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Enviado por ma.fernandagodoy • 9 de Octubre de 2012 • 658 Palabras (3 Páginas) • 407 Visitas
Las virtudes aplicadas a la vida y en la profesión
En filosofía, el término virtud se define como “el hábito o cualidad permanente del alma que da inclinación, facilidad y prontitud para conocer y obrar el bien y evitar el mal”. Teniendo en cuenta esto ¿Qué tan importante es ser un hombre virtuoso?, ¿Las virtudes que posee un individuo tendrán implicancia en el éxito o fracaso de su desempeño y crecimiento como profesional? Para poder responder a esto, es necesario conocer a qué alude cada una de las virtudes, cómo se clasifican y dónde las vemos reflejadas en el diario vivir.
Primero, hay que tener en consideración que el hombre no es un ser aislado, es un ser sociable por naturaleza, que requiere interactuar constantemente con su entorno y sus semejantes. Precisamente aquí, es donde las virtudes comienzan a ser esenciales para el individuo ya que le permiten actuar buscando el bien común, es decir, no sólo para él, sino que para la comunidad en donde vive, con el objetivo de alcanzar una armonía y equilibrio en los aspectos bio-psico-sociales conectando su mente-cuerpo y espíritu como fruto del pleno amor por todo lo creado.
A su vez, existen dos clasificaciones de virtudes: teologales y morales. Las teologales, son las que emanan directamente de Dios, es decir, tienen origen sobrenatural, por lo que no necesitamos de un esfuerzo propio para adquirirlas. Entre estas, se puede mencionar: la fe, la caridad y la esperanza. Por otra parte, las virtudes morales son aquellas en las que sí se necesita un esfuerzo propio para adquirirlas, es por eso que son de carácter natural y se alcanzan sólo con la práctica frecuente y habitual. Entre las más importantes que se encasillan dentro de este grupo encontramos: la templanza, la prudencia, la justicia y la fortaleza. El conjunto de todas estas virtudes al adquirirlas y hacerlas propias, nos acerca un poco al ideal de un ente integral más próximo a la perfección.
Una breve descripción de las virtudes teologales que son obsequiadas por gracia divina:
• Fe, palabra proveniente del latín fides que significa creer, es la virtud teologal en donde un individuo acepta la palabra de otro, entendiéndola y confiando que es honesto. Los poseedores de fe saben que por encima de toda duda y preocupaciones de este mundo las enseñanzas de esta virtud son enseñanzas de Dios y por lo tanto son ciertas y buenas.
• Caridad, virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas, a él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios.
• Esperanza, virtud que capacita al hombre para tener confianza y plena certeza de conseguir la vida eterna y los medios, tanto sobrenaturales como naturales, necesarios para alcanzarla, apoyado en el auxilio omnipotente de Dios.
Así mismo, las virtudes morales que perfeccionan el comportamiento del individuo en los medio que conducen a Dios
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