TIC Y EDUCACION PARA SUPERAR LA POBREZA

ENSAYO PERSONAL

TIC Y EDUCACIÓN PARA SUPERAR LA POBREZA

Me llamo Edgar Martín Rivera Núñez tengo 16 años y soy el primer hijo, nací y me desarrollo en una familia donde mis padres me brindan amor, ejemplo y me inculcan valores de responsabilidad, honradez, respeto y energías que fortalezcan mi optimismo para alcanzar metas. Tengo un hermano que es muy distinto a mi en carácter y preferencias, a quién cuido y quiero mucho.

Estoy pasando por la adolescencia, que según el psicólogo Erick Ericson comprende este período de los 13 a 21 años. Estoy en un proceso de búsqueda de mi identidad personal, que permitirá que sea “yo mismo” y “no otro”.

En este 2010 voy a iniciar mi último año en la Educación Básica Regular. Cuatro años que comparto mis mejores momentos con mis amigos y amigas, profesores y comunidad escolar; experiencias personales que contribuyen a mi formación e ir consolidando mi personalidad, “conocida como un conjunto de características físicas, sociales y genéticas que determinan a un individuo y lo hacen único”

Desde muy pequeño interactué con la computadora y me siento fascinado por el despliegue tecnológico que ha originado en todos los campos del saber. El desarrollo las tecnologías de la información y comunicación, el Internet, el correo electrónico, la web 2.0 ha permitido que mi vocación profesional se oriente por una de las ramas de la computación e informática; campo tan amplio que aún no defino la carrera específica a seguir, pero mi primera elección sería ser Ingeniero en informática.

Mi ciudad natal es Chota, capital del distrito y provincia del mismo nombre, enclavada en los andes del norte a una altitud de 2382 metros sobre el nivel del mar. Con una población de 165411 habitantes, de los cuales 28884 es urbana y 136527 es rural .

La parcelación de las tierras es notable, una agricultura y ganadería solo para el consumo, una educación pública de baja calidad, migración de los varones a las zonas costeras y países limítrofes (Ecuador) en busca de trabajo, analfabetismo, deficientes servicios de salud, destrucción de los ecosistemas, estas son causas fundamentales para determinar los niveles de pobreza que está pasando la provincia de Chota y porque no generalizarlo a toda la región Cajamarca, que dentro de las estadísticas se ubican en las regiones más pobres del país a pesar de tener los yacimientos mineros en oro más grande de América Latina. Entendiendo por pobreza como una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y/o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable.

En nuestro país no observamos cambios sustantivos o en todo caso, avanzamos y luego retrocedemos en un movimiento pendular que parece regresarnos siempre al mismo lugar: el de la desesperanza. Cualquier diagnóstico nos revela que estamos atrapados en problemas que se originaron hace cinco o más siglos.

En el Perú, no tenemos aún una visión compartida de futuro. Sin embargo, hemos logrado algunos avances. El más importante es el Acuerdo Nacional, suscrito en julio del año 2002 por todos los partidos políticos y las instituciones de la sociedad civil. Constituye una síntesis de las aspiraciones de los peruanos hasta el año 2021. Puede pecar de ser muy ambicioso y general, pero constituye un buen punto de partida para que el Perú avance en la senda del desarrollo.

El año 2000, el 20% más pobre recibía tan solo el 6% del ingreso y el 20% más rico el 48%, Pasco-Font y Saavedra (2001). Los más ricos del Perú se llevan la mitad de la torta productiva mientras que los más pobres apenas reciben

...