Proceso de fabricación de la cerveza

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               PROBLEMAS Y DESAFIOS EN EL PERÚ

                             PRESENTACION FINAL

     “PROCESO DE FABRICACION DE LA CERVEZA”

INTEGRANTES:

El 31 de mayo de 1989 seis integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) ingresaron violentamente al bar Las Gardenias ubicado en la ciudad de Tarapoto, San Martín. Capturaron a ocho personas gays y travestis y las asesinaron a balazos[1]. Los sucesos se publicaron en el periódico “Cambio” de la misma organización, donde justifican sus actos aludiendo a que eran “lacras sociales que eran utilizadas para corromper a la juventud”[2]. Tres meses antes, en la misma ciudad, apareció un cadáver de un joven homosexual con un cartel que decía: “así mueren los maricones”, firmado por el MRTA[3].

Para conmemorar los sucesos ocurridos en la ciudad de Tarapoto, cada 31 de mayo se celebra el Día Nacional de Lucha Contra la Violencia y los Crímenes de Odio hacia Lesbianas, Trans, Gays y Bisexuales. Esta fecha se institucionalizó como una fecha histórica y emblemática para el movimiento LGBTIQ, con el objetivo de posicionar las memorias del conflicto armado que han sido invisibilizadas y reafirmar el compromiso con la búsqueda de justicia para las víctimas LGBTIQ y sus familiares.

La ideología del MRTA, arraigada en el marxismo-leninismo y motivada por las revoluciones socialistas lideradas por figuras como Fidel Castro y los sandinistas en Cuba y Nicaragua, se manifestó de manera brutal en el departamento de San Martín. La implementación de las "cruzadas contra el vicio" se convirtió en una herramienta de represión sistemática, inicialmente dirigida hacia personas LGBT, prostitutas y drogadictos, a quienes castigaban con humillaciones públicas, considerándolos como escoria social.

A medida que evolucionaron, estas cruzadas se radicalizaron, focalizándose de manera más intensa en la comunidad LGBT. Este enfoque extremo llevó a situaciones de secuestro, tortura y ejecución de personas de dicho colectivo. Los guerrilleros del MRTA etiquetaban a los homosexuales como "indeseables" y, forzaban a los demás ciudadanos a excluirlos de las actividades civiles, sustentando su discriminación al acusar a los homosexuales de ser pedófilos y portadores de VIH/sida simplemente por su orientación sexual.

En medio de este clima de opresión y violencia, la valiente comunidad LGBT persistió, llevando a cabo sus actividades de manera discreta, como el evento Miss Gay San Martín de 1989. Sin embargo, los asesinatos continuaron, y los cuerpos de las víctimas eran desechados de manera indignante en el cementerio municipal, a menudo acompañados de carteles que perpetuaban el odio y la intolerancia. Además, la atrocidad se extendía a los ríos cercanos, donde los cadáveres de personas LGBT también eran encontrados flotando, evidenciando la brutalidad despiadada de estos actos.

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