Ensayo: Protección de Datos

Ensayo: Protección de Datos

INTRODUCCIÓN.

Cuando nos referimos a datos personales nos referimos a aquella información que se relaciona con nuestra persona o que nos hace identificables, como el origen, edad, trayectoria académica, laboral o profesional, pero también describen aspectos más sensibles o delicados, como la forma de pensar, estado de salud, características físicas, ideología o vida sexual entre otros aspectos.

El tema de la protección de datos no es un tema nuevo, y me atrevo a decir que es algo que está en boca de todos, pero sin causar suficiente ruido en nosotros como para profundizar más respecto a este tema y en como en el día a día brindamos una cantidad extraordinaria de información sin percatarnos del poder que esto implica en manos incorrectas, o las consecuencias de brindar tantos datos acerca de uno mismo tan deliberadamente.  Me parece interesante dar a conocer, en un panorama general y sin necesariamente una preparación legal, algo que todos podamos entender, para recalcar la importancia del tema y como nos afecta en la sociedad, así como a nivel personal tanto en el mundo “real” como virtual. Se trata más que nada de concientizarnos.

PROBLEMÁTICA.

Según el artículo de Gómez, M. Panorama de la protección de datos personales en México, de septiembre 2018, más de 75% de los cibernautas mexicanos han dejado algún dato personal. En 2016, se dio a conocer la filtración no consentida de datos de 94 millones de mexicanos que formaban parte del Padrón Electoral 2015, los cuales estaban en el servicio de nube de Amazon. En marzo 2018, los medios internacionales reportaban el uso no consentido de datos de más de 50 millones de usuarios en la red social virtual Facebook, por parte de Cambridge Analítica con fines electorales. Para mayo, se perpetraron ataques cibernéticos al Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), con los que fueron afectados tres bancos, una casa de bolsa y una caja de ahorro popular.

Comprendemos pues, que los datos personales son necesarios para que una persona pueda interactuar con otras o con una o más organizaciones sin que sea confundida con el resto de la gente y para que pueda cumplir con lo que disponen las leyes. Asimismo, hacen posible la generación de flujos de información que redunda en crecimiento económico y el mejoramiento de bienes y servicios.

No obstante, el uso extensivo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones ha permitido que, en muchas ocasiones, los datos personales sean tratados para fines distintos para los que originalmente fueron recabados, así como transmitidos sin el conocimiento del titular, rebasando la esfera de privacidad de las personas y lesionando en ocasiones, otros derechos y libertades.

Si bien como lo veíamos en el tema anterior, hay diversas leyes enfocadas en la protección de datos, en México el reconocimiento al derecho de protección de datos personales tuvo un proceso paulatino, los cuales ya se establecen por ejemplo en el artículo 16 de nuestra Carta Magna como derechos ARCO (derechos con los que cuentan los titulares de los datos como lo son aquellos de Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición).

Esto nos lleva a las mejoras en las leyes de nuestro país, dando lugar a que, con el paso de los sucesos determinantes, se vayan moldeando a las tecnologías y las nuevas formas de comunicación, como es con el uso de: computadoras, internet, smartphones, tablets, e incluso videojuegos como herramientas para la información, entre otros.

Sin embargo, el problema va más allá de las leyes o condiciones ya establecidas, sino que nosotros damos por sentado que en pleno siglo XXI podemos acceder de manera cotidiana al uso de redes sociales simplemente con un “Aceptar” y así empezar a usar el medio, sin estar conscientes que ya estamos “firmando un contrato” en donde estamos sujetos a ellos y sus reglas, reglas que todos se saltan por la flojera de no continuar leyendo, ya que, creen de buena fe que dicha empresa (porque eso es lo que son al final) harán lo mejor para ellos ya que “el cliente siempre es primero”. Y tristemente son cosas que todos sabemos, de hecho lo sabemos tanto que, ignoramos que estamos cediendo nuestros derechos con un simple click para poder comunicarnos con nuestros amigos, clientes e incluso desconocidos, pero ¿a qué precio? Y todo esto me lleva a lo que ha estado enfocado mi ensayo para poder descomponer la idea de seguridad frente a lo que parece inofensivo. Muchas veces nosotros subimos una enorme cantidad de información a la red, supuestamente sólo a nuestros “Amigos” los cuales, según en mi experiencia empírica y mis cuestionamientos simples, me contesta la interrogante de si en verdad conocemos a todos los que hemos agregado (o aceptado solicitudes) conociéndolos de manera personal y en el mundo real. La respuesta es: NO. Esto resulta algo alarmante al ponernos a pensar que alguien que ni siquiera sabes que su identidad es verdadera, bien podría estar haciéndose pasar por una persona cuyas intenciones demuestran una “Amistad "pero que en lugar de eso buscan, ya no sólo lucrar con tu información; sino, hasta podrían llegar al robo de identidad, hackear tu cuenta o incluso hasta llegar al acoso o secuestro.

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