EL ALMA DE LA TOGA.
Enviado por vmancilla • 15 de Marzo de 2016 • Trabajo • 778 Palabras (4 Páginas) • 272 Visitas
EL ALMA DE LA TOGA
ANGEL OSSORIO Y GALLARDO
El autor, Ángel Ossorio nos habla del abogado desde otro punto de vista, más allá de un título universitario, nos hace reflexionar sobre la diferencia entre el título Licenciado en Derecho y la abogacía, que es aquella persona que dedica su vida para abogar por otra persona, dando consejos jurídicos, ejerciendo la profesión de manera honesta y continua. A través de cada capítulo se va narrando la importancia del respeto por la carrera y la humanidad que en cada uno de nosotros debe haber para ejercer esta profesión con orgullo, respeto y amor.
El abogado debe tener fuerza y confianza en sí mismo, aquel que no cree en esa fuerza debe cambiar de profesión. Ser abogado no es saber de principio a fin el Derecho, sino conocer la vida, saber actuar no siempre apegados a las leyes, debemos usar nuestro propio criterio, equidad y prudencia en todo momento, el abogado es un hombre o mujer que cree en sí mismo, el cual explota su fuerza interior en beneficio de los demás, es aquel que tiene sentido de la justicia y trabaja a favor de ella, no solo guiándose por el deber que tenga con el cliente, sino porque sabe que es lo correcto, tal como el autor lo indica: La justicia no es fruto del estudio si no que es una sensación.
La moral del abogado debe ser consecuente con su conciencia y esta debe estar tan limpia como sea posible, nos dice que la rectitud de la conciencia es más importante que el ingenio del abogado, es por ello que cuando un abogado acepta una defensa es porque estima que es justa; como parte de la moral el abogado por ningún motivo debe revelar los secretos que a este le hayan sido revelados por su cliente. Cuando se ha aceptado un caso hay que cumplirlo, sin miedo al que dirán, porque este es un impedimento para cumplir con nuestro objetivo.
De igual manera debemos de tener la fortaleza suficiente para aceptar un veredicto, sea cual sea este, y no vacilar en nuestro propósito; nuestro deber es acatar la ley y hacerla cumplir pase lo que pase.
Si bien en cierto que como abogados tenemos la obligación de renunciar a nuestros intereses personales así como nuestro bienestar, para entregarnos al cliente, demos de tener la fortaleza suficiente para no mimetizarnos con lo que la otra parte cree que es la justicia,
Jamás dejar de ser el “abogado” y convertimos el cliente, solo por el hecho de querer cumplir con nuestro deber, pasando por alto todo lo que consideramos justo.
La Abogacía es una de las profesiones que te da la libertad total de manejar tu tiempo como mejor se considere, por lo mismo es difícil en ocasiones apegarse a un horario como los trabajos de oficina; por lo tanto es indispensable estudiar perfectamente los documentos relacionados con el caso en cuestión, el autor nos aconseja que sea en las primeras horas del día, ya que después de las 10.00 am es muy difícil comprometernos con el estudio del caso porque estamos condicionados a las diligencia que surjan.
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