Regulación de contenido audiovisual en Tv: Dibujos animados

La Ley 7/2010 de 31 de marzo referente a la regulación de la Comunicación Audiovisual dice en su artículo 7.2: “Está prohibida la emisión de contenidos audiovisuales que puedan perjudicar seriamente el desarrollo físico, mental o moral de los menores, y, en particular, la de aquellos programas que incluyan escenas de pornografía, maltrato, violencia de género o violencia gratuita”. Además establece que el horario de programación infantil quedará establecido entre las 06:00 y las 22:00 del día.
Partiendo de esta información, se podría afirmar que gran parte de los programas de dibujos animados que se emiten a diario en televisión no sólo son inadecuados, sino que además su emisión va en contra de la legislación vigente.
Después de leer las lecturas recomendadas y del debate que se dio lugar en clase, podemos poner varios ejemplos de programas de dibujos animados cuyos contenidos son inapropiados atendiendo a su horario de emisión y a sus posibles telespectadores.

Un ejemplo claro es el de Shin-Chan, esta serie de dibujos animados se emite actualmente todos los días en horario de mañana en Neox (A3Media), cierto es que la cadena juega con los horarios para no emitirla en la franja de protección reforzada que va desde las 08:00 hasta las 09:00 y desde las 17:00 a las 20:00 horas de lunes a viernes y de 09:00 a las 12:00 horas sábados, domingos y fiestas de ámbito estatal. Es por esto que emite la serie de 07:00 a 07:25 de lunes a viernes, sin embargo en fines de semana la serie es emitida de 08:00 a 09:55 por lo que se emiten cincuenta y cinco minutos de esta serie de dibujos animados en la franja horaria de protección reforzada. No es secreta la cantidad de contravalores que fomenta esta serie (machismo, violencia, sexismo, cosificación de la mujer, discriminación, etc.) y sin embargo se emite diariamente en un horario de protección infantil en el cual la posibilidad de que los más “peques” accedan a estos contenidos es altísima.

Otro ejemplo es el de Los Simpsons, que lleva años emitiéndose de 14:00 a 15:00 (dentro de la franja horaria de protección infantil) hora en la que los niños vuelven a casa tras el colegio, lo que los convierte en potenciales espectadores de esta serie en la que prima la violencia en diferentes ámbitos (relación Homer-Bart, escenas de Rasca y Pica, comportamiento del personaje Nelson Muntz…) y muchos más contravalores como la pereza, la ambición, la avaricia, la envidia, la irrespetuosidad…

Existen también numerosas series de dibujos animados que aunque son adecuados para los públicos a los que van dirigidos, en ocasiones, transmiten ciertos valores, ideologías o formas de organización social que no deberían estar bien vistos, ya que los dibujos animados forman una parte fundamental de la educación y la formación de la personalidad de los niños y jóvenes.

En el caso de los contenidos producidos por Disney, es habitual que se muestre a la mujer como débil, sumisa, coqueta, imprudente, etc. y que a los hombres se les identifique con la fuerza, la sabiduría, la valentía, el coraje, etc. Es habitual la estereotipización lo que sin duda alguna puede afectar al proceso de la formación de la personalidad individual de cada niño. Es por ello común que en los juegos los niños se identifiquen con los guerreros y los príncipes valerosos mientras que las niñas se identifican con princesas débiles que esperan ser rescatadas. Pasa lo mismo con la imagen de la mujer como ama de casa al cuidado de los niños y del hombre como el trabajador que sustenta el hogar, esto lo ven y asimilan los niños desde pequeños y se refleja en los roles que adquieren en los juegos, las niñas juegan a las cocinitas, y en el caso de las de mi generación, pedían “Baby borns”, estos eran unos muñecos que traían todos los accesorios para que niñas de entre 6 y 12 años cuidarán a su muñeco como un auténtico bebé y adquiriesen el rol de madres, mientras que los niños se distraían en sus tiempos libres con coches de juguete y Action Mans muñecos con aspecto de guerrilleros militares que incitaban a un cierto comportamiento bélico durante los juegos.

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