Leyes De Newton
Enviado por AzazelKW • 7 de Junio de 2013 • 813 Palabras (4 Páginas) • 320 Visitas
a.
Recordó que los médicos controlaban el aparato que estaba conectado a su cuerpo, pero ya se habían olvidado de mirarlo o de tocarlo... de atenderlo.
Cada segundo que pasaba, cada minuto, parecía interminable, y también Francesco se sentía cada vez más derrotado.
Fantaseaba con irse en cualquier momento (que fuese lo más rápido posible) a casa; disfrutar de cada instante de su plenitud y de su salud.
Prometía en su interior nada de problemas acerca de lo que pudiera sucederle en su futuro.
Sabía que sólo un milagro podía salvarle la vida... también tenía días negros, sin fe, sin esperanza... ese día era uno de ellos.
Francesco, después de reflexionar en todo esto, volteó a ver al “señor” Ariel y le dijo:
Este es un lugar muy hermoso y muy especial, al igual que usted señor Ariel, pero dígame una cosa... ¿Estoy muerto? ¿En verdad estoy muerto?
Ariel no le contestó, con el pretexto de que no podía contarle, que debía tener paciencia y todo sería aclarado a su debido tiempo.
Francesco comenzó a caminar detrás de Ariel, ya no hablaba, de vez en cuando volteaba a verlo con cierta dulzura, como si quisiese darle seguridad.
Cada vez se aclaraba más el camino, había más luces, la música cada vez más suave y los olores se atenuaban más y más.
Entraron a una especie de pasillo, sus paredes eran de cristal con pequeños destellos dorados... pasaban rayos de colores como un arcoiris después de una gran tormenta.
Llegaron a una habitación redonda, tambien estaba hecha de cristal, los muebles eran muy raros...
Ariel se despidió de Francesco, le dijo que después pasaría por el, que se pusiera cómodo y descansara.
Cuando escuchó esto, Francesco trato de detener a Ariel, pero éste salió por una puerta... y el invitado se quedó en un profundo silencio en esa habitación extraña.
Francesco se sentó, y se convenció perfectamente de que estaba muerto... sin embargo no dejaba de pensar en su familia, en los problemas que no había podido resolver en vida... ¿Qué sería de él... qué sería de su familia?
¡Cuántas ilusiones inconclusas habían quedado en medio del camino!
Durmió...
Al día siguiente, Ariel entró por la puerta y llamó a Francesco, ésta vez, su energía tenía más luz...
Lo llevó por varios jardines inmensos, con las flores más hermosas y olorosas que jamás hubiese visto... o siquiera imaginado.
En ese momento, una luz demasiado intensa los atrapó...
“Soy José, uno de los maestros guía de los espíritus que ingresan al primer cielo”
También, esa voz dulce y suave le explicó que su misión en la vida era enseñarle todas
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