La anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa es un trastorno en la conducta alimentaria que afecta mayoritariamente a adolescentes y a mujeres adultas jóvenes y que origina un estado de malnutrición caracterizado por el ayuno y el adelgazamiento voluntario.

La pérdida de peso se percibe como un logro y una disciplina extraordinaria, en tanto que existe un terrible miedo a la ganancia de peso, que se demoniza como una falta de control. En la anorexia se sufre una distorsión de la propia imagen corporal, lo que les hace sentirse obesos pese a su estado de extrema delgadez.

En ocasiones es difícil diferenciar este trastorno de otros, como la bulimia nerviosa, porque el paciente anoréxico en muchos casos puede pasar de la anorexia a la bulimia. También puede presentar episodios esporádicos de conductas propias de la bulimia, como atracones de comida o excesos alimentarios seguidos de conductas compensatorias para evitar el aumento de peso (como promover el vómito o la diarrea). De todas maneras, el paciente con bulimia nerviosa, en lugar de presentar una malnutrición por bajo peso, se identifica por un peso normal y muchas veces por sobrepeso.

El culto al cuerpo, los valores estéticos de nuestra sociedad, en la que el éxito y la autoestima suelen estar ligados a la delgadez, parecen ser uno de los factores desencadenantes que podrían explicar el incremento de enfermedades como la anorexia nerviosa, más comúnmente en las jóvenes que en los jóvenes. Si esto incide en personalidades predispuestas, adolescentes, con un ambiente exigente y perfeccionista, con una situación familiar caracterizada por la rigidez, la sobreprotección y la falta de resolución de conflictos, el desarrollo del trastorno puede verse como un intento de lograr control y autonomía, llevando a la práctica conductas claramente patológicas.

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