Tu Mascota Es Muy Fuerte
Enviado por • 25 de Septiembre de 2014 • 283 Palabras (2 Páginas) • 403 Visitas
En las redondillas cuya primera estrofa es: «Dos dudas en que escoger/ tengo, y no sé a cuál prefiera: / pues vos sentís que no quiera / y yo sintiera querer» (MP, núm. 85, vs. 1-4), la poeta presenta un dilema —429→ parecido al que trata en los sonetos de «encontradas correspondencias», decidiendo que:
Y sea ésta la sentencia
porque no os podáis quejar:
que entre aborrecer y amar
se parta la diferencia.
[...]
Esto el discurso aconseja:
pues con esta conveniencia,
ni yo quedo con violencia
ni vos os partís con queja.
(Vs. 33-36, 41-44).
Como vemos, aquí la decisión se centra en la solución que se da al amante al que no se quiere, sin que se tenga en cuenta al amado; son reflexiones que se le hacen directamente al Silvio y al Feliciano de los sonetos anteriores después de decidir resolver el dilema en la forma que vimos en el tercer soneto de «encontradas correspondencias»: se queda con el que la quiere a ella aunque en estos versos acabados de transcribir, a diferencia del soneto último que vimos, dice que no queda «con violencia».
o no puedo tenerte ni dejarte,
ni sé por qué, al dejarte o al tenerte,
se encuentra un no sé qué para quererte
y muchos sí sé qué para olvidarte.
Pues ni quieres dejarme ni enmendarte,
yo templaré mi corazón de suerte
que la mitad se incline a aborrecerte
aunque la otra mitad se incline a amarte.
Si ello es fuerza querernos, haya modo
que es morir el estar siempre riñendo:
no se hable más en celo y en sospecha,
y quien da la mitad, no quiera el todo;
y cuando me la estás allá haciendo
sabe que estoy haciendo la deshecha.
...