HOMO VIDENS
Enviado por MARIAPAULA1080 • 13 de Octubre de 2014 • 1.252 Palabras (6 Páginas) • 178 Visitas
HOMO VIDENS
La sociedad Teledirigida
Giovani Sartori es un filósofo italiano que nació el 13 de Mayo de 1924, es un prestigioso pensador especializado en la realización de análisis de política comparada. En 1946 recibe su licenciatura en Ciencias Sociales de la universidad de Florencia. Profesor emérito en la Universidad de Columbia de Nueva York y en la Universidad de Florencia, dio clases en Harvard, Yale y Stanford. Recibió en 2005 el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por la elaboración de la teoría de la democracia. Su trabajo ha influenciado en la realización de análisis de la democracia así como los sistemas de partidos y su relación con los sistemas electorales, aclarando conceptos y métodos de la Ciencia política. En 1971 fundó la Revista Italiana de Ciencia Política. Es autor de numerosos libros, traducidos en más de treinta países, entre los que destacan: Elementos de teoría política, Homo videns. La sociedad teledirigida 1998, La sociedad multiétnica 2001,¿Qué es la democracia? 1993, La democracia en treinta lecciones 2009 y Cómo hacer ciencia política 2012. Su obra se ha convertido en un elemento clave en la ciencia política de las dos últimas décadas.
En éste libro Giovanni Sartori expone su pensamiento acerca de que la televisión es un medio de comunicación que ha traído más perjuicios que beneficios para la humanidad debido a que empobrece además de modificar todo el aparato cognoscitivo del hombre. A través de la primacía de la imagen la televisión logra desplazar la mayor parte de la atención que se tenía hacia otros medios de comunicación como la radio, por lo que se considera que ya no somos unos homo sapiens, marcados por la escriturad, sino unos homo videns. Todo empieza cuando los niños, vulnerables a casi todo lo que hay en el medio, son atrapados por la televisión, es allí de donde nacen adultos que no se interesan por la lectura, pues quieren todo fácil, que les gusta más los videojuegos y que no aportan mucho al desarrollo de su entorno, por lo que se logra alcanzar es una ‘cultura de la incultura’. Para el autor la televisión entretiene y estimula, pero lastimosamente es más lo que nos empobrece. La capacidad de abstracción es supremamente importante para el hombre, pues permite administrar las realidades políticas, económicas y sociales, y nuestro vocabulario cuenta con numerosas palabras abstractas que no pueden traducirse con imágenes, no estamos produciendo ideas con la televisión, sino incorporándolas a nuestro pensamiento, ya que el sentido de la vista insinúa al hombre que todo lo que se vé hace parte de la realidad. Otro poder de la televisión es la utilización de las palabras que no logran tener una síntesis armoniosa, pues las palabras que se dicen en televisión no se ajustan a una explicación eficiente de la imagen. Las redes sociales alcanzan también gran auge, pero lastimosamente su uso no es el más adecuado, para generar más conocimiento, llegando a niveles extremos como el de perder el sentido de la realidad. La opinión teledirigida se basa en el poder de la televisión para condicionar tanto procesos electorales como al mismo gobierno, primero, se declara una opinión pública que no existe, ya que los encuestados no están preparados para contestar la mayoría de temas y se dejan llevar por la influencia del que pregunta, no permite una multiplicidad de autores, como lo señalan muchas investigaciones, la televisión influye en campañas electorales y ayuda más a elecciones individuales que partidistas, generando el eco de su propia voz. La desinformación, el pseudo–acontecimiento, entrevistas casuales, la creación del formato aldea, la poca imparcialidad, la premiación a lo excéntrico y el privilegio
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