Historia De Los Mundos
Enviado por Pat65 • 24 de Junio de 2014 • 4.770 Palabras (20 Páginas) • 226 Visitas
Contiendas metodológicas en Ciencias Sociales
¿Lo cualitativo y lo cuantitativo?
Pablo Pascale
La discusión sobre métodos en las ciencias sociales es de larga data y fundamentalmente se ha centrado en el estudio de la pertinencia de los métodos cualitativo o cuantitativo para el estudio de los fenómenos sociales.
Nuestro objetivo reside aquí en explorar sintéticamente dicha discusión y arribar a las posturas actuales sobre esa larga contienda. Para ello es preciso, en primera instancia, realizar un breve recorrido histórico.
Podemos partir de la base que propone Bernal (1976): -en que desde el amanecer de la ciencia ha existido una lucha, unas veces latente y otras activa, entre dos grandes tendencias opuestas: una formal e idealista; la otra, práctica y materialista.
En una línea similar, pero enfocando su análisis en el campo de las ciencias sociales, Fernando Conde (1995) resume en cinco momentos históricos la percepción de la pertinencia de las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa.
Un primer momento nos sitúa en la Grecia clásica, donde la polémica entre lo cualitativo y lo cuantitativo se vinculaba con los distintos planteamientos de Platón y Aristóteles. Platón, en su posición formalista e idealista, promovía sustituir la naturaleza misma por las matemáticas, sentando las bases de la matematización y de la medida, así como la conexión de ambas con una pura dimensión sincrónica de las cosas, siempre en reposo. Por su lado Aristóteles, contrariamente, defendía una aproximación a la naturaleza empírica (empireia, como trato directo con las cosas), analógica y sensible. Su posición se adscribe más a una perspectiva cualitativa.
Un segundo momento estaría situado en la Baja Edad Media y estrechamente vinculado a la aceptación del cero y el vacío, junto al surgimiento de la burguesía. El cero y el vacío proporcionaban una posibilidad de matematización de la naturaleza y de invertir el orden de su estudio. Si en la Grecia clásica primero era el abordaje sensible, cualitativo de la naturaleza, y posteriormente su matematización, en la Baja Edad Media ella se invierte, pasando a ser la cuantificación de la naturaleza la primera instancia.
Al tercer momento se arriba en la modernidad. La contienda se entabla fundamentalmente entre Newton y Leibniz. Con Newton se matematiza plenamente la naturaleza, juntamente con el desprendimiento de una visión teocrática de la misma. Por su lado, Leibniz defiende una naturaleza cualitativa, no vacía y sí diferenciada. Como lo señala Ilya Prigogine, Newton transforma la naturaleza en una mecánica estúpida y pasiva. Se torna, así, en una máquina al servicio de la contabilidad burguesa.
El momento cuatro adviene con el surgimiento del método experimental, fundamentalmente de la mano de Boyle y de la invención de los primeros instrumentos y experimentos de laboratorio. El desarrollo de la tecnología experimental habilita la creación de naturaleza, se trasciende el debate discursivo y se empieza a producir naturaleza "vacía" (Conde refiere así la designación que da Latour). Las disensiones surgen entre el "plenismo" y la posibilidad del vacío. Por su lado, Hobbes defiende la existencia de un espacio cualitativo, llano y sensible, y presto a demostrarse matemáticamente sin ayudas exteriores. En este momento, con el desarrollo de los experimentos de laboratorio, se engendra una metodología cuantitativa que posibilita crear los hechos, la naturaleza.
El quinto momento corresponde a la racionalización y formalización de lo social, de la mano de Max Weber, con la fundación de la sociología como disciplina que pretende entender y explicar la acción social como conducta humana con un sentido subjetivo. Puede considerarse a Max Weber como uno de los fundadores de la perspectiva cuantitativista en ciencias sociales, ya que para él la evidencia se alcanza a través de lo racional, o sea de la lógica y la matemática.
Queda planteada así, a partir de esta síntesis, el desarrollo de las dos perspectivas que, a la luz de ciertos cambios en el seno de las ciencias, fundamentalmente la física, retoman en los últimos años su polémica en la búsqueda de una definición.
SINOPSIS
El apoyo en la metodología cuantitativa, como hemos visto, es de larga data en el campo de las ciencias, y más particularmente despliega una importante influencia en las ciencias sociales. En determinados momentos históricos las ciencias sociales han sentido que su estatus de ciencia les era atribuido por la sola aplicación de la matemática y la metodología cuantitativa en general.
Pero en tiempos no muy lejanos ha surgido en ellas la necesidad de una revisión del paradigma cuantitativo, fundamentalmente a partir de ciertos hallazgos científicos en las ciencias físicas. Más precisamente, el principio de incertidumbre y la teoría relativista, que cambiaron para siempre la relación sujeto-objeto, implicaron el abandono de la dominación del paradigma positivista. El principio de complementariedad onda-corpúsculo, desarrollado por Planck, Bohr, Einstein y otros, ha iniciado un debate en las ciencias naturales que las ha trascendido y se ha instalado en las ciencias sociales. Como señala Jesús Ibáñez (1990), si la relación onda-corpúsculo es homóloga a la relación cualitativo-cuantitativo, entonces sería preciso reflexionar sobre la complementariedad de ambas perspectivas metodológicas en las ciencias sociales. Nos acercamos así, al punto de partida del presente trabajo: explorar las pertinencias de ambas perspectivas metodológicas y sus posibilidades de complementariedad.
Manuel Beltrán (1990) propone que las ciencias que se encargan del estudio de la realidad social elevan dos cuestiones a ser analizadas. La primera, lo problemático que es referirse a un método científico; y la segunda, si las ciencias naturales han de ser el modelo en el que se miran, como a un espejo, las ciencias sociales. Con relación a la primera cuestión, Beltrán menciona la imposibilidad de referirse a un solo método en ciencias sociales, pues el análisis de la realidad social implica el análisis de lo multifacético, lo cual ha impedido una práctica científica unánime. En cuanto al segundo caso, establece que las ciencias sociales no deben mirase en el espejo de las ciencias naturales, pues el objeto de las ciencias sociales no se lo permite dado que podríamos decir que es un objeto subjetivo. Con esto alude a que el objeto final de las ciencias sociales es el estudio del propio ser humano y sus procesos sociales, lo cual posee, como elemento de estudio, la subjetividad . Esto diferencia
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