Almacenamiento de datos

En primer lugar, me gustaría comenzar destacando la desaparición del espacio físico para el almacenamiento de datos. Pasamos de papeles archivados en estanterías, con el consecuente coste de espacio, de material y del uso de recursos humanos que no son necesarios; a un archivo que se podría decir que no ocupa espacio físico. Podemos trasladar los documentos y archivos y usar en cualquier parte del mundo sin tener que llevarlo encima gracias a internet. Podemos realizar tantas copias como queramos y protegerlos de diversas formas, asegurando la fiabilidad de estos documentos. Su uso simplifica muchos procesos de filtrados y búsqueda de datos que agilizan el trabajo. Existe también la posibilidad de compartirlo en tiempo real con la persona que deseemos y trabajar a la vez ambos el mismo documento pudiendo estar a miles de kilómetros de distancia.

Normalmente un equipo especializado es el que lleva acabo la revisión y organización de los documentos por medio de sistemas basados en normas de orden jerárquico. El orden de esa jerarquía es elegido por cada empresa según sus necesidades, lo que les permite seleccionar la información según la necesiten. La gestión para la clasificación de estos documentos suele ser una revisión de la utilidad de los datos, la digitalización de los documentos importantes incorporándolos a bases de datos que permitan posteriormente clasificarlos, filtrarlos y utilizarlos según las necesidades.

Visto desde un punto de vista empresarial; actualmente existen diversos cambios en mercados, competencias, organizaciones, relaciones humanas… por lo cual es necesario cambiar el enfoque y buscar nuevas ventajas competitivas. Esta evolución ha sido impulsada por las nuevas tecnologías y ha obligado a las empresas a reajustar sus organizaciones; menos jerarquizadas a estructuras que hacen que las relaciones sean mas horizontales y mas flexibles, permitiendo que la información circule de una forma más ágil y dinámica dentro de la empresa.

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