CIRROSIS HEPÁTICA POR EL ALCOHOLISMO PREMATURO

CIRROSIS HEPÁTICA POR EL ALCOHOLISMO PREMATURO

EN LA CIUDAD DE TEPIC

INTRODUCCIÓN

El término de la palabra cirrosis proviene del griego “kirrhos” que quiere decir amarillo. La cirrosis hepática es una enfermedad muy prevalente en el mundo ya que se trata de una alteración crónica e irreversible que representa la etapa final de diversos procesos agudos o crónicos que afectan al hígado.

Actualmente, el termino cirrosis se aplica a lesiones de cualquier órgano (páncreas, pulmones, etc.) acompañado de proliferación de tejidos conjuntivo y aumento de su consistencia, aun cuando no adquiera el color amarillo; si bien el concepto es fundamentalmente morfológico donde se define como una alteración difusa de la arquitectura del hígado por fibrosis y nódulos de regeneración.

Aunque también se debe de tener en cuenta que a pesar de que la fibrosis es clave en la patogénesis de la cirrosis, es necesario precisar que fibrosis y cirrosis no son sinónimas. La cirrosis hepática, por ejemplo, además de fibrosis, implica nódulos de regeneración y la función hepática alterada. Debemos de tener en cuenta que la fibrosis hepática juega un papel determinante en la evolución a cirrosis a partir de diversas enfermedades hepáticas, ya que consiste en un aumento difuso de la matriz extracelular en repuesta a un daño persistente en el hígado.

Existen dos factores etiológicos más frecuentes que provocan o llegan a provocar la aparición de la cirrosis hepática; estos son: el virus de la hepatitis C y el alcohol; existe también otra manera de contraer la cirrosis, la cual es por medio de la enfermedad por deposito de grasa no alcohólica; pero cuando no se logra identificar ninguna de estas causas, debe realizarse una minuciosa investigación para descartar la enfermedad autoinmune, genética o metabólica, toxicidad por fármacos, entre otras.

En algunos casos las personas que poseen cirrosis no demuestran ningún síntoma en ellas, en este tipo de casos, se dice que la cirrosis esta compensada; es decir, el organismo ha encontrado ciertos mecanismos para evitar la aparición de los síntomas debido al fallo hepático. Estos mecanismos de compensación no son totalmente beneficiosos para la persona ya que, a la larga, son responsables de muchas complicaciones de la cirrosis.

Así a la vez que existe la cirrosis compensada, también se encuentra la descompensada; que es en la cual los mecanismos antes referidos se han visto superados por la enfermedad y entonces aparecen los síntomas clínicos. Los síntomas que pueden presentarse en las personas son: la pérdida del apetito, fatiga y debilidad, pérdida de peso, coloración amarillenta en la piel y los ojos e incluso signos de inflamación abdominal.

Sin embargo los síntomas clínicos más importantes de la cirrosis son aquellos que se derivan de sus complicaciones, como lo son: la hemorragia digestiva, ascitis (acumulación excesiva de liquido en el abdomen), daño cerebral, peritonitis bacteriana espontanea o incluso cáncer en el hígado.

En este caso se estudiará la cirrosis hepática causada por el segundo factor etológico más frecuente (alcohol), que había sido mencionado con anterioridad.

El alcohol puede causar la inflamación en el hígado y con el tiempo se puede presentar cicatrización y al final la cirrosis. Se sabe que las mujeres son más susceptibles al daño hepático que los hombres, por lo que cantidades más pequeñas de alcohol provocan más daño en ellas.

JUSTIFICACIÓN

El motivo por el cual se escogió este tema se debió a la gran cantidad de jóvenes que hoy en día ingieren una gran cantidad de alcohol a una temprana edad, sin siquiera tomar en cuenta o llegar a pensar en las diversas consecuencias que puede conllevar este tipo de acciones, como lo puede ser la adquisición de una enfermedad mortal a futuro como es el caso de la cirrosis hepática.

Este tipo de situaciones puede conllevar a dañar o incluso afectar tanto como en el ámbito familiar, creando así también un problema en la sociedad, que a su vez puede traer un problema económico en la misma; ya que el ingerir alcohol o adquirirlo les cuesta económicamente una cantidad de dinero elevada, llegando a dañar la economía de sus familiares, amigos o incluso de ellos mismos.

Esto puede provocar que esta persona en caso de no conseguir el dinero necesario para su vicio, lleguen a recurrir a medidas más extremas, como puede ser el robo, el chantaje o cualquier otra situación que conlleven hacia la agresión a segundas o terceras personas. Lo cual provocaría que la familia de la persona adicta o incluso de las terceras personas se vieran afectadas de diferentes maneras.

OBJETIVOS

Comprobar que el consumo del alcohol a una edad temprana puede provocar que las personas lleguen a contraer le enfermedad conocida como cirrosis hepática.

HIPÓTESIS

El consumo del alcohol a una edad temprana conllevara a desarrollar cirrosis hepática.

REVISIÓN DE LITERATURA

2.1 Antecedentes

Antecedentes históricos

El primer caso relatado fue el de J. Morgani en 1760 al efectuar la autopsia de un personaje de la sociedad veneciana, en 1819 Laenec describe la enfermedad de un soldado muerto de hemorragias, derrame pleural y ascitis como cirrosis, debido a las granulaciones amarillas que presentaba el hígado a las cuales le atribuyo equivocadamente una etiología tumoral. Bright en 1827 señala al alcoholismo como el responsable de una hepatopatía hidropigena y Ackerman y Kretz consideran en 1880 que la lesión comienza a nivel del hepatocito y que la repetición de procesos de regeneración y degeneración consigue en alterar la estructura con proliferación además del tejido conectivo. Con algunas variantes estos conceptos se han mantenido a pesar del tiempo transcurrido.

Historia natural

La historia natural de la cirrosis comprende dos períodos bien diferenciados. Durante el primer período, el enfermo permanece asintomático y, de hecho, la enfermedad puede permanecer oculta durante años, de tal manera que su descubrimiento ocurre de forma accidental, al detectar una hepatomegalia de borde duro y cortante o el hallazgo de anomalías de laboratorio en el curso de una analítica rutinaria (cirrosis compensada). El segundo período se caracteriza por una fase clínica rápidamente progresiva marcada por el desarrollo de complicaciones (cirrosis descompensada).

La progresión de la cirrosis va a depender directamente de la causa y de su posible tratamiento.

Por ejemplo, el desarrollo de complicaciones en un paciente con cirrosis hepática de etiología alcohólica

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