DE COSTOS EN LA IOT 18
4. CASOS DE EXITO EN LA IMPLEMENTACION DEL IOT 19
5. TENDENCIAS FUTURAS DEL IOT EN LA ADMINISTRACIÓN DE OPERACIONES 22
AVANCES TECNOLÓGICOS Y SU IMPACTO EN LA GESTIÓN OPERATIVA 22
6. CONSIDERACIONES ÉTICAS Y LEGALES DEL IoT 26
CONCLUSIONES 29
RECOMENDACIONES 30
FUENTES ELECTRÓNICAS 31
INTRODUCCIÓN
En la era digital en la que vivimos, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) emerge como una tecnología disruptiva con el potencial de transformar principalmente la manera en que operan las organizaciones. En particular, su impacto en la administración de operaciones ha sido notable, abriendo un abanico de posibilidades para optimizar procesos, mejorar la eficiencia y ofrecer un nivel de control sin precedentes en diversos sectores industriales.
La administración de operaciones, como disciplina clave en la gestión empresarial, se enfrenta a un escenario donde la conectividad ubicua y la capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real son imperativos para mantener la competitividad. En este contexto, el Internet de las Cosas se posiciona como una clave habilitada, permitiendo la interconexión de dispositivos físicos con la infraestructura digital y brindando una visibilidad sin precedentes en todas las etapas del proceso operativo.
DEFINICIÓN Y CONCEPTOS BÁSICOS DEL IOT
El Internet de las cosas se define cómo la red de objetos físicos – «cosas»- que llevan incorporados sensores, software y otras tecnologías con el fin de conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet, sin que sea necesaria la interacción de persona a persona o de persona a ordenador.
Al Internet de las Cosas se le conoce también por IoT, que son las siglas en inglés de Internet Of Thinks
Estos dispositivos van desde objetos domésticos ordinarios hasta sofisticadas herramientas industriales. Con más de 10.000 millones de dispositivos IoT conectados en la actualidad, los expertos esperan que esta cifra aumente a 22.000 millones en 2025.
Cada vez más, las empresas de diversos sectores utilizan el IoT para operar de forma más eficiente, comprender mejor a los clientes para ofrecerles un buen servicio, renovar la toma de decisiones y aumentar el valor del negocio.
HISTORIA Y EVOLUCIÓN.
La idea de añadir sensores e inteligencia a los objetos básicos se discutió a lo largo de los años ochenta y noventa (y podría decirse que hay algunos antecesores mucho antes), pero aparte de algunos proyectos iniciales -incluida una máquina expendedora conectada a Internet- el progreso fue lento por el simple hecho de que la tecnología no estaba lista.
Los chips eran demasiado grandes y voluminosos y no había forma de que los objetos se comunicaran eficazmente.
Se necesitaron procesadores lo bastante económicos y de bajo consumo como para ser prácticamente desechables antes de que fuera rentable conectar miles de millones de dispositivos.
La adopción de las etiquetas RFID -chips de baja potencia que pueden comunicarse de forma inalámbrica- resolvió parte de este problema, junto con la creciente disponibilidad del Internet de banda ancha y de las redes celulares e inalámbricas.
La adopción de IPv6 que, entre otras cosas, debería proporcionar suficientes direcciones IP para todos los dispositivos que el mundo pudiera necesitar fue también un paso necesario para que el IoT se expandiera.
Kevin Ashton, cofundador del Centro de Identificación Automática del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), mencionó por primera vez el Internet de las Cosas en una presentación que hizo a Procter &Gamble (P&G) en 1999.
Para llamar la atención de los directivos de P&G sobre la identificación por radiofrecuencia (RFID), Ashton llamó a su presentación «Internet de las Cosas» para incorporar la nueva tendencia de moda en 1999: Internet.
El libro del profesor del MIT Neil Gershenfeld: When Things Start to Think, también apareció en 1999. No utilizaba el término exacto, pero ofrecía una visión clara de hacia dónde se dirigía el IoT.
Una de las primeras aplicaciones del IoT fue añadir etiquetas RFID a equipos caros para ayudar a localizarlos.
Pero desde entonces, el coste de añadir sensores y una conexión con Internet de las Cosas no ha dejado de bajar, y los expertos predicen que esta funcionalidad básica podría costar algún día tan sólo 10 céntimos, lo que haría posible conectar casi todo a Internet.
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