ANALISIS PS4
Enviado por rlugo2 • 26 de Abril de 2014 • 1.506 Palabras (7 Páginas) • 250 Visitas
Una máquina que marca un cambio en la manera de pensar y actuar de la compañía japonesa y que, en el fondo, se demarca casi a conciencia de lo que ha supuesto PS3 y de las aspiraciones que tenían Kutaragi y las demás mentes pensantes de la multinacional en 2006. Curioso es pues que me halle yo aquí, sentado delante de mi ordenador e intentando aclarar las ideas sin saber muy bien cómo empezar o qué decir. Sólo puedo pensar que me siento como si me diesen un Ferrari sin gasolina y sin posibilidad cercana de encontrar una gasolinera. Mi antiguo coche no era tan guapo, ni tan veloz, ni tan fardón, pero me llevaba y juntos disfrutábamos el camino.
Y es que vuelvo a tener una sensación parecida a la que tuve con Xbox One. No he sentido tampoco esa ilusión por escudriñar todos sus menús y sus recovecos, esa impresión ante lo novedoso o lo desconocido que me provocaron otras consolas antaño. Todo en PS4 me suena, algunas cosas para bien y otras para mal. Sé que tiene muchísima potencia y muchísimas posibilidades pero lo sé tras haberlo visto en muchos vídeos, no por haberlo experimentado yo.
Una nueva generación de consolas, un cambio tan bestia como el de PS3 a PS4… el factor “wow” como algunos lo llaman. Ese momento en el que hay algo que te confirma que sí, que has hecho un salto generacional y estás haciendo cosas que hace un tiempo parecían del futuro. Y no me refiero al simple salto en gráficos. Xbox One tiene a su Kinect 2 y aunque funciona regular sí tiene momentos brillantes en los que te das cuenta de que esto, con Xbox 360, era imposible. Pero vayamos paso por paso que de momentos “wow” no vive una consola pensada para durar siete u ocho años.
La última en llegar y como no podía ser de otro modo vamos a analizarla en profundidad. Lo hicimos con Xbox One y ahora le toca el turno a PS4, la última consola de Sony y si nos dejamos llevar por su éxito en ventas, el gran estandarte de la nueva generación de consolas.
Una máquina que marca un cambio en la manera de pensar y actuar de la compañía japonesa y que, en el fondo, se demarca casi a conciencia de lo que ha supuesto PS3 y de las aspiraciones que tenían Kutaragi y las demás mentes pensantes de la multinacional en 2006. Curioso es pues que me halle yo aquí, sentado delante de mi ordenador e intentando aclarar las ideas sin saber muy bien cómo empezar o qué decir. Sólo puedo pensar que me siento como si me diesen un Ferrari sin gasolina y sin posibilidad cercana de encontrar una gasolinera. Mi antiguo coche no era tan guapo, ni tan veloz, ni tan fardón, pero me llevaba y juntos disfrutábamos el camino.
Y es que vuelvo a tener una sensación parecida a la que tuve con Xbox One. No he sentido tampoco esa ilusión por escudriñar todos sus menús y sus recovecos, esa impresión ante lo novedoso o lo desconocido que me provocaron otras consolas antaño. Todo en PS4 me suena, algunas cosas para bien y otras para mal. Sé que tiene muchísima potencia y muchísimas posibilidades pero lo sé tras haberlo visto en muchos vídeos, no por haberlo experimentado yo.
Una nueva generación de consolas, un cambio tan bestia como el de PS3 a PS4… el factor “wow” como algunos lo llaman. Ese momento en el que hay algo que te confirma que sí, que has hecho un salto generacional y estás haciendo cosas que hace un tiempo parecían del futuro. Y no me refiero al simple salto en gráficos. Xbox One tiene a su Kinect 2 y aunque funciona regular sí tiene momentos brillantes en los que te das cuenta de que esto, con Xbox 360, era imposible. Pero vayamos paso por paso que de momentos “wow” no vive una consola pensada para durar siete u ocho años.
Sony reivindica a la consola de juegos con PS4
Vivimos en una época de convergencia, nunca me canso de decirlo. Los fabricantes buscan crear su ecosistema de aplicaciones y gadgets, quieren que nos lancemos a por ellos e intentan crear una experiencia de uso unificada. Microsoft lo intentará con sus nuevos sistemas operativos y con el asalto al hogar que ha emprendido con Xbox One.
Pero Sony, extrañamente, ha decidido ir por otro camino. Quizá el no tan lejano año 2006 todavía despierte pesadillas en la conciencia colectiva de la compañía. En aquel momento la directriz principal era otra y PlayStation 3 tenía que encargarse
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