Ingeniero De Mercados
Enviado por pepito_lopez • 21 de Julio de 2012 • 2.705 Palabras (11 Páginas) • 420 Visitas
El Recurso Humano1
Humberto Ruiz Calderón
El término “recurso” tiene por lo menos ocho acepciones. La que nos interesa, en este caso, refiere el término al “conjunto de elementos disponibles para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa.” Si se une recurso a lo humano la finalidad es la creación de la vida misma, la satisfacción de las necesidades sociales y en un plano mas concreto la creación de riquezas (valores de uso y de cambio).
El término de “recurso humano” es de uso relativamente reciente. En la actualidad sabemos que la capacidad humana para modificar el entorno social, crear nuevos productos comerciales, resolver los problemas del medio ambiente y hacer la vida diferente y mejor reside en las “cualidades” que tenga las personas de una determinada sociedad.
Pese a que nos pueda parecer extraño, esta visión no siempre ha sido así. Muchas veces se creyó que la existencia de un determinado bien mineral, de grandes extensiones de suelo fértil o de ingentes capitales era más importante que el hombre mismo, para generar riqueza.
Es decir, que el concepto de riqueza y del elemento que lo genera ha pasado por muy diversas etapas en la historia de la humanidad y del pensamiento económico.
Durante el “mercantilismo” (siglos XV al XVIII), la riqueza de la sociedad fue entendida como el logro alcanzado por la mayor acumulación de dinero y en consecuencia, los metales preciosos, en especial el oro y la plata fueron el sinónimo de la riqueza. Fue este criterio el que hizo que las sociedades europeas y en especial España se empeñaran en abrir nuevas rutas comerciales y con ello se produjeron los hallazgos que dieron con el “Nuevo Mundo”. La búsqueda de oro en América y su traslado a España estuvo inspirada en el concepto que para la época existía sobre la riqueza y que la misma se lograba en la esfera de la circulación de los bienes económicos.
Los fisiócratas, y en particular Quesnay, argumentaron, en el siglo XVIII, que la verdadera riqueza la generaban los agricultores pues era el suelo el único bien natural capaz de producir riqueza. Frente a los agricultores, quienes fueron considerados la clase productora, los artesanos se les vio como la clase estéril. Pero ello abría de cambiar con el tiempo.
La pérdida de las colonias hispanoamericanas y la crisis de la monarquía española de principios del siglo XIX, hizo que el criterio de riqueza fuera centrado en la capacidad productiva. Inglaterra y posteriormente los EEUU mostraron que la industrialización, y.
en particular la producción de maquinarias herramientas, fueran el eje de la generación de riqueza.
Ya el capitalismo se había entronizado en todos los ámbitos del planeta y se comenzó a ver que el capital (como relación social), era el elemento económico capaz de generar nueva riqueza (plusvalía) (Marx dixi). Al finalizar la Segunda Guerra Mundial los programas de desarrollo auspiciados, tanto en América latina, como en las antiguas colonias europeas de Asia y Africa, para impedir la expansión del comunismo durante la Guerra Fría, insistieron que había que abaratar el capital y ofrecerlo a estos países para generar procesos de industrialización y con ello el desarrollo económico. Sin embargo, todo el siglo XX vio acrecentar la riqueza en las antiguas potencias - Alemania y Japón - que fueron derrotadas y que también se beneficiaron de los créditos para su reconstrucción. ¿Qué diferencia había entre los planes de reconstrucción de Alemania y Japón, frente a los créditos para los demás países coloniales o de América Latina que tuvieron resultados totalmente diferentes? ¿Es el capital el exclusivo elemento capaz de inducir la generación de riqueza? La distinción era que su recurso humano estaba mucho mejor preparado, a pesar de la derrota militar.
En los años 30 del siglo XX Shumpeter había indicado que el carácter “innovador” del empresario capitalista, era el elemento que le daba vida y continuidad al proceso de “destrucción y creación” de nuevos negocios y riqueza. Al inicio, el interés estuvo centrado en la capacidad empresarial para establecer nuevos negocios, tomando en consideración tanto ventajas competitivas como comparativas. En el fondo, lo que estaba ocurriendo era que el tiempo entre el desarrollo de la actividad científica y su aplicación tecnológica e industrial se hacía cada vez más corta. Incluso, en muchos casos, el proceso ciencia, tecnología y actividad económica, ya no se veía como un continuo en una sola dirección. En muchas oportunidades se invierte este camino: actividad económica, tecnología y ciencia. Así, llegamos a lo que es la característica de la sociedad post-industrial y lo que serán las primeras décadas del siglo XXI. Estamos frente a una realidad que es denominada con toda certeza la sociedad del conocimiento. El saber en sus diversas manifestaciones y en particular como insumo para la vida económica y para la generación de riqueza, será cada vez más importante y de más rápida vinculación para resolver los problemas de la sociedad. Pero, a pesar de que ya se avizora la utilización de máquinas inteligentes para reemplazar a mucha “mano de obra” calificada e incluso ya se utiliza robot para infinitas tareas productivas rutinarias y altamente peligrosas, siempre habrá un “cerebro humano” o un conjunto de ellos, para hacer posible su construcción.
Regresemos a la primera parte del artículo y a la acepción que los “recursos son el elemento disponible para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa”. Por extensión los recursos humanos son la disponibilidad en cantidad y calidad para generar riqueza y bienestar en una determinada sociedad.
Actualmente se sostienen sin duda alguna que, el recurso humano es el más importante factor de la actividad productiva de una sociedad. ¿Puede existir una sociedad con altos niveles de desarrollo económico y humano con un recurso humano
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enfermo, analfabeto, depauperado y anarquizado? Indudablemente que no. El gran reto del próximo siglo, en un nivel planetario, será resolver los dos grandes problemas que nos aquejan hoy. La pobreza de una parte muy grande la sociedad global y, a la vez, detener y revertir el deterioro en el medio ambiente que el modelo de desarrollo vigente esta produciendo. ¿Estaremos suficientemente preparados como especie para enfrentar estos inmensos retos? ¿Están actualmente o en el futuro cercano los recursos humanos globales en capacidad de convivir con el resto de los “otros recursos” del planeta de forma armónica, antes de producir una catástrofe planetaria? ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para buscar una posibilidad de desarrollo humano y sustentable?
HRC/07.03.99
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Marc Bloch analiza
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