El Internet
Enviado por katiabaldeon • 31 de Mayo de 2013 • 996 Palabras (4 Páginas) • 245 Visitas
El ser humano nace con unos rasgos de personalidad específicos, pero esto no es lo que determina su modo de actuar. Desde una edad muy temprana las personas aprenden distintas formas de comportarse. Sólo hay que observar como los bebés son capaces de usar una sonrisa o un llanto para conseguir un tipo de atención determinado. Esto lo hacen porque han aprendido a través de sucesivas experiencias que con una conducta u otra logran respuestas concretas en los adultos.
“… La conducta tiene su manera de ser y su forma, lo mismo que la estructura física”1. Por esta definición, los padres reconocen que así como el cuerpo del niño crece de una manera razonable preestablecida, así crece también su conducta.
El niño desde el nacimiento comienza a aprender todas las habilidades que le son necesarias para vivir. Los padres, los hermanos, los familiares, los amigos, los profesores, las personas extrañas, la calle, los medios de comunicación, etc., influyen en ese aprendizaje. Los niños aprenden conductas por:
• Condicionamiento; cuando asocian dicha conducta a una respuesta o estimulo determinado. Por ejemplo: el niño que tiene una rabieta y recibe atención, asocia la rabieta a la atención recibida. De esta forma ha aprendido un tipo de conducta para lograr una respuesta.
• Modelo; es la forma de aprender conductas más complejas o elaboradas. Se trata de aproximaciones sucesivas a un comportamiento determinado.
• Imitación; los niños, aprenden imitando la conducta de los adultos significativos para ellos. Aprenden más de lo que ven, que de lo que les dice.
La conducta del niño como se mencionó anteriormente se basa en un crecimiento y este produce cambios. Según Telmo Salinas, en el libro Nociones de Psicología, define, “Cambios de conducta, que se revelan como modificaciones externas del organismo, como actividades que antes del aprendizaje no podía realizar y que ahora sí realiza”2. Estos cambios son el resultado de una práctica y se encuentran relativamente permanentes.
Sabemos que las relaciones entre padres e hijos son únicas e intensas. Por lo general, las familias son felices cuando padres e hijos saben relacionarse y comunicarse de manera afectuosa y positiva, cuando los padres se sienten capaces de ayudar a que sus hijos se comporten bien, y cuando los hijos pueden expresar sus emociones y tener una conducta adecuada. Las mayores dificultades surgen cuando los padres no saben cómo manejar la conducta de sus hijos de manera eficaz.
Se producen aprendizajes erróneos de las conductas de los niños que no son deseables como las rabietas, las peleas, la desobediencia, los problemas con las comidas, los miedos, la falta de atención, la ansiedad, la timidez. La mayoría de lo que un niño hace, siente y piensa son conductas aprendidas. “Los problemas de conductas son la principal razón por la que los niños son remitidos a organismos de salud mental”3. Estos problemas pueden resultar muy perturbadores para los padres dado que suelen suponer un desafío a su autoridad y control, y lamentablemente actualmente incrementan su magnitud, frecuencia y lo que es más significativo: la edad de inicio
...