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Enviado por yito716 • 23 de Febrero de 2014 • 271 Palabras (2 Páginas) • 179 Visitas
-Y también es cierto. ¡Palabra de honor! Pero, como te he dicho, aún hay más, muchos más, de irrazonables.
-¿Más que qué? ¿Más que infinitos?
-Exactamente.
-Ahora estás yendo demasiado lejos -dijo Robert con mucha decisión-. Por ahí no paso. No hay más que infinitos. Eso es una chorrada con patatas fritas.
-¿Quieres que te lo demuestre? -preguntó el diablo de los números-. ¿Quieres que los conjure?
¿A todos los números irrazonables de una vez?
-¡Mejor no! Me bastó con la serpiente de nueves. Además: conjurar no quiere decir demostrar.
-¡Rayos y truenos! ¡Es cierto! Esta vez me has ganado.
En esta ocasión, el diablo de los números no parecía furioso. Frunció el ceño y pensó esforzadamente.
-Por hoy tengo bastante -dijo Robert-. Estoy cansadísimo -y se tumbó en la acolchada y peluda calculadora del tamaño de un sofá
-Aun así -dijo al fin- quizá se me ocurra la prueba. Podría intentarlo. Pero sólo si insistes.
-No, gracias, por hoy tengo bastante. Estoy cansadísimo. Tengo que dormir, o mañana volveré a tener bronca en el colegio. Creo que me echaré un rato, si a ti no te importa. Este mueble tiene aspecto de ser muy cómodo.
Y se tumbó en la acolchada y peluda calculadora, grande como un sofá.
-Por mí -dijo el anciano-, duérmete. Durmiendo es como mejor se aprende.
Esta vez, el diablo de los números se alejó de puntillas, porque no quería despertar a Robert. Quizá no sea tan malo, pensó Robert antes de dormirse. En el fondo es incluso muy simpático.
Y, así, se quedó dormido, sin perturbaciones y sin soñar, hasta bien entrada la mañana. Se había olvidado por completo de que era sábado, y los sábados no hay clase.
...