IMPLICACIONES PARA LA TECNOLOGIZACIÓN DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO

Juan Diego Ortiz Galeano

23 de agosto del 2021

Política Internacional y Tecnologías de la Información y la Comunicación

Prof.a Merly Herminda Guanumen Pacheco

IMPLICACIONES PARA LA TECNOLOGIZACIÓN DE LAS RELACIONES  INTERNACIONALES EN PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO

Resumen ejecutivo: 

Países que históricamente se han visto relegados a puestos de dependencia en el Sistema Internacional por factores económicos y políticos, principalmente, encuentran ciertas limitaciones en la interacción con el ciberespacio. Su poco desarrollo tecnológico y la falta de incursión  en este ámbito está llevando a una exclusión del ciberespacio y del gran número de interacciones que ocurren en él, a manos de grandes potencias mundiales quienes establecen una normatividad general del ciberespacio de acuerdo con sus valores, principios y paradigmas. Sin embargo, se hace necesario que estos países tengan un rol más activo en una nueva economía política global basada en procesos de digitalización. No basta solo con las imposiciones de los países más desarrollados en este campo, pues no reconocen las diferencias del uso de la red en diferentes partes del mundo. Además, al tratarse de un fenómeno que atraviesa fronteras y entra en problemas de soberanía, su consenso se hace fundamental. Que los países en vías de desarrollo se adentren en el mundo cibernético les permitirá empoderarse para poder sentar sus percepciones y experiencias en este Nuevo Orden Mundial digital que trae consigo nuevos desafíos y amenazas digitales.

Palabras clave: Tecnologización, digitalización, Relaciones Internacionales, países en vías de desarrollo, asimetrías de poder

1. Introducción

El avance cada vez más apresurado de las tecnologías de la información y la comunicación, y el camino a una digitalización se ha vuelto  un factor clave en nuestras vidas. Estas tecnologías se toman diferentes áreas del conocimiento y se incrustan en todas las dinámicas sociales en las que estamos inmersos, estableciendo una transición digital cada vez más evidente (Martel, 2018). Aquí las relaciones internacionales no son la excepción. Estamos en un mundo cada vez más conectado por el ciberespacio, situación que puede llegar a desafiar al mismo Estado con la permeabilidad de las frontera y el gran flujo de información que circula libremente por diferentes territorios (Choucri, 2012). Es por lo que muchos Estados han tomado partida en este creciente fenómeno y se inscriben en estas dinámicas como herramientas para su gestión y como una forma de tratar de controlarlo.

Países que históricamente se han visto relegados a un puesto de dependencia en el Sistema Internacional por factores económicos y políticos, principalmente, encuentran ciertas limitaciones es este campo. Su poco desarrollo tecnológico y la falta de incursión está llevando a una exclusión del ciberespacio y el gran número de interacciones que ocurren en él, a manos de grandes potencias mundiales quienes establecen una normatividad general del ciberespacio de acuerdo con sus valores, principios y paradigmas. El avance cada vez más apresurado de países potencia en tecnología en temas como ciberpolítica, ciberseguridad, Big Data, y uso de datos; amenazan con generar un aumento de las asimetrías existentes frente al control del ciberespacio y de lo que podría llamarse las ciber Relaciones Internacionales si los países en desarrollo no toman partida al respecto. Es así como se hace necesaria la pregunta ¿Qué implicaciones tendría la implementación de la digitalización y la tecnología en las Relaciones Internacionales de países en vías de desarrollo?

1. Migración a un Orden mundial digital

Como ya se mencionó, el mundo se encuentra en una transformación hacia un orden mundial digital en donde el ciberespacio se vuelve un escenario más de la política mundial en donde “No es solo la permeabilidad de las fronteras territoriales lo que caracteriza a la era cibernética, sino también las ambigüedades prevalecientes sobre las posibilidades de un control efectivo” (Choucri, 2012, p, 51). Es aquí donde los países en vías de desarrollo observan grandes desventajas, pues la falta de conectividad global, la falta de inversión en esta área y el monopolio del ciberespacio por grandes potencias occidentales lleva a que su capacidad de maniobra se vea limitada.

Aun así, el proceso de digitalización se presenta como una oportunidad que “(…) transforma las relaciones de producción, propiciando formas de gobernanza que expresan dinámicas de conflicto y cooperación en las que se pone en juego la construcción de nuevas configuraciones de un orden mundial digital” (Villa Seone & Saguier, 2015, p. 115). Por lo tanto, para los países en vías de desarrollo incursionar en temas de ciberpolítica y de digitalización de sus relaciones, lleva a incrementar su papel y su participación en una nueva Economía Política Global basada en un procesos de digitalización. Así, se evitaría el aumento de la brecha del subdesarrollo, del incremento de las asimetrías entre estos países y en consecuencia el aumento de históricos patrones de dependencia.

Si bien vivimos en un capitalismo de datos monopolizado por empresas particulares de países desarrollados, encabezados por Estados Unidos, pero también muy presentes en China, y en menor medida, en Canadá, Israel, Rusia, y otros países europeos (Villa Seone & Saguier, 2015); es necesario que otros actores del sistema internacional empiecen a actuar al respecto y eviten el incremento de las asimetrías. La falta de un enfoque en el desarrollo de la participación en asuntos globales del ciberespacio lleva a un incremento de la desigualdad entre países y plantea grandes obstáculos para estos a la hora de participar en un sistema internacional y una sociedades que migran al avance cada vez más apresurado de las tecnológicas. Nos encontramos en una pugna por el establecimiento de un orden mundial en el ciberespacio, donde los países en vías de desarrollo deben ver al Internet como un escenario que permite una participación mas amplia de varios actores y así familiarizarse y contribuir en lo que podría ser una ciber política Internacional.

1. Incursión en la relaciones digitales

Para ampliar el interés y los recursos en la digitalización de la ciberpolítica y las Relaciones Internacionales es necesario considerar 4 aspectos que exponen Villa Seone & Saguier (2015), que se establecen como nuevas configuraciones de un orden digital: la ciberseguridad, la gobernanza del comercio y las finanzas globales, los derechos humanos y el medioambiente. Esto puntos son generados en un contexto de disputas por el orden mundial y nuevas formas de gobernanza del ciber espacio las cuales tienen que basarse en el consenso y la participación de todos los actores del Orden Internacional incluidos los países en desarrollo. No basta solo con la imposición de los países más desarrollados en este campo; pues al tratarse de un fenómeno que atraviesa fronteras y entra en problemas de soberanía, su consenso se hace fundamental.  

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