Redes Sociales y Relaciones Interpersonales
Enviado por Richard Antonio Acevedo Gutiérrez • 10 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 1.598 Palabras (7 Páginas) • 1.212 Visitas
Ensayo
Redes Sociales y Relaciones Interpersonales
Richard Acevedo
Las redes sociales son sitios de internet que te permiten comunicarte con otras personas, sean cercanas o lejanas, y crear contenido como vinculación afectiva de la propia persona hacia los demás, siendo ejemplos esos ‘estados’ o publicaciones que encontramos en cualquiera de ellas. Como es de esperarse, además de ser un medio factible de comunicación, también constituye una desventaja al momento de entablar relaciones interpersonales. Por esto, se debe conocer cómo afectan las redes sociales a las relaciones interpersonales que son tan importantes para el desarrollo personal.
En la actualidad, nos hemos familiarizado tanto con las redes sociales como Facebook, Twitter, WhatsApp, Instagram, Telegram y otras que nos sirve como un medio de comunicación o un modo de compartir nuestra vida, dependiendo nuestros intereses. Todo esto relacionado al uso general de computadoras, tablets y dispositivos telefónicos móviles que, al ser cada vez más sofisticados, facilitan una fantástica instantaneidad en las comunicaciones interpersonales, haciendo parecer que, aun estando a miles de kilómetros, están juntos en el mismo sitio.
Por medio de las redes sociales, como dice Sarrió (2015), “es posible establecer relaciones entre personas que, en otro contexto, nunca llegarían a cruzar una sola palabra en el mundo real”. Ejemplo claro de esto es la forma de invitar a una actividad pública y como, a través de los tiempos, ha cambiado de ser una propuesta ‘boca a boca’ y donde conoces a todos los que llegarán (y a los que no, los conoces de inmediato porque esa era la intención) y tardarías unos días en hacerlo a realizar esta invitación en unos cuantos segundos a través de una plataforma virtual donde admite convocar a muchas personas sin necesidad de haber tenido algún contacto antes (y, por este mismo motivo, no llegan a conocerse jamás). Por esto, la divergencia primordial entre las viejas y las nuevas redes sociales se halla la inmediatez y la virtualidad que éstas últimas contribuyen, así como hacer posible que las personas reciban el mensaje, y al mismo tiempo, puedan responder a ello.
Y, sí, las redes sociales pueden traer consigo grandes ventajas: hacer viable la comunicación y la conexión entre individuos con intereses comunes, conservar un acercamiento cercano y habitual con parientes y amigos sin incumbir la distancia y el tiempo en el que se encuentren, contribuir a la interacción de aquellas personas que se ven afectadas al ser aisladas, sea por estar discapacitados (lo que hace que se queden en casa siempre) o por el difícil acceso en la zona geográfica (por lo general, zonas rurales) donde se encuentra la persona y esas mejorías adaptables al ambiente académico y profesional como la posibilidad de trabajar desde casa, poder tomar oportunidades laborales y ser parte de estudios en modalidad a distancia; pero, también, las redes sociales pueden traer consigo ciertas desventajas: riesgo de que las conexiones interpersonales de calidad se pierdan en el mundo virtual al resultar suplantada la relación físico-real por la relación virtual que se establece a través de dispositivos electrónicos, mala administración del tiempo (el período de tiempo suele ser más corto estando sumergidos en dispositivos tecnológicos) y el riesgo que existe en que estas redes sociales se conviertan en un problema de adicción y, también, la posibilidad de que, por un mal manejo de datos, se pierda la privacidad (recordando que todo lo que se publica en la red queda inmerso ahí durante mucho tiempo).
Además de las desventajas comunes, también provoca desajuste en la salud mental o las relaciones humanas. Bien expresa Agustín Martínez, en una entrevista a Utalca (2013), que “las nuevas tecnologías utilizadas de mala manera alejan a los que están cerca y acercan a los que están lejos”. Comúnmente vemos grupos de chicos sentados en algún parque o familias en algún restaurante que, aun estando juntos, se distancias por estar sumergido en sus propios mundos virtuales a través de dispositivos móviles o, incluso, aquellos que estando juntos (frente a frente o al lado) se hablan por mensaje, escribiendo más de lo que hablan.
Otra reacción frecuente presentada es el ego. Así, Juan Pablo Tapia, en una entrevista a Utalca (2013), expresa que “si en el pasado un indicador de ser socialmente exitoso era cuánta gente iba a tu cumpleaños, hoy eso muchos lo miden por la cantidad de seguidores que alguien tiene en redes sociales” comprendiendo que, en la actualidad, las personas te miden por tu lista de seguidores en Twitter, tu cantidad de ‘likes’ en Facebook e Instagram o cuantas personas vean tus publicaciones en Snapchat, provocando ciertas reacciones egoístas al no hablarle a una persona que no tiene cierta cantidad de ‘likes’ o considerarla menos solo por no tener los mismos ‘seguidores’ que tiene la otra persona, creando enemistades y falta de empatía entre semejantes. Aunado a esto, la angustia provocada por la envidia que ciertos usuarios sienten por sus ‘amigos’, sean reales o virtuales, al publicar los momentos u objetos que estos viven (como, por ejemplo, el nacimiento de un hijo, la compra de un vehículo nuevo o la visita a algún lugar del mundo). Por eso estas situaciones, como expresa Sarrió (2015), “pueden ocasionar sentimientos de frustración, tristeza y depresión por la tendencia a idealizar la vida de los otros (quienes tal vez la inventen o sólo muestren una parte de ella)” queriendo igualarlos o superarlos (como cuando un ‘amigo’ tiene un celular nuevo y yo quiero tener uno igual o mejor que ese).
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