La Biblia Y El Dia Del Perdon
Enviado por mochirrisd92 • 16 de Junio de 2012 • 1.540 Palabras (7 Páginas) • 763 Visitas
La Biblia y El Día del Perdón
El SEÑOR le dijo a Moisés: Asegúrate de celebrar el Día del Perdón el décimo día del mismo mes, nueve días después del Festival de las Trompetas. Lo celebrarás como día oficial de asamblea santa, un día para negarte a ti mismo y presentar ofrendas especiales al SEÑOR. No hagas ningún trabajo durante todo el día porque es el Día del Perdón, cuando se presentan ofrendas de purificación por ti, para hacerte justo ante el SEÑOR tu Dios. Los que no se nieguen a sí mismos en ese día serán excluidos del pueblo de Dios; y yo destruiré a aquellos de entre ustedes que hagan algún trabajo en ese día. ¡No deberás hacer ningún trabajo en absoluto! Esta es una ley perpetua para ti, que se cumplirá de generación en generación dondequiera que vivas. Este será un día de descanso absoluto, y en ese día debes negarte a ti mismo. Este día de descanso comenzará al atardecer del sol del noveno día del mes y se extenderá hasta el atardecer del décimo día.
Levítico
El día del perdón empieza un día viernes a partir de las cinco de la tarde, Israel se convierte en otro país, los autobuses, trenes, coches o aviones se detienen por completo. Todos los ministerios, instituciones públicas, empresas privadas y comercios, se cierran. Durante 25 horas, las calles de todo el país están ocupadas por centenares de miles de niños en bicicleta. Las sinagogas presentan su mejor entrada. Es el Yom Kipur, (Día del Perdón), la jornada más sagrada del judaísmo, que paraliza completamente Israel y es respetado por el grueso de los más de 13 millones de judíos que hay en todo el mundo.
1. El día del perdón, o Yom Kipur, es el día judío del arrepentimiento, considerado el día más santo y más solemne del año para el pueblo de Israel. Basado en el mandato que Dios dictó en Levítico, el tema central es la expiación (desagravio, reparación) y la reconciliación (arreglo, armonía).
2. Este día sigue siendo una fiesta solemne en Israel, comienza con un ayuno de reflexión, pues lo más importante en el día del perdón no es esperar que todos te lo pidan, sino estar listo a pedirlo, reconociendo por lo tanto, los errores cometidos. Al contrario de lo que nos podríamos imaginar, este día de Yom Kipur no es un día triste, es un día para estar feliz.
3. El día del perdón y ayuno es sobre todo el día en el que los judíos oran, reflexionan y piden perdón ante sus familiares, amigos, conocidos y desconocidos. En las horas previas, la costumbre es pedir perdón al que uno cree que ha tratado de forma incorrecta o ha ofendido.
Las nuevas tecnologías han acudido al socorro de los creyentes y los perfiles de Facebook se llenan de peticiones de perdón. No sólo hay el “me gusta” sino también el “pido perdón”. Asimismo, millones de sms suelen colapsar la telefonía israelí.
Un rabino llamado Tsión Algazi fue sorprendido por un alumno con esta pregunta:”Si he enviado sms a mis amigos y compañeros pidiendo perdón, ¿quedo exento de tener que ir a verles personalmente para presentar mis excusas?”. Más acostumbrado a beber de las fuentes bíblicas que navegar en las modernas aguas virtuales, el rabino contestó: “El envío de un mensaje es bendecido y puede ser suficiente si la otra persona no está realmente enfadada contigo. De lo contrario, debes pedir perdón personalmente y esperar su respuesta”.
Un dato interesante es que este día del perdón dura veinticinco horas, es necesario todas estas horas en ayuno, sin hacer otra cosa que meditar y reflexionar, para que realmente delante de Dios estar listo a reconocer, cuantas personas necesitan escuchar seriamente que lo sientes de corazón.
¿Les gustaría que en nuestro hermoso País, hubiera un día tan sagrado como este? Cuando sueño despierta imaginando esta ilusión me tengo que despertar pronto porque a decir verdad, es bonito que te pidan perdón, pero cuántos estamos listos a reconocer que hemos fallado.
Hablemos un momento sobre la práctica del perdón
1. Nosotros fuimos perdonados. La mayoría de los cristianos cuando vinimos a los pies de Cristo asumimos que éramos culpables de algo, aceptamos que no éramos perfectos, reconocimos debilidades, entendimos el por que de nuestros fracasos y entonces humillados y arrepentidos buscamos el perdón de nuestras miserias.
2. Pero nos olvidamos que lo fuimos. Con el correr de nuestra nueva vida regenerada sin embargo, algo empieza a pasar que hace que esta experiencia sublime deje de serlo, y entonces, parecería que siempre fuimos buenos, siempre fuimos bien intencionados, es decir, se
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