La asignatura trata de los aspectos propios de la ética que atañen a la psicología, su enseñanza y su ejercicio como profesión.

Ética y Deontología en Psicología

1. Presentación de la asignatura

La asignatura trata de los aspectos propios de la ética que atañen a la psicología, su enseñanza y su ejercicio como profesión.

1. Diferencias entre ética y moral

Para muchos, ética y moral son sinónimos, y, por cierto, en muchos aspectos de la vida cotidiana puede que esa sinonimia baste. Pero, si se intenta una aproximación más detenida a ambos conceptos se podrá percibir diferencias entre ambos. Grosso modo, se puede afirmar que no toda falta ética es una falta en el plano de lo moral, pero toda falta en el plano de la moral sí supone una grave falta en el plano de la ética.

La ética profesional es la aplicación de la moralidad a cada una de las profesiones.

En el siguiente cuadro presentamos de modo muy reducido las características de la moral y las de la ética  

Puede asimismo afirmarse que en líneas generales es muy fácil reconocer la presencia de un acto que atente contra la moral, en tanto que acerca de los asuntos de la ética pueden surgir discusiones. También puede señalarse, con toda la relatividad con la cual debe hablarse de estos temas, que la moral ha cambiado poco en lo que va de la historia de la humanidad, en tanto que los aspectos éticos sí se han modificado al compás de los cambios sociales.

Es necesario, sin embargo, señalar que tanto los asuntos de la moralidad como los de la ética siempre han sido objeto de intensas discusiones, algunas acerca de la validez absoluta de ciertos principios, y otras más bien insistiendo en la necesidad de una visión de ellos considerándolos dentro de cada contexto determinado.  

1. ¿Hay una sola moral y una sola ética?

Desde el punto de vista de la mayoría de religiones hay una sola e indiscutible moral, en tanto que la ética puede tener admitir diferencias según contextos y profesiones. En el mundo moderno, empero, se han puesto en tela de juicio algunos aspectos de la moralidad (los sexuales, por ejemplo).

Quizás uno de los rasgos de la sociedad occidental es que durante siglos los temas de la moralidad estuvieron fundamentalmente referidos al campo de la sexualidad. Cualquiera de las así llamadas desviaciones sexuales (especialmente, la homosexualidad masculina) fue considerada un grave atentado contra la moral.

Eso, sin embargo, ha experimentado un cambio radical en los últimos decenios, que han sido escenarios de la progresiva despatologización de la homosexualidad. Pero, es necesario anotar que la sexualidad sigue siendo un campo en el cual muchas conductas no convencionales, como el travestismo para mencionar solo un ejemplo, o la pedofilia, suelen despertar rechazo y ser consideradas como actos inmorales.

En los últimos tiempos, mucha de la discusión acerca de la moralidad se ha concentrado en la corrupción, un término muy amplio dado que abarca una serie de comportamientos muy variados, cada uno de los cuales requiere una delimitación conceptual muy precisa. Así por ejemplo, el nepotismo es una forma de corrupción como también otra es el cobro indebido  de comisiones .    

Nos concentraremos seguidamente en el tema de la ética.    

1. La ética como fenómeno social

Es probable que la moral sea una categoría relativamente estática y que los grandes temas de ella sean los mismos desde La Biblia hasta hoy, pero en lo que concierne a la ética sí podemos reconocer grandes cambios con el paso del tiempo y como resultado del surgimiento de nuevos movimientos y problemas sociales.

Mencionemos tres ejemplos históricos: la Revolución Francesa, la Revolución Rusa y la Revolución China. Cada uno de estos grandes fenómenos históricos ha dejado una lección ética y ha tenido consecuencias para el comportamiento posterior de los seres humanos.

De las tres evidentemente la más importante para el mundo occidental ha sido la Revolución Francesa. Sus tres grandes principios son pilares de la cultura de Occidente: libertad, igualdad, fraternidad. El mundo occidental y, especialmente, la concepción de democracia a la cual se acogen las sociedades occidentales, considera a la libertad, la igualdad y la fraternidad como sus pilares fundamentales.

De cada uno de estos tres conceptos se derivan consecuencias prácticas que se expresan en la vida cotidiana de los seres humanos: por ejemplo, la igualdad de los seres humanos está en el centro del rechazo a cualquier práctica discriminatoria.    

Desde la distancia que nos da el tiempo no podemos negar que la Revolución Rusa significó el fin del autoritarismo, el cuestionamiento definitivo de él, y el reconocimiento del sentido de justicia que suele estar presente en todos los grandes reclamos sociales.

La Revolución China, por la lejanía del lugar en el que ella se produjo, es más complicada de valorar, pero puede entenderse también –si se dejan de lado los excesos cometidos en ella- como una expresión de reclamos de un mundo mejor por parte de los humillados y ofendidos que sociedades injustas suelen tener.  

Tenemos de otro lado a una serie de movimientos sociales, como son el feminismo, el movimiento de derechos humanos, el de respeto a las minorías, el ecologismo, y el que reclama  derechos de los animales.

Cada uno de estos movimientos merece un estudio detenido. El feminismo es la reivindicación de la mujer como un ser humano con plenos derechos. Supone, además, un llamado a que las mujeres cumplan con los roles sociales que le son inherentes a su condición de seres humanos responsables y poseedores de inteligencia y de conciencia moral. Los derechos humanos son considerados hoy elementos irrenunciables de la sociedad occidental y de toda forma de vida civilizada. El respeto a las minorías está en el núcleo de toda democracia que con justicia se considere como tal. Si bien la mayoría tiene el derecho de llevar a cabo las acciones que ella considera pertinentes o apropiadas, ella debe tomar en consideración los derechos de quienes no forman parte de ella. Si no existiera el respeto a las minorías el racismo no habría sido condenado, como tampoco lo sería en la actualidad la homofobia            

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