YEIDSON PERNI
Enviado por karelvivalentina • 23 de Noviembre de 2011 • 2.546 Palabras (11 Páginas) • 434 Visitas
18481926GENERALIDADES
El estudio de la misión no es nada nuevo, en el mundo siempre ha existido una gu�a para el que hacer en la vida de los seres humanos, siempre se le ha encomendado a alguien el llevar a cabo determinado cometido.
En la antig�edad, cuando se asignaba a una persona la misi�n, de llevar saludos, buenas noticias u otra tarea similar, al arribar a su destino, era recibido con alegr�a, lo celebraban, lo distingu�an, era todo un acontecimiento su presencia. Por el contrario cuando el portador tenia malas nuevas, la consternaci�n era general, todo era negativo, y triste, en la mayor�a de casos, el sujeto era pasado por las armas, o perd�a su cabeza a manos del verdugo. Actualmente, aunque no se llega a esos casos extremos, el que trae buenas noticias siempre es bien atendido, pero el portador de las malas noticias es rechazado, es indeseable, en la vida de los humanos.
En la historia se pueden encontrar muchos ejemplos de grandes l�deres que en su �poca llevaron a cabo determinada misi�n o que pagaron con su vida su empe�o por alcanzarla, realizarla.
Confucio, Buda, Mahoma y Jesucristo, en particular merecen especial menci�n dado que su particular Misi�n dej� un legado permanente a sus seguidores, d�ndoles principios b�sicos a las grandes religiones que siguen millones de personas en el planeta tierra, y que trascienden para ser gu�a de las futuras generaciones.
En otro campo, Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr. Tambi�n dejaron su legado en la misi�n que se propusieron al luchar por los derechos civiles en sus respectivos pa�ses. Otros, como los astronautas, cumplieron con la misi�n de explorar la luna y abrir nuevas perspectivas, a la investigaci�n de la vida en el espacio sideral.
La misi�n en todo tiempo ha sido parte del ser humano y su raz�n le ha permitido desarrollarla desde su nacimiento, crecimiento y desarrollo de su existencia, lo que ha permitido que en cada acto de la vida pueda ir desprendiendo parte de ella en lo que act�a y es por eso que el establecimiento de la misi�n en todas las actividades de la vida parte del origen mismo del ser humano y su misi�n en la tierra
La misi�n que tienen los hombres definidos como guiadores de otros, constituyen misiones especiales en que se busca la forma de lograr los objetivos trazados, de satisfacer a sus cong�neres, de orientar grupos de personas y estimular el �xito
ANTECEDENTES
El Estado y la Iglesia son las instituciones por excelencia , legitimadas socialmente en el transcurrir de los tiempos; el Estado como organizaci�n articulada en torno a un ideal pol�tico de orden social, su misi�n la tiene definida en la carta magna, y la iglesia como organizaci�n fundamentada en principios religiosos y filos�ficos, su misi�n se encuentra en la Biblia. Ambas tienen como misi�n la orientaci�n del ser humano: el primero en el �mbito social- administrativo, y la segunda en un �mbito espiritual. Es en dicha misi�n, que identifica al ser humano como raz�n de existir, donde radica la fuerza de estas dos instituciones y su legitimidad social.
Por otra parte existen instituciones como la familia donde se afirman o niegan valores fundamentales que dan congruencia a la personalidad del individuo, la escuela que tiene como misi�n servir de gu�a, educar, erradicar la ignorancia, el analfabetismo, los peri�dicos y otros medios de comunicaci�n que tienen la delicada Misi�n de ser tambi�n educadores del conglomerado social ya que como transmisores de mensajes, son forjadores de opini�n, dada la credibilidad de que gozan. Para ello deben de ser objetivos y veraces y alejarse de la explotaci�n del morbo de la gente, y negarse al amarillismo.
Con una presencia universal y con al menos tanta antig�edad, la organizaci�n empresarial, articulada en torno a unos criterios econ�micos de generaci�n de recursos, no ha disfrutado de legitimidad social. El enfoque exclusivo de la empresa ha sido hacia la obtenci�n de recursos financieros, utilizando al ser humano como mero instrumento para conseguirlos, lo que constituye el principal argumento para explicar esta falta de legitimidad. En el nuevo milenio se espera que las empresa productoras de utilidades puedan responder a los que las producen , esta nueva filosof�a contribuir�a a una mejor armon�a y congruencia de la labor que realizan los recursos humanos y la misi�n que la empresa declaran cumplir, ya que esto le generar�a un mayor valor agregado a todas las transacciones realizadas por el personal.
Es as�, como en todas las organizaciones encontramos la Misi�n como el prop�sito, como la raz�n de ser de las instituciones.
La empresa es una entidad creada, organizada, desarrollada y operada por hombres, que al iniciar su actividad declaran la misi�n que llevaran a cabo en el contexto de la sociedad, la cual cada d�a perfeccionaran en la marcha, juntamente con la visi�n que idealiza y que constituye un sue�o permanente.
La misi�n es una actividad estrat�gica para cualquier empresa que tiende a lograr el �xito, ya que por medio de ella orienta la continuidad formal de su permanencia en el mercado y desarrolla relaciones formales de integraci�n con la direcci�n de la empresa.
La misi�n de la empresa es una actitud certera por cuanto tiene un puerto donde dirigirse durante el periodo de navegaci�n que le toca en su funcional organizaci�n, as� como las unidades que la componen, mantienen armon�a que genera ritmo de constante precisi�n en el logro de los objetivos, que se tienen fijados antes de emprender las l�neas de acci�n.
El desarrollo empresarial durante los �ltimos cien a�os ha coincidido con una importante y sin precedentes mejora del nivel de vida, gracias, precisamente, a la habilidad de las empresas para mejorar la productividad y crear nuevos productos y servicios. Por lo que la toma de decisiones de los directivos y ejecutivos han ejercido una direcci�n estandarizada bajo un sistema uniforme en los planes que dise�an
La influencia de los directivos sobre los empleados, la acci�n de ambos grupos sobre clientes, proveedores y competidores, y el efecto de la actuaci�n de todos ellos sobre la sociedad constituyen un proceso simbi�tico que determina las condiciones de vida del ser humano. La labor directiva, la estructura y las relaciones internas y externas de las empresas deben de enfocarse a la creaci�n de valor para la persona que trabajan para ellas y deben de fundamentarse en un contrato moral, no funcional, basado en la confianza, el trabajo en equipo y la ilusi�n por alcanzar unas metas excitantes.
Los directivos deben basar su actuaci�n en la competitividad, deben liderar los cambios y orientar a toda la organizaci�n hacia el prop�sito
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