La Influencia De Las TIC En El Proceso De E-A
Enviado por ralphyno2000 • 28 de Agosto de 2012 • 1.600 Palabras (7 Páginas) • 580 Visitas
1.1. La presencia de las tecnologías de la información
y de la comunicación en la vida y en la educación escolar
La revolución de la información y de la comunicación es ya una realidad y
la sociedad no puede comprenderse sin la imparable influencia de las nuevas
tecnologías. También el futuro va a ser distinto, no sólo por la dinámica
de los cambios sino por las impredecibles consecuencias de las próximas
innovaciones.
Las tecnologías de la comunicación y de la información (TICs) están presentes
en todos los ámbitos de la vida diaria: en el trabajo y en el ocio, en
las relaciones sociales, en la búsqueda de la información, en la estructura
de los conocimientos y en los intereses y motivaciones de las personas.
El correo electrónico, por citar un ejemplo próximo y popular, está sustituyendo
al correo postal tradicional. Pero no solo está aumentando la conexión
entre las personas, sino que está modificando también las formas y los
estilos de escribir y de comunicarse. Compárese un mensaje electrónico o
telefónico, acéptese que todavía se pueden separar ambos, con una carta
escrita con voluntad de echarla al buzón, expectativa de que el destinatario
la lea tres o cuatro días después y esperanza de recibir respuesta al cabo
de varias semanas. No hay joven en la actualidad que aguante semejantes
periodos en sus relaciones sociales.
La extensión de las TICs está modificando los entornos educativos y los propios
procesos de enseñanza y aprendizaje. La búsqueda de información por
Internet se está incrementando de forma imparable y está sustituyendo a
las tradicionales consultas a manuales o enciclopedias. La familia que se
congregaba en las últimas décadas en torno al televisor empieza a disputarse el uso del ordenador. Los alumnos eligen entre sus actividades preferidas
los videojuegos y es ya bastante usual encontrarlos jugando los sábados
y domingos en salas públicas de ordenadores. Poco a poco, las nuevas
generaciones sustituyen las páginas escritas por la información
multimedia, la selección de la información entre escasas alternativas por la
selección entre innumerables posibilidades. La realidad que se está imponiendo
es que el ordenador está transformando las experiencias de las nuevas
generaciones y está abriéndose camino en las escuelas. Lo que falta por
averiguar todavía es su impacto en el desarrollo y en el aprendizaje de los
alumnos.
Los intentos de utilizar los ordenadores para favorecer el aprendizaje de los
alumnos tienen ya una cierta historia. Tal vez el trabajo de Atkinson1 en 1968
puede considerarse el esfuerzo pionero en este ámbito. A partir de esta fecha,
la presencia de los ordenadores en los hogares y en las escuelas ha
tenido un crecimiento exponencial. Poco a poco, la valoración de que la utilización
de los ordenadores en el proceso de enseñanza y aprendizaje era
una garantía de mejores resultados de los alumnos ha ido dejando paso a
una visión más prudente y exigente: las tecnologías de la información tienen
un gran potencial para favorecer el progreso de los alumnos y de los
profesores, pero solo si son utilizadas de forma apropiada (Cognition and
Technology Group at Vanderbilt, 1996)2.
Las ventajas que se han atribuido a las TICs como instrumentos de mejora
de los aprendizajes de los alumnos son numerosas. La primera es su capacidad
para crear contextos de aprendizaje que abren nuevas posibilidades
de información y de comunicación y que conectan con alguna de las competencias
que son necesarias para desenvolverse en el siglo XXI. La segunda
es su interactividad. Los estudiantes pueden adentrarse con más facilidad
en experiencias de aprendizaje en las que reciben nueva información,
están en contacto con otros aprendices, comprueban sus avances y dificultades
y pueden ensayar estrategias diferentes para construir sus conocimientos.
En tercer lugar, los programas informáticos pueden transformar nociones
abstractas en modelos figurativos, lo que facilita su comprensión y
su aprendizaje. En cuarto lugar, la utilización de los ordenadores en la escuela aproxima el entorno escolar a otros entornos del alumno [familia, amigos],
lo que facilita la transferencia de los aprendizajes de unos contextos
a otros. Y finalmente, el ordenador puede ampliar las relaciones de los alumnos
y de los profesores con otros maestros o aprendices. Es posible establecer
relaciones con otras clases, otras escuelas, otros centros de trabajo,
otros grupos innovadores, de tal forma que profesores y alumnos se encuentran
con profesores y alumnos que comparten sus mismos objetivos o
con profesionales que van por delante pero que están dispuestos a ser los
maestros.
Claro que como se destacó anteriormente, todo esto es posible si existe un
modelo o proyecto pedagógico que soporta estas posibilidades. Si no es
así, los alumnos pueden dedicar su tiempo a actividades superficiales, a conocer
información desconectada o a establecer relaciones informales.
El alumno puede haber buscado y comprendido la información, pero si no
hay un esfuerzo de elaboración y de reorganización de los conocimientos
tal vez haya malogrado su tiempo. En ocasiones, el esfuerzo que alumnos
y profesores realizan para entender el manejo del ordenador y seguir las
instrucciones que conducen a los textos previstos puede limitar el trabajo
de elaboración conceptual. El alumno termina la sesión con la sensación de
que ha visto y buscado mucho, pero que ha aprendido poco. No es extraño,
por ello, que exista una amplia prevención en determinados sectores del
ámbito educativo hacia la utilización del ordenador como herramienta para
el aprendizaje de los alumnos, en parte por
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