Carros Autónomos ¿Nuevas armas de destrucción?
Enviado por Raul Quiroz • 20 de Marzo de 2017 • Ensayo • 2.113 Palabras (9 Páginas) • 197 Visitas
Titulillo: Carros Autónomos ¿Nuevas armas de destrucción?
Carlos Raul Quiroz Gallegos A00757045
Tutor: Eder Villalba
Hasta hace unos años la combinación de autonomía, inteligencia artificial, robots y tecnología parecía imposible integrarlos a nuestra vida cotidiana. Recuerdas aquella serie de los supersónicos, donde Robotina era un robot humanoide encargada de hacer las labores del hogar, astro el perro robot de la familia, como no recordar los aparatos para hacer la comida con tan solo presionar un botón o los carros voladores autónomos; sin duda hace unos años una utopía que pensamos estaba fuera del alcance de nuestras vidas, sin embargo, ahora podemos decir que esta utopía está convirtiéndose en nuestra vida. Pero sin duda algo que hay que destacar es que ante una falla de esta tecnología sería algo catastrófico. Imagínate que pasaría si estos carros voladores dejaran de funcionar repentinamente y causarán una catástrofe inimaginable donde varias personas perdieran la vida por esta pequeña falla; es aquí donde surgirían las dudas de quien es el culpable si de la compañía que lo diseño o la persona que iba conduciendo.
Lo anterior es una problemática ética que ha tomado mucha relevancia gracias a que varias empresas como tesla, google, Mitsubishi entre otras están interesados en desarrollar un carro autónomo capaz de transportar a los pasajeros sin necesidad de intervención humana. El problema no es que se cree este tipo de tecnología, sino que pasaría en caso de que sucediera una serie de acontecimientos desfavorables donde el vehículo tuviera que decidir salvaguardar la vida de los tripulantes del vehículo o de terceras personas; es aquí donde el tema se vuelve controversial y surgen los diferentes puntos de vista.
Durante este ensayo se argumentará que a pesar de los posibles beneficios que generarían el uso de carros autónomos como solución a problemas a personas con alguna discapacidad o por simple hobby, es éticamente imprudente autorizar que estos vehículos circulen durante el trafico local puesto que la toma de decisiones ante una situación de riesgo puede poner en riesgo la vida de muchas personas.
Es verdad que con el crecimiento de la tecnología surgen nuevas aplicaciones que mejoran la calidad de vida; sin embargo, aunque pareciera éticamente correcto depender de la tecnología para que un carro se controle y tome decisiones por sí mismo para evitar accidentes al manejar cansado, que personas con alguna discapacidad se desplacen fácilmente o por el simple hecho de usarlos por comodidad, esto no es éticamente correcto, puesto que no podemos delegar una responsabilidad tan grande como es el hecho de saber qué hacer si se le presenta una situación crítica que valla de por medio la vida tanto como del conductor como de terceras personas que se encuentren involucrados en dicha situación.
Los vehículos autónomos deben de tener cien por ciento de fiabilidad para garantizar la seguridad de todos, es importante recordar que la inteligencia artificial es mejor que los humanos en ambientes conocidos por lo que en un ambiente donde existen muchas variables se tornaría casi imposible salvaguardar la vida de todas las personas.
Un vehículo autónomo no debe circular en aquellos escenarios que puedan salirse de control, como, por ejemplo, un escenario en donde los peatones aparezcan sin previo aviso o simplemente, un escenario que permita a los peatones interactuar en el espacio donde los carros autónomos circularan puesto que este es un escenario riesgoso. Un diseño adecuado de las ciudades, así como la debida concientización de los peatones es esencial para resolver los problemas que pudiera encontrar esta clase de vehículos. (Tecvolución, 2016)
Entre los beneficios de los carros autónomos es que se prevé reducir accidentes de tráfico, así como las muertes eliminando el error humano durante la conducción del vehículo. Además de que puede haber otros beneficios como la eliminación de congestión vial, la disminución de emisiones nocivas y reducción al minino del tiempo de conducción improductivo y estresante. (Ted, 2015)
Aun y con los beneficios que podría presentar esta tecnología se sigue presentando el mismo dilema ético del principio; imaginemos que transitamos por una carretera transitada, delante de ti viene camión cargado, al lado tuyo un motociclista que porta casco y del otro lado un motociclista sin casco, de repente el cargamento del camión se viene abajo y estas a punto de colisionar contra él, en este caso el auto decide estrellarse con el motociclista que lleva casco por el simple hecho de que el motociclista tiene más posibilidades de sobrevivir debido a que lleva casco asumiendo las consecuencias el tripulante del carro autónomo, sin embargo si el carro decidiera ir contra el motociclista sin casco por su irresponsabilidad el carro estaría haciendo justicia en la calle; es aquí donde nos preguntamos quien realmente es el culpable de estas decisiones, quizá los programadores por tomar la decisión que les parezca menos contraproducente sin embargo se prevé que las empresas que desarrollen este tipo de vehículos harán firmar un contrato donde se deslinden por completo de su culpabilidad siendo culpable el dueño del vehículo, por lo que aun así y existen mil y un beneficios estos carros no deberían transitar en lugares donde exista la interacción con el ser humano. (Ted, 2015)
Como ya se mencionó estos coches tienen como objetivo eliminar las restricciones en la conducción ya sea por motivo de edad y discapacidad puesto que el único requisito de estos autos será poder programar la ruta deseada. Está claro que conforme pase el tiempo el margen de error será menor gracias a las nuevas tecnologías que vallan surgiendo; sin embargo, como menciona Erik Coelingh un técnico especialista en volvo, alcanzar el 99% de fiabilidad es fácil, realmente lo complicado es acercarse al 100% antes de que estos coches convivan en un mundo real con tráfico y personas reales; aun así y se acerquen a esta perfección siempre habrá espacio para el error de máquina, imaginemos que el auto circula con normalidad sin embargo debido a una mala configuración debido a un error en el mapa digital ocasione que el vehículo entre en una zona de circulación contraria a la que este va, provocando una catástrofe; es aquí donde de nuevo entra el dilema, de quien es el culpable. (Pool E. 2014)
Mientras unos argumentan que los accidentes que sucedan con el carro es responsabilidad del conductor puesto que si él no tenía el control pudo haber realizado algo para evitar el problemas; los conductores por su partes argumentan que los culpables es la empresa que desarrollo esta tecnología puesto que para que un producto salga al mercado debe pasar por un sinfín de pruebas de calidad hasta que el producto sea totalmente seguro por lo que la responsabilidad caería directamente de esto, sin embargo, por último los desarrolladores de estos vehículos argumentan que si bien ellos tienen un poco de culpa no todo es de ellos, puesto que sus proveedores de tecnología y sensores también deben asegurar que sus componentes tienen un 100% de fiabilidad para ellos también asegurar que el vehículo pueda acercarse a la perfección.
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