A la gloria del gran abogado del universo

A la gloria del gran abogado del universo,

tema de reflexión

Discutían unos universitarios sobre  cuál era la profesión más antigua del mundo. ”El médico.- dijo un estudiante de medicina.-, pues Dios quitó una costilla a Adán para hacer a Eva y eso es una cirugía”. Otro comentó serenamente; “En tal caso fue primero la arquitectura, porque el Todopoderoso diseñó los cielos y la tierra y éste es trabajo de un arquitecto”,  Pero un estudiante de leyes abundó: “Claro que no, amigos, el primer oficio fue la abogacía porque en la Biblia dice que en un principio todo era caos y si el universo estaba así, entonces debió se un abogado el que lo causó”. Dejando con este argumento terminada la discusión.

Entre abogados te veas, los abogados se parecen a los canguros porque son unas ratotas, son como los plátanos porque no hay uno derecho…. En fin, los peores y también mejores chistes son de abogados y arquitectos, los primeros por rateros y los segundos por homosexuales. Sin embargo en esta ocasión es bueno hacer una reflexión sobre el abogado amigo o conocido al que todos recurren cuando el agua les llega hasta el cuello.

Los médicos por decirte que te tomes unas pastillas cada ocho horas te cobran 200 pesos (o 20, los pobrecitos que donan su tiempo en las farmacias genéricas), y muchas veces esa consulta no resuelve tu problema. A la mayoría de abogados que consultas por más de una hora, les cuentas tu vida, intimidades familiares, cuitas matrimoniales y te dice cómo resolverlas, qué alternativas tienes y te deja tranquilo con la esperanza de que cualquier problema pueda resolverse., se convierten en amigo confidente hasta psicólogo.  Pero a ese hombre encorbatado, mal comido y ojeroso, casi NUNCA le pagas la asesoría. ¿Y aún sigues llamando rateros a los abogados?

Vas con un cardiólogo, le comentas que tienes fuertes dolores de cabeza ¿y qué hace el santo hombre ¿ Te manda con un neurólogo, otro especialista,  que te cobra la mitad de tu semana por una simple revisión y que además no te resuelve nada si no te hace unos estudios de varios miles de pesos primeramente., Al médico general le aceptas que no sepa de cuestiones cardiacas, al nefrólogo no lo consultas por un problema de pulmón y no te quejas de que no sepan del órgano para el cual no se especializaron., Ah, pero al abogado le preguntas de asuntos inmobiliarios o civiles, después le comentas del accidente de un amigo, sobre la pensión alimenticia de tu comadre, el permiso de uso de suelo que necesitas, el cobro de salarios caídos de un juicio laboral y no aceptas que te responda: “Disculpe, de eso no sé”. Pues dirás que es un inepto, ya que como abogado está obligado a saber de cualquier asunto jurídico. Y si descubres que de algo no sabe, es razón suficiente para tacharlo de mediocre o inepto. Además la sociedad espera que el Abogado, sea letrado, hable bonito, redacte poéticamente, tenga ortografía cervantina y que siempre ande bien trajeado con los zapatos lustrados,  carismático  amable y simpático.

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