La Tecnologia

La tecnología de la comunicación sirve como un complemente- a una decisión de cambio social, a recursos cambiantes, a un buen diseño instruccional, a otros canales de comunicación y a un detallado conocimiento acerca de sus usuarios.

La tecnología de la comunicación ha sido aplicada a una amplia variedad de problemas de desarrollo como un componente en una variada gama de estrategias.

La comunicación como un altavoz de bajo costo.

La extensión de la voz experta a un costo razonable es ciertamente una de las justificaciones primordiales del uso de los medios masivos de la comunicación en proyectos educa- informacionales. En algunos sectores, como en la educación formal, pero también en la agricultura o la salud en casos en los que grupos locales de monitoreo voluntario, utiliza la trasmisión por radio, la tecnología de la comunicación es empleada primordialmente para mejorar la calidad de la comunicación. En otros sectores, por ejemplo el agrícola, la planeación familiar y los proyectos de salud, sucede que cuando las audiencias deseadas se encuentran mas allá del alcance de la red de comunicación ya establecida, la tecnología de la comunicación se utiliza para extender la vieja red de comunicación.

La Tecnología de la Comunicación como un Catalizador Institucional

Los proyectos basados en los medios masivos gozan de la calidad de “estrellas” y pueden, por tanto atraer tal tipo de apoyo de un gobierno. Al mismo tiempo, la calidad “estrella” conlleva riesgos. Estrategias técnicamente más apropiadas pueden llegar a ser rechazadas a consecuencia de que existen otras estrategias políticamente más atractivas basadas en los medios de comunicación un riesgo especial cuando se trata de lo que Wilbur Scharamm ha llamado “Medios Grandes” como pueden ser las trasmisiones televisivas o vía satélite. Además el apoyo político puede desvanecerse antes de que el proyecto concluya o si quiera se inicie cuando se trata de proveer la infraestructura esencial para que un proyecto de comunicación funcione efectivamente. De hecho, las inversiones en la tecnología de la comunicación puede, en el peor de los casos, proveer una apariencia pública y ruidosa de que algo se está haciendo y con ello evitar la implementación de reformas más significativas.

La Comunicación como Organizadora y Mantenedora

Una innovación en el proceso educativo puede estar excelentemente concebida y puede ser exitosa en efectuar los resultados educacionales de sus primeros usos, pero pueden, también, no mantener esos éxitos iníciales a largo plazo. El re-entrenamiento de maestros para mejorar las instrucciones en el aula puede sufrir este destino. Se le puede enseñar al maestro nuevas y valiosas técnicas pedagógicas, pero cuando regresa al aula, el ambiente de trabajo; permanece el mismo. Enfrentándose a la frustración inerte en las aplicaciones tipo intento-y-error de nuevos métodos y que normalmente preceden su dominio, los maestros encuentran más fácil el regresar a sus prácticas tradicionales de enseñanza.

Un reciente ejemplo norteamericano, el programa de prevención de desordenes de la salud de Stamford, ilustra otro aspecto de esta función de organizadora de actividades. Este programa experimental utilizo los medios masivos de comunicación para convencer a las audiencias deseosas de cambiar sus hábitos relacionados con las enfermedades cardiacas, incluyendo la dieta, y el ejercicio y el vicio de fumar. Sin embargo, los cambios en tales hábitos no pueden ser significativos a menos que perduren. Ello es particularmente cierto en los que se refiere a la dieta y el ejercicio. En tales circunstancias las campañas de comunicación pueden servir a las tres sub-funciones mencionadas cuando se usan apropiadamente – organizar el proceso educativo, mantener en proceso de innovación por un plazo prolongado y reforzar el cambio de conducta cuando nuevos comportamientos tiene que ser repetidos.

La Comunicación como ecualizador

Ya sea cuando se trata de la distribución de maestros, agentes de extensión agrícola o de servicios de salud, la experiencia nos ha provisto de una lección casi invariable –los ricos se vuelven más ricos-. Los maestros más experimentados, los mejores edificios, los libros de texto y otros materiales institucionales llegan primero a las escuelas urbanas, las escuelas para niños relativamente más aventajados. Los agentes de extensión agrícola llegan a los granjeros más ricos y con más tierra, pero raramente llegan a la masa de los granjeros pobres. Los servicios de salud se desparraman muy lentamente de las comunidades urbanas a las comunidades rurales.

La distribución desigual de recursos es inevitable siempre que los recursos sean limitados y la habilidad de ciertos grupos de posesionarse de esos recursos tienen también forzosamente que ser desigual. Un enfoque parcial a ese problema es el terminar con la limitación de recursos de tal manera que sea posible el acceso universal. Los medios de comunicación masiva en su capacidad de amplificador, puede permitir tal acceso universal.

El potencial ecualizador de a tecnología ciertamente existe. Sin embargo, dos limitantes deben ser reconocidas: Primero, una nación que desee tomar ventaja de la función ecualizadora debe comprometer los recursos necesarios para que un programa de ese tipo exista en primera instancia; segundo, debemos reconocer que la tecnología de la comunicación ofrece solo la promesa de acceso equitativo o de oportunidades, no necesariamente la igualación de beneficios. Aun cuando el diseño de los aspectos técnicos (hardware) como los aspectos de contenido (software) de un sistema de comunicación tiene la capacidad de afectar la igualdad de beneficios, una desigualdad substancial subsistirá con los resultados de habilidades y recursos.

La Tecnología de la Comunicación como acelerador de la interacción

La población rural depende, para bien o para mal, de la comunicación con la población rural para muchos aspectos de su vida. La semilla y los fertilizantes vienen de la ciudad y la cosecha se vende en la ciudad; los artículos de consumo son manufacturados en la ciudad; y las escuelas y centros de salud son mantenidos y supervisados, si acaso son mantenidos y supervisados, por oficinas centrales con sede en la ciudad.

Todas estas relaciones con centros de distantes requieren de comunicación. Y dicha interacción puede ser acelerada substancialmente a través de la tecnología de la comunicación, con la cual se podría lo quizá lograr una diferencia cualitativa en el carácter de algunas de estas interacciones.

Lo que no sabemos es cuales serian las implicaciones de tal aceleración. No sabemos cuáles de las relaciones centro-periferia permanecerían indelebles, cuáles de ellas serian afectadas

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