ABNEGACION
Enviado por saritalopezmota • 18 de Junio de 2013 • 3.806 Palabras (16 Páginas) • 312 Visitas
INTRODUCCION
El siguiente trabajo nos explica de manera clara y concisa, qué es el sistema límbico. Hablaremos de sus partes, y de cómo este aparato es necesario en nuestra vida diaria. Aprenderemos, un poco más acerca de cómo es que se llevan a cabo ciertos procesos en nuestro cerebro y gracias a que órgano estas funciones se pueden realizar. Al finalizar de estudiar esta investigación, el lector podrá identificar las partes principales del sistema límbico, su función y su utilidad y necesidad en nuestro cuerpo.
OBJETIVOS
Aprenderemos más acerca de algunas zonas del cerebro y que cada una de ellas depende de otras, es decir, ninguna estructura funciona por sí sola.
También estudiaremos acerca de su gran importancia en la vida cotidiana, ya que si no tuviésemos estas estructuras no podríamos percibir sensaciones ni emociones.
HISTORIA
E
l término límbico para referirse a una zona del cerebro fue acuñado en 1878 por el médico francés Paul Broca, él habló de le grand lobulo limbique (el gran lóbulo límbico) para referirse a la zona ubicada hacia el borde inferior de la glándula pineal (limbus en latín siginifica precisamente borde). La descripción inicial que realizó Broca del "gran lóbulo límbico" era la que está formada por tres moléculas en forma de raqueta; el "corozo" de tal "raqueta" correspondería al nervio y especialmente al bulbo olfatorio ; la parte superior correspondería el gyrus cinguli o giro cingulado (cingulus en latín significa cinturón) y la parte inferior a la circunvolución del hipocampo; para más acotación el uso de la palabra "límbico" por parte de Broca correspondía entonces a la parte inferior de la corteza cerebral. Henry Turner en 1890 denominó rhinencephalon (rinoencéfalo, encéfalo nasal) a la mayor parte de las áreas límbicas por la importancia que en éstas parecía cobrar el bulbo olfativo y las respuestas a los estímulos olfativos (evolutivamente más antiguas que las áreas correspondientes a estímulos visuales y auditivos). James Papez descubrió en 1937 el circuito que lleva su nombre. Paul MacLean (1949) -como Christofredo Jakob- habló de "cerebro visceral" y amplió estas ideas para incluir más estructuras de una forma más difusa; en 1952 surge la denominación "cerebro límbico" y sistema límbico (así como paralelamente las de cerebro reptiliano o cerebro reptílico que MacLean hipotetiza como precedente del límbico, e incluso "cerebro paleomamífero"). El concepto de sistema límbico ha sido ampliado por Goldar, Heimer, Nauta, Yakovlev y otros.
Sin embargo se mantiene una fuerte controversia sobre la definición de lo límbico ya que si inicialmente, cuando se acuñó la palabra, se postuló que el área límbica era solo el centro instintivo y emocional del cerebro quedando las actividades cognitivas, intelectuales y racionales como una actividad típica del neocórtex, pronto se descubrió que tal diferenciación tan taxativa se hace más difusa: por ejemplo una lesión en el hipocampo conlleva a graves deficiencias cognitivas.
Las áreas de borde cortical que corresponden al sistema límbico generalmente tienen menos capas neuronales que las típicas 6 capas de la mayor parte del neocórtex y son clasificadas como alocórtex y arqueocórtex al ser filogenéticamente más primitivas.
En diversas escuelas de psicología se ha considerado durante el siglo XX que el sistema límbico correspondía a la localización del llamado subconsciente mientras que las áreas filogenéticamente más modernas del córtex o corteza cerebral eran las correspondientes a la consciencia, aunque tal localizacionanismo es parcialmente cierto, más cierto es que las actividades del pensar humano casi siempre o acaso siempre implican a toda la actividad del sistema nervioso central, aunque ciertamente el procesado más elaborado (el intelectual-cognitivo-reflexivo) sólo se puede llevar a cabo en las áreas corticales más modernas ubicadas en la zona cortical frontal prefrontal, mientras que las emociones o instintos (casi siempre transformados, principalmente a través de las áreas neocorticales, en pulsiones en el ser humano) tienen un "relé" o área principal de procesamiento en el sistema límbico.
SISTEMA LÍMBICO
TAMBIÉN LLAMADO CEREBRO MEDIO
E
s la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta). Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento de movimientos emocionales como el temor o la agresión.
En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta por ejemplo penas, angustias y alegrías intensas. El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste.
En una inquietante visión del futuro, los escritores de ciencia ficción han sugerido que a las personas algún día se les implantarán en forma rutinaria electrodos en el cerebro. Estos electrodos les permitirán recibir diminutas descargas que producirán una sensación de placer pues estimularán ciertos centros del cerebro. Cuando se sientan molestas, simplemente activarán electrodos para lograr una regulación inmediata.
Aunque esta fantasía futurista es exagerada – y en última instancia improbable-se basa en hechos. Efectivamente, el cerebro posee centros de placer en varias regiones, incluidas algunas del SISTEMA LIMBICO. El sistema límbico, que consta de una serie de estructuras en forma de donas que comprenden a la amígdala y el hipocampo, bordea la parte superior del núcleo central y tiene conexiones con la corteza cerebral.
Las estructuras del sistema límbico controlan en forma conjunta diversas funciones básicas que relacionan las emociones y la preservación personal, como la alimentación, la agresión y la reproducción. Una lesión en el sistema límbico puede producir cambios asombrosos en el comportamiento. Por ejemplo, una lesión en la amígdala, que tiene que ver con el miedo y la agresión, puede convertir a animales que por lo común son dóciles y mansos en criaturas salvajes y beligerantes. Por el contrario, los animales que por lo general son salvajes e incontrolables pueden volverse mansos y obedientes tras una lesión en la amígdala.
Las investigaciones en las que se examinan
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