A Galope - Carreras de caballos, mucho más que un espectáculo

A Galope - Carreras de caballos, mucho más que un espectáculo

Los palcos están abarrotados de personas, se siente la emoción en el aire, no solo hay personas jóvenes aficionados  a las carreras, si no señores de una edad avanzada que disfrutan de hacer apuestas, se reúnen en grupo y comentan sobre que caballo es más rápido o cual es el favorito de esta temporada.

En una esquina, en una mesa, se encuentra sentado un señor, de unos 65 años aparentemente, es de piel morena y a causa de la edad le faltan algunos dientes, en su mano derecha una lista de los corredores y en la otra  un lapicero con la que al parecer anotaba ciertas estadísticas,  no le dice su nombre a nadie por seguridad.

Ha llevado apostando durante los últimos 40 años, su máxima racha ganadora fue cuando gano 5000 soles apostando nada más que 4, casi nunca pierda ya que es un tipo con experiencia y sabe calcular, sabe a quién apostarle y sabe cuánto ponerle a cada corredor y ese señor al igual que todos tiene su corredor favorito.

Durante sus años como apostador, él siempre ha seguido a un corredor en especial, Juan Arias, lo conocen como “El Gato” debido a que ha sufrido varios accidentes y que siempre ha salido de pie, pero es un corredor ya retirado, la razón por la que este señor está ahí es por el hijo de “El Gato”, Ángelo Arias.

Ángelo Arias es un corredor de caballos o mejor conocidos como jockey que ha crecido en el mundo de las carreras desde muy pequeño, sus padres eran corredores al igual que él, su madre lo fue por 3 años y su padre por unos 10, siempre iba a ver a su padre correr, por lo que él se ganó el apodo de “Gatito”, pero con el tiempo y su padre ya retirado le llaman “El Gato”.

La carrera que el más recuerda es en la que participo el 12 de diciembre del 2011, pero no es porque el haya ganado la carrera, o por lo emocionante que fue, sino porque fue la carrera en la que estuvo a punto de perder la vida, ya que ocurrió un accidente.

Esa vez eran 12 competidores, corrían un clásico, es decir era la carrera de los jinetes más destacados y era la carrera más esperada por los espectadores y éntrelos corredores se encontraba Ángelo y su padre, ambos estaban en la vuelta final, el padre detrás del hijo, estaban cerca de la línea de meta, pero en el momento crucial de la carrera, el caballo de Ángelo dio un paso en falso que ocasiono una caída haciendo que su padre que iba detrás el cayera junto a él.

Después de esa carrera ambos estuvieron en el hospital por 2 meses, su padre sufrió una craneotomía, de la cual se recuperó pero no ha vuelto a correr, mientras que Ángelo obtuvo varias cicatrices alrededor de brazos y piernas.

Cada vez que le preguntan a Ángelo acerca de su caballo favorito, el siempre responde de forma casi instantánea, aunque con algo de nostalgia: Russo, el describe al animal como un caballo mucho más grande de lo habitual, con patas musculosas y con unos pasos elegantes. “Russo era un caballo majestuoso y sabia lucirse, y es porque este caballo sabía que era el mejor”. – comento Ángelo.

Hace unos 2 años se llevaron a Russo a una granja, ya que cuando los dueños de los caballos se dan cuenta de su caballo tiene potencial, se lo llevan para procrear y así preservar la raza, pero una vez que un caballo tiene su cría ya no vuelve a correr como antes, por lo que una vez que se lo llevan ya no regresa.

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