Como Evaluar Información De Internet
Enviado por zairaleto • 27 de Octubre de 2012 • 1.496 Palabras (6 Páginas) • 537 Visitas
Cómo evaluar la información publicada en Internet
Los medios de comunicación, en muchas ocasiones, presentan resúmenes de artículos de publicaciones científicas que permiten conocer esa información a gran cantidad de personas que, de otro modo, no accederían a ella, puesto que poca gente dispone de los recursos necesarios para el acceso a las fuentes originales. Pero esos resúmenes muchas veces, cuando se publican en medios de comunicación masivos, aparecen totalmente distorsionados.
Si aceptamos, sin más, todo lo que los medios de comunicación masivos publican, en muchos casos, estaremos aceptando información inexacta. Suele considerarse que ser “crítico” tiene una connotación de ataque personal o reprimenda, pero en el ámbito de la investigación, “la lectura, el pensamiento y la evaluación críticos se refieren a un ponderado aunque no necesariamente equilibrado y justificado examen de lo que otros dijeron o escribieron sobre el tema en cuestión” (Blaxter, Hughes y Tight, 2005).
Pardinas (2005) señala que la crítica de la información pregunta básicamente:
• ¿Qué razones comprobadas tenemos para aceptar esa descripción, explicación o predicción?
• ¿Qué probabilidad tenemos de que la inferencia que afirmamos de la población no esté totalmente equivocada?
Este autor, para clarificar el tema, indica que podemos encontrar tres niveles de crítica de la información:
• Conocimientos populares: los datos u opiniones aceptados sin crítica o con muy poca crítica respecto a las razones que pueda haber de que sean conforme a los hechos.
• Conocimientos críticos: los aceptados con una crítica poco sistemática sin la menor exigencia cuantitativa de la posible verdad que encierren o de la probabilidad con que deban ser aceptados.
• Conocimiento científico: el destinado exclusivamente a especialistas que tienen acceso a toda la información rígidamente comprobada y que contribuye con un conocimiento que sea nuevo para esa comunidad de especialistas; los cuales, a su vez, verificarán escrupulosamente el muestreo, el diseño de investigación y sus resultados.
En relación con los conocimientos populares, Pardinas (2005), explica lo siguiente:
Llamamos conocimiento popular toda información recibida o transmitida sin una crítica expresa de las fuentes de que está tomada o de las razones que le dan validez. Son series de proposiciones informativas que en algunos casos pueden estar acompañadas de algún intento de explicación sin que ésta a su vez esté comprobada o disprobada. Un ejemplo típico de conocimiento popular es la mayor parte de la información periodística, radiotelefónica y televisiva.
(…)
El destinatario de este tipo de información popular es lo que pudiéramos llamar el gran público, que ni suele exigir ni en la mayor parte de los casos se toma la molestia de investigar más a fondo la validez de la información, esto es, si efectivamente la información corresponde o no a los hechos ocurridos.
Según Gilovich (2009), “muchas de las inexactitudes que forman parte de la información de segunda mano tienen un impacto desgraciado en las creencias de la gente (…) Las conclusiones de una persona no pueden ser más sólidas que la información en que se basan. Por ello, una persona que reciba poco más que información inexacta sobre un tema, casi inevitablemente desarrolla una creencia errónea (…)”, y propone algunos puntos a tener en cuenta que nos ayudarán a “evaluar las afirmaciones de segunda mano que aparecen en los medios” para saber si podemos “confiar en una afirmación concreta”:
Tener en cuenta la fuente
Es muy importante tener en cuenta la fuente que se está citando en determinada noticia. En general, es más fiable la información que proceda de expertos en el tema tratado. Por ejemplo, cuando se trate de una noticia relacionada con la salud mental, la información será más fiable si procede de un psiquiatra o de un psicólogo que si viene de un informático o de un abogado. Hay que desconfiar de lo expuesto por gente no experta, por muy famosos que puedan ser en otros campos.
Lo que ocurre, en demasiadas ocasiones, es que resulta complicado entresacar de una noticia lo que dicen los expertos, ya que los periodistas a menudo distorsionan sus declaraciones. Una manera habitual de hacerlo es colocando una frase inocente de un prestigioso experto junto a una afirmación exagerada, haciendo que parezca que esta última está apoyada por la frase del experto. Puesto que la proximidad de ambas frases lleva a pensar eso. Por ello, conviene fijarse para ver realmente qué es lo que se cita y qué es lo que no proviene del experto sino del periodista.
Por otra parte, debemos aclarar que los “expertos” sobre temas pseudocientíficos tendrán la misma credibilidad que los temas que traten y habrá que ser muy cauto con sus afirmaciones.
Confiar en los hechos, desconfiar de las proyecciones
Predecir el futuro, en cualquier campo (economía, política, deportes, etc.), no es algo fiable, ni siquiera aunque esas predicciones las realice un prestigioso experto. Así que es más acertado hacer caso a las afirmaciones de los expertos relacionadas con hechos presentes y ser cautelosos sobre sus predicciones.
...