GUERRA ELECTRONICA

IMPORTACIA DE LA GUERRA ELECTRONICA EN LOS CONFLICTOS MODERNOS

Actualmente la guerra electrónica se está convirtiendo cada vez más importante en el espacio aéreo del siglo XXI y organiza uno de los elementos fundamentales en la guerra moderna, ya que permite proteger de un ataque a las propias fuerzas, negándole información al enemigo y también interceptar e interrumpir las comunicaciones de voz y los enlaces de datos de este mismo. De hecho, la guerra electrónica es una guerra continua entre sistemas activos que “atacan” y sistemas de defensa que protegen; muchos países operan una extensa red de estaciones de inteligencia electrónica en tierra, mar y aire, no sólo para controlar el espectro electromagnético sino también para interrumpir las transmisiones del enemigo.

Hoy en día, las unidades de defensa dependen más que nunca del espectro electromagnético para llevar a cabo las operaciones y deben actuar en un entorno electrónico que tenga todos los elementos, desde las técnicas básicas de guerra electrónica hasta contramedidas complejas y escenarios de amenazas; la utilización militar de equipos electrónicos alcanza a todos los niveles y modalidades de combate, en cuanto a los equipos de comunicaciones permiten el control en tiempo real de todos los escalones de las fuerzas de combate y facilita al comandante de las mismas los datos necesarios para evaluar la situación.

Los sistemas de radar permiten una alerta anticipada de un ataque aéreo enemigo, y los sistemas electrónicos de dirección de tiro contribuyen a la defensa antiaérea. Estas redes electrónicas logran guiar a los aviones de interceptación contra la fuerza enemiga. Estos mismos aviones cuentan con un sofisticado conjunto de equipos para la localización de blancos, navegación y guiado de las armas hasta el objetivo. Sin embargo, como la totalidad de estos sistemas dependen en gran medida del espectro electromagnético en lo relativo a Inteligencia y operatividad, las fuerzas enemigas pueden utilizar otros dispositivos electromagnéticos para disminuir su utilización óptima e incluso servirse de nuestro sistema.

Desde la creación del radar durante la Segunda Guerra Mundial, la guerra electrónica no ha cesado de progresar a pasos agigantados hasta constituirse hoy en día en el factor decisivo de la victoria. De la misma forma que sin conquistar la Superioridad Aérea es impensable obtener la victoria, sin la Superioridad Electrónica es impensable conseguir esta. La capacidad de supervivencia de nuestras fuerzas en un ambiente enemigo y la precisión y efectividad de nuestras armas dependen de nuestra capacidad para controlar el espectro electromagnético.

Por otra parte la principal acción hostil en un enfrentamiento pasa siempre por la perturbación y el ataque a los sistemas de detección y comunicaciones del enemigo. Podemos decir que la guerra electrónica está inmersa en un continuo juego evolutivo

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