La aportación literaria de José María Arguedas
Enviado por kakaka • 21 de Julio de 2011 • Resumen • 498 Palabras (2 Páginas) • 1.925 Visitas
A los 30 años de su ausencia, podemos señalar que las contribuciones más substanciales de Jose María Arguedas fueron su narrativa andina y sus ensayos sobre folklore, etnología, antropología y cultura indigenista. Ello le mereció importantes premios y es objeto de numerosos estudios literarios y sociológicos. Intenté realizar hace algunos años, en Argentina, una investigación a fin de precisar cómo los aspectos sexuales de su infancia contribuyeron a desencadenar una patología depresiva que lo llevó finalmente al suicidio, pero las limitaciones que daban la distancia y la ausencia (en ese entonces) de estudios sobre el tema hicieron que desistiera de este primer intento. Han sido, entre otros, los trabajos de Cornejo Polar, Martín Lienhard, Willian Rowe, Flores Galindo, Mario Vargas Llosa, y las cartas editadas por John V. Murra, los que han enriquecido el análisis de la obra arguediana y nos permite efectuar ahora este artículo, que es el resumen de un trabajo mayor próximo a publicarse.
Las patologías psiquátricas emergentes en la adolescencia tienen generalmente sus orígenes en la infancia. En Arguedas esto es evidente. Nació en Andahuaylas en 1911, su padre, Víctor Manuel, era abogado de origen cuzqueño y su madre, Victoria Altamirano, señora principal de San Pedro de Andahuaylas, desafortunadamente murió en 1914, cuando él no había cumplido aun los tres años de edad, "Yo no me acuerdo de mi mamá. Esa es una de las causas de mis perturbaciones emocionales" afirmaba. En 1917 su padre se casa por segunda vez, se instala en Puquio, luego en Lucanas y empieza a viajar por todos los pueblos de la zona en busca de trabajo, su hermano viaja a Lima y José María queda tres años con su madrastra y un hermanastro, con los que vivió experiencias terribles. Pablo Pacheco, el hermanastro, diez años mayor que él, era el prototipo del gamonal serrano, cruel, prejuicioso, abusivo y racista. Como era además exhibicionista y sádico, obligó a Arguedas a presenciar sus abusos sexuales y lo relegó a la posición de uno de los sirvientes indios de la casa, rol que abandonaba sólo cuando llegaba su padre, y al partir éste volvía a dormir en la cocina en una batea sobre un pellejo lleno de piojos, a cortar alfalfa en las madrugadas, regar los sembríos en las noches y recibir raciones miserables de comida. Su refugio y amparo fueron los indios y las indias de la servidumbre que "vieron en mí exactamente como si fuera uno de ellos, con la diferencia que por ser blanco acaso necesitaba más consuelo .. y me lo dieron a manos llenas".
Entre 1923-1926, viajó con su padre por la sierra sur, y luego quedó definitivamente en Ica. Aquí tuvo una experiencia traumática, se había enamorado de Pompeya, una muchacha iqueña, quien terminó por despedirlo con un desplante racista: "no hago el amor con serranos". Después de vivir en Huancayo y Yauyos, otro hecho dramático acontece en
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