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Trabajo De Fisica


Enviado por   •  4 de Mayo de 2014  •  3.756 Palabras (16 Páginas)  •  148 Visitas

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UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO

DIVISION DE CIENCIAS DE LA SALUD E INGENIERIAS

INGENIERIA AGROINDUSTRIAL

Materia: Física III

Nombre del trabajo: Breve historia de la electricidad

Salvatierra Gto, a 12 de Agosto del 2013 

Breve historia de la electricidad

Un recorrido por los principales descubrimientos y avances en electricidad y por los problemas derivados de la obtención y consumo creciente de una fuente de energía que no se puede almacenar. Hoy como ayer, el gran reto es que en todo momento su producción debe igualarse a su consumo de forma precisa e instantánea

Como muchos de los descubrimientos de los seres humanos, estos ya estaban ahí desde el principio, aunque hayan tenido que pasar siglos hasta dar con ellos. Establecer relaciones entre cosas y sucesos que no tienen mucho que ver entre sí puede ser una de las vías. La electricidad ha existido siempre, es parte de la naturaleza. Esta electricidad natural se la denomina electricidad estática. Si seguimos una cronología de los observadores de este fenómeno, el primer lugar hay que dárselo al filósofo griego Tales de Mileto (600 años a.C.). Sus juegos con el ámbar le permitieron descubrir que si lo frotaba con un paño de lana éste atraía a pequeñas partículas como motas de polvo, ligeras plumas o hilos. El ámbar es una resina fósil de los árboles de hace millones de años e igual que los griegos no sabían esto, tam-poco Mileto supo explicar por qué sucedían estos fenómenos cuando se entretenía con el ámbar. Pero a pesar de que sus conocimientos fueron por otros derroteros, como la astronomía, a Tales se le considera el primer científico de la historia e intentó dar respuesta a la pregunta que muchos otros científicos se harían más tarde: ¿de que está hecho todo lo que hay en la naturaleza?

Resulta curioso que hasta el siglo XVII los investigadores no tuvieran otra vez su interés por el ámbar. Mil años después en 1660, el médico y físico inglés William Gilbert se percató que algunas sustancias se comportaban como el ámbar atrayendo sustancias, como el vidrio o el azufre y que otras, como el cobre o la plata no ejercían ninguna atracción. Al fenómeno lo llamo electricidad, por la palabra griega elektron que significa ámbar y a las primeras sustancias: eléctricas y a las segundas: aneléctricas. Gilbert y otros investigadores consideraban que la electricidad era algo que entraba en el ámbar cuando se le frotaba. Pero los secretos de este extraño fenómeno se mantuvieron todavía durante un tiempo. Y todos los experimentos que se realizaban no dejaban de ser fenómenos de laboratorio.

En el año 1747, Benjamín Franklin, frente a lo que habían mantenido alguno de sus colegas, propuso que no existían dos tipos de fluidos y creía que la electricidad era algo que estaba en todas las cosas y que ésta se podía presentar en exceso o en defecto, bautizando estas dos posibilidades su electricidad negativa como faltaba y electricidad positiva su exceso. Hoy día se mantienen estos términos, pero con una comprensión distinta del fenómeno. Se utiliza en las pilas con sus signos más y menos

La observación de la naturaleza llevo a Franklin a establecer una relación entre el ámbar y los rayos que caían al suelo. La potencia de la naturaleza tiene una de sus manifestaciones más bellas y terroríficas en el rayo. Es la electricidad en acción como resultado de una descarga eléctrica en una nube. La observación de los relámpagos fue fundamental para desvelar los secretos de la carga eléctrica. En su célebre experimento de 1752, Franklin hizo volar una cometa en medio de una tor-menta para demostrar que el rayo era electricidad y lo probó al pasar éste a través de la cuerda húmeda a la cual había atado una llave. Cuando tocó la llave salieron chis-pas como con el ámbar o al tocar una alfombra o algún material como un pica-porte. El científico arriesgó su vida, otros habían muerto en el intento, y con ello salvo también la de muchos otros al inventarse el pararrayos o barra metálica que atrae los rayos y los conducen al suelo para descargarlos.

A pesar de este avance el ámbar todavía era un material de experimentación, hasta que tres décadas después, en 1780, fue cuando Luigi Galvani descubrió que la electricidad podía excitar la contracción muscular, sin embargo fue el conde Alessandro Volta quien explicó este comportamiento al observar distintos metales sumergidos en agua salada. Y lo más importante para la humanidad que esta se podía producir: los aparatos de Volta, sus "pilas" producían cargas eléctricas por medio de una reacción química originada con dos placas de zinc y cobre sumergidas en ácido sulfúrico. Las bautizó como corriente, termino que seguimos utilizando hoy, incluidas las propias pilas que están basadas en el mimo principio.

Al mismo tiempo, Georg Simon Ohm sentó las bases del estudio de la circulación de las cargas eléctricas en el interior de materiales conductores. Pero para sentar las bases de nuestro mundo, impensable sin electricidad, hubo que fijarse en otra parte de la moneda: el magnetismo. En 1819, Hans Oersted descubrió que una aguja magnética colgada de un hilo se apartaba de su posición inicial cuando pasaba próxima a ella una corriente eléctrica y postuló que estas producían un efecto magnético. Lo que llevó al futuro telégrafo y a André Ampère a deducir que las corrientes eléctricas debían comportarse del mismo modo que lo imanes.

Un anillo de hierro con carretes de cobre enrollados alrededor y separados por bramante fue el que utilizó Michael Faraday para descubrir la inducción electromagnética. Fue el primer transformador aunque no se utilizó como ya que Faraday no disponía de corriente alterna. Pero creó una terminología que todavía se emplea hoy: electrolito, electrolisis, ánodo y cátodo.

El croata-americano Nikola Tesla pensó que un día la fuerza de los rayos podía ser utilizada, estas imaginaciones le llevaron a inventar un tipo de transformador, el carrete de Tesla, que produce las señales de alta frecuencia empleadas en radio y televisión, demostrar que las máquinas funcionan mejor con corriente alterna que con continua y en 1888 inventar el motor de inducción. Los transformadores en una moderna central hacen que el transporte de la electricidad sea eficiente al elevar el voltaje producido. La empresa Westing-house no tardo en utilizar este avance clave de la explotación industrial de la corriente alterna. En 1895 Westinghouse pone en servicio la primera planta de generación de electricidad comercial con su La Planta del Niagara.

Los experimentos de Faraday se volvieron matemáticas gracias a James Maxwell, quien en

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