La Tv En El Peru
Enviado por alli1210 • 4 de Noviembre de 2014 • 2.358 Palabras (10 Páginas) • 256 Visitas
EL USO DEL HUMOR DENIGRANTE EN LA TELEVISIÓN PERUANA
Algunos programas cómicos de la televisión peruana utilizan la presunta condición racial de las personas como un elemento para la diversión. En ellos, son frecuentes las bromas sobre el color de la piel, la forma de hablar y la procedencia de una persona, en particular, de la población indígena, campesinos andinos y la población negra. En este sentido, cabe preguntarnos si este tipo de bromas y la reiterada imagen estereotipada de determinados grupos sociales que brindan los medios de comunicación contribuyen de algún modo al reforzamiento e institucionalización del racismo en el Perú.
PROGRAMAS CON CONTENIDO ESTERIOTIPADO
El rating los ha convertido en intocables y la audiencia los ha ubicado en el encabezado de sus preferencias. Sin embargo, se trata de programas denigrantes, que buscan reforzar estereotipos nocivos que alimentan el machismo.
I. El primero de nuestra lista aparece el programa nocturno “LA NOCHE ES MIA”, donde se ve completamente la transformación del conductor Carlos Galdós. De ser un comediante simpático que conducía con éxito un programa de radio diurno, ha adoptado el personaje de un trasnochado sujeto que humilla y se burla sin contemplaciones de cuanta mujer pise su set de televisión, no sin antes resaltar las partes físicas de la misma y asumir el rol de un individuo pervertido sin límites.
Ver “La noche es mía” resulta chocante. Desde la interacción que genera el Twitter del programa mostrado en pantalla, hasta la constantes faltas de respeto a las entrevistadas, este formato de late show termina por convertirse en una máquina de misoginia en señal abierta. El horario no debería ser una justificación para la objetivación sistemática que exige este programa.
No solo venden los desnudos que involucran mujeres, también venden las lágrimas, el morbo, el dolor femenino. Al final se encaleta la desmesura con una falsa mesura. Es el único momento en que este hombre muestra un atisbo de sensibilidad acompañado con una nauseabunda música de fondo. En ningún momento manda a reclame. Se relame con el dolor de la víctima y muestra una aparente comprensión con la que hace algunos puntos más de rating.
II. El siguiente es “EL VALOR DE LA VERDAD” este programa se mantiene gracias a las confesiones femeninas. Son las mujeres las principales invitadas a contar sus intimidades. Son un sinfín la declaraciones que indagan en lo más hondo de las jóvenes participantes, quienes acuden en busca de algo más que la fama que este programa promete.
III. “AMOR, AMOR, AMOR”. Este programa no necesita introducción. Es de la escuela que Magaly Medina implementó, aquella en la que las mujeres eran expuestas y juzgadas con una escalofriante autoridad moral. Rodrigo Gonzáles, alias “Peluchín”, es el heredero directo de esta misógina manera de hacer espectáculos en televisión.
Es este programa el que genera la dinámica de la sobre exposición de figuras y de casos. Esa es la dinámica que se maneja en el programa para con las señoritas entrevistadas. Los presentadores se colocan en una situación de jueces supremos y colocan a las jóvenes en el banquillo de los acusados. Y junto con los televidentes, maquinan la condena.
IV. “ESTO ES GUERRA”. En estos programas se estimulan los estereotipos tanto de los hombres como de las mujeres, pero analizaremos en caso femenino.
La idea que venden estos formatos se acercan a cánones de belleza ajenos a nuestra realidad racial y fenotípica. En primera instancia, se promueven cuerpos delgados y atléticos, que distan mucho de las curvilíneas formas peruanas alimentadas con lomo saltado y demás maravillas de nuestro empalagoso boom gastronómico.
No somos un país de agua hervida y ensalada. Tampoco somos una nación donde las mujeres promedio miden 1.70. Menos aún existe tiempo para ir al gimnasio en lugar del trabajo. Sin embargo, eso no es lo peor. Incluso podría quedar en lo anecdótico. Lo realmente lamentable es que estos programas promuevan la banalización de la educación y de la superación en base al estudio, pues tienen llegada a todos los sectores sociales, inclusive los más bajos, donde la educación es la única herramienta de emancipación. Es así. De un momento a otro el contenido fue reemplazado por el cuerpo, y se les quiere hacer creer a las niñas y adolescentes –principales consumidoras de estos formatos televisivos- que tener un hijo a los 23 años es lo normal, porque evidentemente estudiar una carrera universitaria o leer uno que otro libro no reafirmará sus abdómenes ni les dará como novio a Jaco Eskenazi. Quieren hacerles creer que la única forma de ser una mujer insertada en el sistema es negando sus capacidades intelectuales y reforzando las mallas que aprietan sus senos, y dentro de poco, también sus cerebros.
FORMATOS INCURSIONADOS EN EL PERU Y CONSECUENCIAS
Si hablamos de la presencia de los formatos en los canales nacionales, encontraremos que su popularidad ha sido reflejada en programas de entretenimiento tales como:
Bailando por un sueño (Televisa - Mexico),
El ultimo pasajero (Endemol - Holanda)
Canta si puedes (ITV1 – Inglaterra)
Combate (RTS – Ecuador)
Masterchef Perú (BBC – Inglaterra)
Minuto para Ganar (NBC – Estados Unidos)• La ruleta de la Suerte (CBS – Estados Unidos)
Dr. TV (Harpo Productions – Estados Unidos)
Yo soy (Endemol - Holanda)
Operación Triunfo (Endemol – Holanda)
El valor de la verdad (Sky One – Inglaterra)
Lo primero que se puede deducir es que la mayoría de formatos que se exportan son de entretenimiento, lo que reduce la posibilidad de realizar producciones de ficción locales. El problema con los formatos internacionales, las recetas perfectas de cómo realizar programas, es la disminución de difusión de la creatividad nacional y la reducción de la diversidad de otros géneros, pues los que comúnmente vemos son los programas de entretenimiento.
Un segundo punto es que la mayoría de estos programas presenta a personas comunes y, aunque se podría decir que estos formatos intentan ser democráticos al proporcionar una ventana a personas que normalmente no son representadas en los medios, se podría cuestionar si existen parámetros que limiten la elección de los participantes: potencial para causar controversia, un pasado oculto o el reflejo de problemas sociales comunes en el Perú.
Lo tercero es que programas como El valor de la verdad, al igual que sus otras versiones en el mundo, resalta el valor que se expande en el mundo. El valor de la privacidad se distorsiona y todos terminan siendo héroes al
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