10 PUNTOS CLAVE DE LOS MOTIVOS DETERMINANTES DE LA RELACIÓN MÉDICA

10 PUNTOS CLAVE DE LOS MOTIVOS DETERMINANTES DE LA RELACIÓN MÉDICA

• El 64 % de los pacientes urbanos adultos critican con notorio descontento el modo como el médico se conduce en su relación con el enfermo. «A los actuales médicos les falta calor humano», suelen decir. No les desplace la calidad técnica de la asistencia médica, sino el modo de prestarla.

• La enfermedad aísla, y no sólo porque impide al paciente de un modo más o menos absoluto el trato normal con los otros hombres, sino porque clava su atención sobre sentimientos que él y sólo él puede padecer.

• El enfermo, se siente anómalo respecto de los individuos sanos próximos a él, y vive su anomalía según una de estas dos contrapuestas posibilidades; o como degradación, o como distinción.

• Motivos tocantes al enfermo mismo. En la mayoría de los casos, la relación médica se establece porque un hombre se ha sentido enfermo y ha decidido solicitar asistencia médica. El enfermo llama al médico con el propósito de lograr la salud.

• Motivos referentes al contorno social del enfermo. La decisión de acudir al médico nace muchas veces en el alma del propio enfermo. Movido por el sentimiento de enfermedad que ha surgido en él, por un temor a «tener algo» o por el mero descubrimiento casual de tal o cual anomalía en el aspecto de su propio cuerpo, él es quien por sí mismo se resuelve a buscar ayuda médica.

• Motivos concernientes a la elección de médico: puede y debe según cuatro posibilidades típicas. El enfermo, puede dirigirse selectivamente a un médico determinado, acudir a aquél que habitual o necesariamente le atiende, utilizar los servicios de tal o cual organización asistencial o, en fin, llamar al médico más próximo, a un médico cualquiera.  

• La personal disposición del médico frente al enfermo a que va a asistir. Dos casos típicos deben ser distinguidos. En el primero, el médico conoce previamente al paciente con quien va a encontrarse. En el segundo caso, el médico no conoce al paciente a quien va a tratar. Nada sabe de él. ¿Será un «buen enfermo»? ¿Qué problema clínico traerá, una dolencia diagnóstica y terapéuticamente bien dominable, o una afección de diagnóstico? La situación y la ocasión son las instancias que ahora condicionan la previa disposición del médico respecto del enfermo.

• Más no siempre es un anhelo de salud lo que principalmente mueve al enfermo a buscar asistencia médica. Junto a ese anhelo, y a veces de modo preponderante o exclusivo, en el alma del enfermo opera el propósito de «saber lo que tiene»; por tanto, un deseo de diagnóstico

• El paciente quiere hacer de su enfermedad albergue de ocasión, y con este propósito, más o menos consciente en él, según los casos, busca asistencia médica.

• Sea la salud, el diagnóstico, un seguro refugio en su dolencia o el alivio de la compañía lo que el paciente espera del médico y hacia éste le mueve, hay casos en que el sentimiento de enfermedad existe realmente.

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