ENSAYO DE LA CIBERGUERRA

ENSAYO DE LA CIBERGUERRA

En la actualidad existe la percepción de que, en caso se desate un nuevo conflicto mundial, probablemente se produzca en el ciberespacio, donde no existen leyes ni restricciones, lo que puede significar una gran ventaja para ello. Internet también muestra su lado oscuro, potenciada para su uso en acciones militares, de espionaje y sabotaje, ya sea por naciones, como por cualquier entidad no gubernamental.

Las tropas cibernéticas se pueden utilizar tanto para la defensa como para una amplia ofensiva, alcanzando a todos los sectores en los que haya una conexión, y vulnerabilidades. El problema está tan presente, que las Naciones Unidas estudian un proyecto para proteger las estructuras estatales en la Internet y la organización de Centros Cibernéticos en la OTAN, previendo la posibilidad de que este nuevo tipo de conflicto tenga lugar, siendo más factible en la actualidad que una guerra nuclear.

La amenazas generadas por la redes informáticas se pueden clasificar en cinco tipos, o lo que denominamos 5C. La ciberamenaza, que se materializa en la tentativa de obtener acceso no autorizado a un sistema en línea con el objetivo de extraer o manipular datos, o de violar la confidencialidad, autenticidad, integridad o disponibilidad de estos datos dentro del sistema. Generalmente se lleva a cabo a través de un Spyware, que se puede introducir mediante un software legítimo o mediante un virus troyano. Se puede emplear el mismo concepto para el ciberespionaje.

La ciberguerra, que se define como un conjunto de acciones adoptadas por países contra los sistemas informáticos de otros países, con el fin de causar daños o de interrumpir servicios (tal el caso de Estonia en el año 2003, el primer caso registrado). Por último, el ciberterrorismo, definido como el uso de Internet para organizar y atacar redes informáticas, sistemas e infraestructuras críticas con el objetivo de destruirlas o inhabilitarlas, por motivos ideológicos, causando el caos en la economía y sembrando el miedo en la población. Dejamos de citar al cibercrimen porque se trata de un asunto de naturaleza criminal.

De cierta forma, sus armas son más precisas y letales que las convencionales: los supervirus pueden causan daños muchas veces irreparables al adversario hasta ser detectados; daños semejantes a los efectos de los virus bacteriológicos. Una característica común de la ciberguerra, como de otras amenazas virtuales, es que se vuelve casi imposible detectar desde donde partió o quién instigó tales acciones, porque los rastros que se dejan muchas veces forman parte de la táctica de desinformación. Pero la amenaza más grande para todos los países es que también la pueden desencadenar factores no estatales, encubiertos o no, por diferentes motivos, rompiendo aquel paradigma histórico de que anteriormente los iniciaban gobiernos a través de sus Fuerzas Armadas.

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