Cómo innovar ¿Qué tipo de innovador eres?
Enviado por DAVID SANTIAGO POVEDA TORRES • 19 de Octubre de 2022 • Resumen • 1.146 Palabras (5 Páginas) • 63 Visitas
Cómo innovar
¿Qué tipo de innovador eres?
Recordemos que para innovar es necesario conocerse uno mismo, por esto se nombran cuatro perfiles con los que nos podemos identificar. Adicionalmente, también nos podemos identificar por dos sistemas que vienen de la teoría “pensar rápido y despacio”, está consiste en el sistema 1 (que se define por el pensamiento rápido sin esfuerzo, utilizando atajos, emociones e incluso estereotipos de los que no siempre somos consientes) y el sistema 2 ( que describe un pensamiento más lento, que requiere esfuerzo, en el que se ejercita la lógica y el análisis de manera consiente).
Los cuatro perfiles nos ayudan a identificarnos y saber que aspectos mejorar para poder innovar. El primer perfil que vemos es “el vendedor”, para él, la innovación se justifica por su deseo de responder a la demanda del mercado y su necesidad de anticipar las carencias de la oferta actual, su punto fuerte son sus logros en torno a la marca y la manera en que alude el mercado modificando a veces las reglas del juego por completo.
El segundo perfil es “el ingeniero”, el cuál innova de manera constante, gracias al razonamiento y al enfoque científico. Primero traza una hipótesis, luego realiza un experimento científico y finalmente la verifica y pone en práctica. Su punto fuerte es que sus victorias están presentes en todos los productos del día a día y gana cuando su innovación técnica se convierte en la norma; y su punto débil es cuando su tecnología se sustituye por otra, además, los ingenieros también fallan al concebir tecnologías u objetos poco ergonómicos, difíciles de usar o que van contracorriente con los hábitos culturales de un país.
El siguiente perfil es “el diseñador”, es aquella persona que es capaz de despertar el deseo y provocar sensaciones y emociones en los usuarios, innova siguiendo el sistema 2, por lo que es racional, pero dispone de un sentido de la estética muy marcado y su cerebro le permite una determinada empatía, en especial en las situaciones de uso. Su punto fuerte es que sus productos o sus servicios son un éxito si resultan atractivos y deseables de manera natural para el consumidor y su punto débil es que en una batalla comercial, el diseño a veces puede inclinar las balanza de un lado u otro.
Y el último perfil es “el manitas”, es cuál es un usuario apasionado, maneja la innovación con el uso de las manos. Su mentalidad se basa en “hacer”, a menudo desmonta, remonta, rompe, deforma, o hace conexiones peligrosas “solo por probar”.
Y ¿Por dónde empiezo?
Los detonantes de la innovación son muchos, algunos de ellos son: una discapacidad ( pues la innovación permite superar los propios límites), un problema, una fuerte limitación exterior ( el hambre agudiza el ingenio), una privación. Adicional a estos detonantes, la inspiración es algo fundamental en el proceso de la innovación. De estos detonantes podemos entender que tener una mente abierta puede observar el momento presente, los objetos y actitudes, y sacar conclusiones para innovar.
Las fases del proceso
La agencia que concibió el design thinking lanzó su nuevo sitio web, dónde muestra que la innovación se divide en tres fases:
La inspiración, es la fase dónde la organización despliega todos sus sensores y crea otros nuevos para encontrar dónde innovar, pistas de trabajo, insights o problemas a resolver. Está fase debe activarse teniendo al menos una dirección, un campo de acción no muy amplio, pero tampoco demasiado preciso.
La ideación, es la fase en la que la empresa o institución genera ideas para dar respuesta a un problema dado. Está fase es de generación de ideas y conceptos de productos o servicios, así como una manera de organizarse y trabajar juntos.
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