Cabo De Hornos Resumen

La voz del viento

Había una vez un hombre llamado Denis el cual era un puestero, carneador y campañista.

Un dia llego borracho a un prostibulo llamado "La Chinchon tres vueltas" y pago una fuerte suma de dinero por los servicios de Lucrecia. A la mañana siguiente le digo que se fuera con el al puesto 22, en el corazon de tierra del fuego, por lo cual le prometia muchas cosas. El hombre era Bajo, inexpresivo, ojos pardos, el cuerpo regordete y abultado de nalgas.

Ella acepto y se fue con el a caballo al puesto 22, ella era blanca, rosada, un poco mas alta que el y de unos 35 años.

Al principio todo estaba bien, pero luego con la carencia de su trabajo se empezo a desesperar y la mujer empezaba a desconfiar de el. El intento muchas veces matarla hasta que despues de unos intentos la mato, al principio no sentia culpa y decia "solo es una oveja pero mas grande", pero luego de un tiempo se dio cuenta de que"HABIA MATADO A SU MUJER", y en la brisa del viento escuchaba su voz diciendo "Denis, Denis, Denis", los escuchaba todo el dia, principalmente en la madrugada hasta que se volvio loco y se murio.

"como aquella oveja con los ojos ciegos, seguida por una bandada de aves, este muere bajo una bandada de palabras ("Denis, Denis, Denis")

Personajes: Denis y Lucrecia

Descripcion:

Denis: Era bajo, inexpresivo, cara oscura, ojos pardos, cuerpo regordete y un poco abultado de nalgas.

El tempano de kanasaka

Pascualini: Lobero, contó que los tripulantes de una goleta estaban aterrados por la aparición de un témpano que los sorprendió al pasar por Brecknock, pues estaba dirigida por un fantasma.

Orión: Cúter de 4 toneladas.

Manuel Fernández: Marinero español, dueño y capitán del “Orión”, él y un aprendíz de marinero eran toda la tripulación.

Resumen del capítulo

El viaje del Orión iba con destino a Yendegaia, el que cuenta la historia iba con el obejetivo de ocupar el puesto de capataz en una estancia de Lanares.

El cúter llevaba un cargamento oficial de mercadería; pero disimuladamente en el fondo de la bodega llevaba un contrabando de aguardiente y leche condensada para el presidio argentino de Ushuaia, donde el primero estaba prohibido y el otro tenía impuestos elevados.

En el cúter iban dos pasajeros mas una mujer que iba a prostituirse en la población penal y un hombre de apellido Jiménez quien era el explotador de la prostituta, pero lo ocultaba pues decía que iba a entretener a los pobres presidiarios. Este hombre era histérico.

Después de un gran temporal que tuvo que pasar el cúter mientras navegaba y de ver el témpano con el cadáver fantasma, llegaron a las aguas de Kanasaka, donde le contaron a Martínez

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