Cocina Solar
Enviado por paulinags • 29 de Marzo de 2014 • 1.273 Palabras (6 Páginas) • 265 Visitas
COCINAS SOLARES
Fuentes:
• Biblio 3W. Revista bibliográfica de geografía y ciencias sociales. Artículo de D. Joan García González Doctor en ciencias químicas y Licenciado en medicina.
• www.solarcooking.org
Desde la época moderna en muchos países los combustibles fósiles han venido a tomar el relevo de la leña de antaño, pero aun en muchas zonas ésta es la única fuente de energía térmica. Debido a ello, la provisión de leña condiciona la localización e incluso el tamaño de las ciudades en función del entorno proveedor de la madera de los bosques cercanos o de otras fuentes de biomasa.
Esta leña ha representado también la forma tradicional de aportar energía para cocer nuestros alimentos. Pues a parte de las necesidades energéticas situadas en: el campo de los transportes, de la producción de utensilios, ropas, y vivienda, etc. está la que nos permite cocinar nuestros alimentos, pues algunos de ellos necesitan unas elaboraciones térmicas previas para facilitar su asimilación. En este último apartado aparecen las aportaciones de las cocinas solares, donde se utiliza la energía solar de forma directa para cocinar, junto a otras aplicaciones tanto en el campo de la alimentación como fuera de él.
Esta opción tecnológica aparece hoy día prácticamente como la única alternativa, en algunos países en vías de desarrollo, para resolver algunas de sus necesidades energéticas, pues las otras fuentes de energías presentan graves problemas de aprovisionamiento. En los países con mayores posibilidades energéticas también se ofrece como un sistema deseable de aplicar, por ofrecer una vía para avanzar en la solución de los problemas medio ambientales, nacidos a raíz de sus sistemas de hiperconsumo energético centrados en los combustibles fósiles.
Cuando se habla de orientar nuestros suministros energéticos hacia la fuente energética solar, no hay que olvidar que ésta es el origen mayoritario de nuestros aprovisionamientos energéticos, pues al igual que en el resto de la biosfera todos los procesos se sustentan mayoritariamente con ella. La energía gravitatoria y la energía geológica interna de nuestro planeta con ser importantes son cuantitativamente de menor alcance. Cabe recordar también que cuando usamos, tanto los combustibles fósiles como la biomasa de la leña u otras productos biológicos, sus orígenes son cien por cien de procedencia solar. La propia energía nuclear también lo es, aunque según un camino más lejano, al haberse generado en el reactor nuclear de un sistema estelar los isótopos con propiedades fisionables empleados en las centrales nucleares.
Las anteriores fuentes energéticas crean problemas medio ambientales y de aprovisionamiento. Frente a ello se ha planteado la necesidad de recurrir a utilizaciones más directas de la energía solar como la encontramos en los sistemas hidroeléctricos, eólicos, fotoeléctricos o de captación pasiva. Las cocina solares se sitúan en este último sistema de aprovechamiento directo de la energía radiante emitida por el Sol.
Las cocinas solares son artefactos que permiten cocinar alimentos usando el Sol como fuente de energía. Se dividen en dos familias:
• De concentración. Se basan en concentración de la radiación solar en un punto, típicamente a través de un reflector parabólico. En dicho punto se coloca la olla que cocinará los alimentos. Generan altas temperaturas y permiten freír alimentos o hervir agua.
• Horno o caja (de acumulación). El horno o caja solar es una caja aislada, diseñada para capturar la energía solar y mantener caliente su interior. Su parte superior es transparente para dejar pasar la luz solar, paneles reflectantes (de papel aluminio o espejo) ayudan a capturar más calor. El interior y el recipiente donde se cocina deben ser negros para absorber el calor. La parte superior suele ser un vidrio desmontable para facilitar la limpieza y manejar la comida.
Un horno solar logra temperaturas de 110ºC. Incluso siendo la temperatura exterior de 1ºC, dentro superaríamos los 87ºC
Cada uno de estos dos sistemas ofrece ventajas e inconvenientes respecto al otro. Así, si bien la cocina de acumulación (llamada también horno solar) no alcanzar las temperaturas tan altas logradas en las de concentración, no obstante facilita una cocción más suave y por ello nunca presenta el peligro de que se quemen los alimentos. A su vez, no necesita tanto cuidado en mantener una correcta orientación en la dirección del Sol. En el cuadro 1 se presenta un listado de valoración de las prestaciones dadas por
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