ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Principios De Calidad De Ishikawa


Enviado por   •  15 de Octubre de 2014  •  781 Palabras (4 Páginas)  •  200 Visitas

Página 1 de 4

proud, intelligent, you hold your tongue

resolute, a rabble on the run

if only the would let you have your fun

you lion heart got emptied out at birth

The devil pumped it full of vile self worth

intrepidly you made your way around the earth

and i am not sure its fair

i am not sure its fair

so fly me through the air

in the end i just dont care

i am hopping on the edge of something that

i cannot feel, nor witness

through my own eyes

damned intransigent you are number one

dissolute, a rabbit with a gun

your righteous eye deletes itself at will

ENSEÑAR LAS VERGÜENZAS

Me enseñaron la vergüenza.

Me enseñaron a avergonzarme de mi cuerpo, de mis actos, de mis pensamientos.

Me enseñaron que lo que pienso es absurdo, que lo que hago es ridículo, que lo que deseo es sucio.

Y aprendí a no decir lo que pensaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor pensara algo mejor.

Y aprendí a no hacer lo que me apetecía, por vergüenza de que alguien a mi alrededor creyera que era inoportuno.

Y aprendí a no perseguir lo que deseaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor opinara que era inapropiado.

No contento con someterme a la mirada externa, me plegué también a la vergüenza ajena.

Y aprendí a preguntarle a la vergüenza cómo vestirme, no vaya a ser que alguien pensara que voy buscando gustar, destacar. Y aprendí a escuchar a la vergüenza al desnudarme, no vaya a ser que me sintiera cómodo en mi cuerpo, y me acostumbrara a enseñar(me)lo sin miedo. Y aprendí a consultar con la vergüenza antes de abrir la boca, no vaya a ser que dijera sin filtro lo que me pasa por la cabeza, y se enterara la gente.

Y dejé de bailar, de reír a carcajadas, de rascarme el culo, de preguntar lo que no entiendo, de opinar lo que pienso, de compartir lo que siento, de pedir ayuda, de ir a la playa, de comer o llorar en la calle, de ir sin sujetador, de pintarme, de salir sin pintar, de salir a la calle despeinado, de usar esa ropa que dicen que no me va nada, de llamar a quien echo de menos, de tomar la iniciativa, de decir que no, de decir que sí, de quejarme, de vanagloriarme, de estar orgulloso, de admitir que estoy asustado.

Y, a base de sentirme cada día más avergonzada, entendí que mi vergüenza nunca iba a sentirse saciada. Que toda la vida iba a imponerse entre yo y mi representante impostada. Así que busqué a mi sinvergüenza interna. Y le costó salir un poco, le daba vergüenza. Pero acabó sacándome a bailar, haciéndome dúo al cantar, saliendo conmigo a la calle con la cara sin lavar, animándome a hablar, a ignorar las cosas que me deberían avergonzar...

Y ahora

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com