Primer viaje
Enviado por pepin96 • 3 de Junio de 2012 • Ensayo • 1.980 Palabras (8 Páginas) • 702 Visitas
Nahúm = Nahúm – 650 a.C.
Habacuc = Habacuc – 600 a.C.
Sofonías = Sofonías – 650 a.C.
Hageo = Hageo – 520 a.C.
Zacarías = Zacarías – 500 a.C.
Malaquías = Malaquías – 430 a.C.
Mateo = Mateo – 55 d.C.
Marcos = Juan Marcos – 50 d.C.
Lucas = Lucas – 60 d.C.
Juan = Juan – 90 d.C.
Hechos = Lucas – 65 d.C.
Romanos, 1 Corintios, 2, Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses, 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón = Pablo 50 – 70 d.C.
Hebreos = desconocido, principales posibles son Pablo, Lucas, Bernabé, o Apolos – 65 d.C.
Santiago = Santiago – 45 d.C.
1 Pedro, 2 Pedro = Pedro – 60 d.C.
1 Juan, 2 Juan, 3 Juan = Juan – 90 d.C.
Judas = Judas 60 d.C.
Apocalipsis = Juan – 90 d.C
VIAJES DE SAN PABLO
PRIMER VIAJE
En la vida de san Pablo ocupa un lugar muy importante la ciudad de Antioquía. Fue allí donde descubrió la primera comunidad cristiana bilingüe, formada de judíos y de paganos convertidos, y donde tomó conciencia plena de la urgencia de la misión en el país griego. Gracias a las ayudas de la comunidad, Pablo pudo poner allí su base de operaciones para el resto de sus grandes correrías apostólicas. Y allá volvió siempre al final de las mismas para asociar a sus hermanos a la acción de gracias por el progreso del Evangelio.
En Antioquia fue donde el Espíritu le designó junto con Bernabé para llevarla a cabo la primera misión apostólica. Salieron de Antioquia y se dirigieron a la isla de Chipre, tierra de Bernabé. Llegados a Salamina se dirigieron a Pafos, donde más tarde embarcarían para dirigirse hacia las regiones de Pisidia y Panfilia. Desembarcan en Perge y se dirigen Antioquia de Pisidia. Después recorrerán las ciudades de Iconio, Listra y Derbe. De regreso hacen el camino inverso, y tras embarcarse en Perge se dirigirán de vuelta a Antioquia sin pasar por Chipre.
Esta primera misión señala una penetración interesante del evangelio. Desbordando los confines de Palestina, la buena nueva llega a las islas (Chipre) y penetra hasta la planicie de Anatolia. No se trata ya de conversiones individuales de algún que otro pagano (como en el caso del eunuco de Etiopía: Hech 8, 26-40 o del centurión Cornelio: Hech 10-11, 18), sino de saber cuál era el sitio que había que dar en la iglesia a comunidades enteras. Este fue el serio problema que se planteó en la primera asamblea de Jerusalén. Pablo nos trasmite toda la tensión del momento en su relato del incidente de Antioquia (Gál 2, 11-21).
Quizás sea este el momento de estudiar la Carta a los Gálatas por afinidad de los temas tratados en este apartado. Efectivamente, tras los choques que Pablo tuvo con los judaizantes a propósito de la circuncisión (en el concilio de Jerusalén) y de las comidas en común (incidente de Antioquía), estos problemas surgirán en adelante con frecuencia y alcanzará la crisis judaizante su punto culminante en el tercer viaje, que es cuando Pablo escribe su Carta a los Gálatas. Es ante todo en la carta a los Gálatas donde Pablo replica a los judaizantes; lo hace con todo el fuego de la polémica (escribirá en ese mismo tono en la advertencia a los Filipenses 3, 2). En la carta a los Romanos, también recoge la misma argumentación con mayor amplitud y en un tono más conciliador.
SEGUNDO VIAJE
Este viaje tiene lugar entre los años 49 al 52 d.C. (cfr. Hech 15,40-18,22).
Si Pablo se nos presenta como un intrépido aventurero, no deja de ser un prudente jefe de comunidad, deseoso de la perseverancia de los fieles. Por eso no nos extraña que tras pasar un periodo de descanso: Al cabo de algunos días dijo Pablo a Bernabé: «Volvamos ya a ver cómo les va a los hermanos en todas aquellas ciudades en que anunciamos la palabra del Señor.» (Hech 15, 36). Bernabé quería que les acompañara su primo Juan Marcos, Pablo no quería llevar a aquel joven que había retrocedido ante el peligro. Por esto surgió una reorganización del viaje (Hech 15, 37-39): Bernabé y Marcos irían a Chipre, mientras que Pablo se hizo acompañar por Silas (o Silvano) en este su segundo viaje.
Veamos ahora las etapas del viaje:
Lucas parece tener prisa por presentar a Pablo en Europa y apenas describe la primera parte del viaje. Para ir de Antioquía a Listra había que pasar por Tarso y por las “puertas cilicias”, una garganta salvaje a través de elevadas montañas. En Listra, Pablo fue acogido en la familia de Timoteo e invitó a este a seguirle (Hech 16, 1-3). La intención del apóstol era ir directamente a Efeso por la gran ruta del interior que sigue el valle del Meandro, pero movido por el Espíritu Santo, Pablo recorrió la Frigia y la región gálata (Hech 16, 7), habitada por un pueblo hermano de los antiguos galos.
Habiéndole sido impedido proseguir hacia Bitinia, partió de Galacia hacia Misia y Troade. Obedeciendo a una visión en sueños (un varón Macedonio que se le aparecía y le pedía que fuera allí), Pablo paso a Europa por Macedonia. El grupo paulino (Pablo, Silas y Timoteo), al que se habría añadido Lucas (cfr. el nosotros de Hech 16, 10), se embarca en Troade y después de dos días de travesía desembarca en Neápolis, el puerto de Filipos, y sigue la vía Egnatia hasta Filipos. Siguiendo por la vía Egnatia, atravesaron Anfipolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, la ciudad más importante de Macedonia, construida como un teatro sobre los contrafuertes del monte Khortiatis, encima del golfo Térmico. Tras predicar dos o tres meses en Tesalónica, Pablo se dirió hacía Berea donde volvió a encontrar dificultades (Hech 17, 10-15) y marchó solo a Atenas. Su predicación a los atenienses no produjo grandes resultados (Hech 17,22-34). Cuando, por fin Silas y Timoteo se le juntaron en Atenas, Pablo estaba angustiado con razón por la
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