Tuneles
Enviado por solecabac • 28 de Julio de 2013 • Informe • 2.605 Palabras (11 Páginas) • 262 Visitas
La conducción de vehículos a través de los túneles durante las horas diurnas plantea una problemática totalmente diferente a la
conducción al aire libre por la noche, que se concreta fundamentalmente en las diferentes existentes entre los elevados niveles de
luminancia exteriores y los bajos niveles de luminancia en el interior de los túneles.
El problema visual fundamental en un túnel es el de la adaptación del ojo humano desde las elevadas luminancias exteriores durante
el día, a las bajas luminancias (prácticamente nulas) que existen en el interior de un túnel, teniendo en cuenta además que, en una
determinada distribución de luminancias, no puede verse un obstáculo si su luminancia es muy inferior a la de dicha distribución. Todo
lo cual da lugar al denominado “efecto agujero negro” que impide, durante el día, que los conductores vean el interior del túnel cuando
se encuentran a una cierta distancia de la boca del mismo.
Todo ello considerando que en la mayoría de los túneles, la luz natural diurna solamente penetra, en función de la orientación de los
mismos, una distancia del orden de una a tres veces su mayor dimensión transversal. Más allá de dicha distancia las condiciones
luminosas existentes son insuficientes para asegurar la visibilidad de eventuales obstáculos, o para el adecuado guiado de los
conductores.
Desde el punto de vista luminotécnico en los túneles se diferencian las siguientes zonas: de acceso, de entrada constituida por las
zonas de umbral y de transición, del interior y, finalmente, de salida (véase Fig. 4). Por razones económicas, no es posible restablecer
en la zona de entrada de los túneles condiciones de iluminación idénticas a las existentes durante el día en el exterior (zona de
acceso), que puedan alcanzar valores de hasta 100.000 lux.
En la zona de umbral situada justo a la entrada del túnel, con una longitud aproximadamente igual a la distancia de seguridad, el
alumbrado durante el día debe dimensionarse de forma que asegure una visión suficiente de eventuales obstáculos sobre la calzada,
aunque se produzca una primera reducción brusca de los niveles de iluminación existentes en el exterior (zona de acceso), pero que
resulta aceptable. En la segunda parte de la zona de umbral se disminuyen progresivamente los niveles de iluminación.
En la zona inmediata siguiente o zona de transición, de longitud variable en función de la velocidad de circulación, la instalación de
alumbrado debe concebirse para paliar el efecto de adaptación (paso súbito de un nivel de iluminación muy elevado a un nivel
bastante bajo) continuando con la disminución paulatina de los niveles de iluminación hasta haber completado el progreso de
adaptación del ojo al llegar a la zona del interior, donde se instala un alumbrado con un nivel constante de iluminación.
En la zona de salida, con una longitud aproximadamente igual a la distancia de seguridad, debe reforzarse de forma asimismo
progresiva el alumbrado elevando los niveles de iluminación, de manera que se facilite a los conductores la adaptación a las
condiciones luminosas exteriores. En los túneles bidireccionales el alumbrado en la zona de salida será idéntico al de la zona de
entrada.
13.1.1. Problemática visual en los túneles
La problemática visual en los túneles comprende los efectos de inducción y adaptación, así como la influencia de las luminancias
de velo. Todo lo cual exige tener en cuenta la distancia de seguridad en función de la velocidad del tráfico del túnel.
13.1.1.1. Efecto de inducción
La sensibilidad del ojo humano es función de la distribución de luminancias en el campo de visión, y sobre la misma
influyen dos fenómenos denominados de inducción y de adaptación.
Respecto a la inducción es el efecto producido por la influencia de las partes contiguas de la retina a aquella en la
que se forma la imagen del objeto que se está visualizando. Si los ojos del conductor se encuentran en un estado
de adaptación a una determinada distribución de luminancias, únicamente puede ver aquellos objetos cuya
luminancia sea próxima a la citada distribución.
Debido a la adaptación de los ojos del conductor que se aproxima a un túnel a las altas luminancias exteriores
diurnas, cuando éste observa la boca o entrada del mismo, la parte de la retina que recibe la imagen del exterior
ejerce sobre la otra parte que recibe la imagen de la boca del túnel un efecto de inducción, de forma que la entrada
del túnel aparece como un “agujero negro” en el que no se ve ni un solo detalle. El efecto de inducción de lugar a
que, en una determinada distribución de luminancias (iluminación natural diurna de la carretera), no pueda verse
un objeto si su luminancia es muy inferior a la de dicha distribución (iluminación prácticamente nula de la entrada
del túnel), por mucho tiempo que se contemple dicho objeto.
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Capítulo 13. ILUMINACIÓN DE TÚNELES
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13.1.1.2. Efecto de adaptación
Es el que permite el ajuste de la sensibilidad del ojo humano a un cambio en la distribución de luminancias en el
campo de visión. El tiempo que tarda en producirse la adaptación de la sensibilidad del ojo humano al cambio en
la distribución de luminancias, se denomina tiempo de adaptación.
La adaptación de la sensibilidad del ojo a los cambios rápidos de la distribución de luminancias en el campo visión
no es instantánea, por lo que durante un determinado tiempo la capacidad de visión disminuye, llegando a
producirse una ceguera momentánea en el caso de un cambio brusco de la distribución de luminancias. Es decir,
en algunos supuestos como en el caso de la entrada de túneles, el problema puede ser grave y dar origen a que
no pueda realizarse la función visual.
13.1.1.3. Influencia de las luminancias de velo
La luz parásita presente sobre el ojo de los conductores (luminancia de velo foveal o de Fry), el estado de la
atmósfera (luminancia atmosférica) y los reflejos del parabrisas del vehículo (luminancia del parabrisas), se
combinan para formar un velo luminoso que reduce la visibilidad de los obstáculos a la entrada de los túneles.
La razón principal de la iluminación de un túnel es asegurar en todo momento la visibilidad de los obstáculos, lo que exige
percibir una diferencia entre la luminancia del obstáculo y la luminancia de fondo
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