5 Funcionalidades De Tu Procesador De Textos Que Deberías Conocer
Enviado por DarioCasso • 28 de Noviembre de 2014 • 907 Palabras (4 Páginas) • 361 Visitas
Los procesadores de textos ofrecen un conjunto de herramientas para automatizar
ciertas tareas, de modo que te ahorra trabajo y evita que cometas errores al realizar
ciertas operaciones repetitivas y tediosas. LaTeX "casi te obliga" a conocer esas
herramientas, mientras que Word no. Esto provoca que muchas veces se utilice Word en
plan "chapucilla", sin usar esas funcionalidades, y acaba dando problemas, sobre todo en
documentos largos como pueda ser un Proyecto Fin de Carrera.
Hay al menos cinco cosas que deberías saber hacer con el procesador de textos que
emplees. Por lo tanto, si aún no usas estas funcionalidades, aprende a usarlas y, por
supuesto, úsalas. Veámoslas…
Estilos: Cuando escribes los títulos de las distintas secciones de un documento,
deberían tener exactamente el mismo formato. Si luego añades subsecciones, éstas
deberían tener el mismo formato entre sí, pero distinto del de las secciones. Si además
numeras las secciones y subsecciones, dicha numeración debería ser coherente. Si
gestionas todo esto a mano, resulta tedioso y es fácil cometer errores. Por ejemplo, puede
que en alguna subsección pongas el tamaño de fuente de 12 puntos cuando estabas
usando 13. O por ejemplo, si añades una nueva sección en algún punto intermedio del documento, te tocaría renumerar manualmente todas las secciones. Así pues, no lo hagas a
mano. Los procesadores de texto te permiten crear estilos y aplicarlos, e incluso suelen
traer algunos estilos predefinidos (que puedes modificar para ajustar a tu gusto). Así,
siempre que vayas a introducir una nueva sección, selecciona que aplique el estilo "Título
1" (por ejemplo), y así te aseguras que todas las secciones tengan exactamente el mismo
formato y, si lleva asociado numeración, que ésta se actualice automáticamente
manteniendo la coherencia.
Referencias cruzadas: Muchas veces necesitas hacer referencia en el texto a una
figura, a una tabla, a una ecuación o a una sección, por ejemplo, cuando escribes algo del
tipo "Como se observa en la Figura 5, …". Imaginemos que lo escribes tal cual, y luego
decides añadir una figura más al comienzo del documento, de modo que la Figura 5 se
convierte en la Figura 6. Si lo has hecho todo manualmente, te tocaría renumerar una por
una todas las figuras, y luego actualizar una por una todas las referencias que hayas hecho
a las figuras. Además de ser tedioso, es muy fácil equivocarse. La solución pasa, por un
lado, por el uso de los estilos, con lo que las figuras se renumerarían automáticamente
(bueno, en Word 2010, para nombrar las figuras y tablas, no se usan realmente los estilos,
sino que se debe emplear la opción Referencias -> Insertar título). Por otro lado, también
se deben emplear las referencias cruzadas. Cuando vayas a escribir "Como se observa en
la Figura 5, ...", no escribas "Figura 5" directamente; en su lugar inserta una referencia
cruzada a dicha figura. De este modo, conseguirás que ese "Figura 5" quede vinculado a
esa figura concreta, y si esta cambia de número, también lo hará
...