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79 Y 93 RECUERDO Y REALIDAD


Enviado por   •  9 de Julio de 2011  •  2.317 Palabras (10 Páginas)  •  1.063 Visitas

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“79 Y 93… RECUERDO Y REALIDAD”

Desde niño siempre me he preguntado porque los indios y los trabajadores de las zonas rurales tenían una mirada de frustración y muchas veces de cólera y desesperanza y, porque también muchas veces recurrían a la violencia para protestar contra el estado. No lograba entender todavía en aquellos años de infancia e inmadurez donde los pensamientos eran tenebrosos y sin sentido. Felizmente nací y viví en una sociedad conformada por indios valga el término, en donde era posible articular con ellos muy directamente y, entender de cerca la doliente realidad en que vivían. Hablaban cariñosamente del Gobierno Velasquista, desde entonces comprendí que el gamonalismo era un mal incurable hasta entonces, mi abuelo había sufrido en carne propia este fenómeno social, por eso ellos siempre tenían fe en que algún día volvería algún Velasco; se murió con esa esperanza y desde entonces aun niño he pensado mas que menos en esa otra realidad que no esta en las calles del centralismo.

Cada cierto tiempo, y por distintas razones, emerge el debate constitucional que se reduce a dos opciones: o regresar a la Carta Política de 1979 o mantener la vigente. Ambas posiciones sostienen la idea que son necesarias reformas previas, se trate de retornar a la carta derogada o de continuar con la actual, si bien cada posición es muy respetable, sin embargo sus argumentos más que jurídicos o sociales, son de carácter retórico. Así, por ejemplo, los “retornistas” a la Constitución del 79, sostienen que es la carta prístina, constitucionalmente “pura”, “legítima en sus orígenes”, mientras que la otra es una carta espuria (algo así como antaño era procrear un hijo fuera del matrimonio), un hijo “bastardo” concebido para satisfacer las bajas pasiones de la reelección del autócrata a fin de perpetuarse en el poder, por lo que al ser promulgada por un dictador sería nula desde sus orígenes; en cambio, para los “vigentistas”, la carta del 79 está desfasada y no podemos regresar al pasado debido a que traería inestabilidad jurídica y económica, espantaría a las inversiones, además que la carta del 93 trae consigo instituciones nuevas que no tenía la anterior y su régimen económico está más acorde con los nuevos tiempos y sostienen que la población debiera protestar contra estos demagogos que como Cristo resucitando a Lázaro pretenden revivir un muerto en lugar de dejarlo descansar en paz porque la Constitución de 1979 forma parte de nuestro pasado.

Cuando emerge la constitución del 93, es echado atrás y para el recuerdo la constitución del 79, aquellas que fuera elaborada con seriedad y con la participación de profesionales serios hoy recordados y respetados, entre los mas destacados podemos recordar a Haya de la Torre, Luis Alberto Sánchez, Manuel Andrianzen, Xavier Barrón, Luis Bedoya, Hugo Blanco, Roger Cáceres Velásquez, Enrique Chirinos Soto, Javier Diez Canseco, Ramiro Priale, Javier Valle Riestra, y hasta el propio Alan García.

Quedaron muchas incógnitas en el pasado; y muchos de nosotros tomamos conciencia con la actual Constitución; pero sin embargo allí estaba el recuerdo melancólico de aquella constitución que hizo de los peruanos un poco más reflexivos y un poco más humanos, pero a la vez resulto siendo una época negra de nuestra historia como nación, desde el ochenta muchos peruanos tuvieron la esperanza de un futuro mejor con oportunidad para todos, un breve tiempo de alegría paso tan pronto como pasaron doce años. Belaunde y García tuvieron la oportunidad de gobernar bajo esta constitución, bien que mal ambos gobiernos resultaron siendo desgobiernos socialmente, la violencia brotaba por todos lados y el terrorismo avanzaba a pasos agiles, la esperanza de un amanecer nuevo se desvaneció nuevamente, y el Perú cayó hundido en una crisis social que resulto siendo de sangre y terror. ¿Qué había pasado? ¿Sera que la constitución no encajo en la realidad de la época? ¿Qué pasaba en el Perú de entonces? ¿Qué se debió hacer? ¿Por qué el primer gobierno de García resulto siendo una de las peores de la historia bajo esta constitución, si él mismo la había concebido? ¿Dónde estaba el error? ¿En la constitución o en la sociedad?

Ahora que han pasado un poco mas de treinta años después de esa constitución ¿Qué tanto ha cambiado el Perú? Son preguntas frecuentes que vienen a la mente súbitamente, y muchas veces la respuesta es irreconocible y habría que empezar por contestarnos revisando tales constituciones, claro que hay diferencias entre ellas, aunque también hay más semejanzas de lo que, por cómo se hicieron las cosas, uno se imagina. Muchos artículos son simples copias o adaptaciones, otras tantas veces hay pequeños cambios (en cuestión de “cantidad” del cambio, no necesariamente de “calidad”). No todo es igual, por supuesto. Ambas constituciones condenan la sedición, y recuerdan que nadie debe obediencia a un gobierno usurpador por ello, gente como Vargas Llosa, Lourdes Flores, Alan García, Fernando Belaúnde, entre otros muchos, desconocieron el gobierno de Fujimori después del Autogolpe. Aunque reaccionaron de forma distinta, Belaúnde consideró que el acto no era democrático, Vargas Llosa llamó a la insurrección popular, Alan García salió corriendo para Colombia donde pidió Asilo, y Lourdes Flores continuó con las reuniones del Parlamento disuelto en su casa.

La constitución del 79, fue una constitución más enfocada en la persona humana, por tanto en la sociedad que en el aspecto económico como es la del 93. Si bien en la sociedad del hoy gobiernan las leyes económicas y en los márgenes de ella sobre la que enfocamos nuestras acciones, pero sin embargo hay otro ámbito que desinteresamos, que es el ámbito social; la economía se desarrolla sobre la base humana y la economía es dependiente de la sociedad por tanto lo esencial no es lo económico sino lo humano; por tanto es justamente en este ámbito en que se desarrolla mejor la constitución del 79. En el preámbulo desarrollado magistralmente un resumen general en el que los valores humanos y solidarios trascienden sobre todas las cosas y el hombre aparece como la esencia del todo, la Constitución del 79 exigió una nueva política enfocada en toda la sociedad, sino más bien que terminara por liquidar las estructuras sociales y económicas que ha sido las causas que han provocado la miseria y la injusticia. En el preámbulo se deciden a promover “La creación de una sociedad justa, libre y culta, sin explotados ni explotadores” La economía se definió de la siguiente manera en el preámbulo “ La economía esta al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía” pero sin embargo no obstante los títulos de tal constitución coinciden en mantener la economía de mercado libre

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