ACTIVIDAD 3 TRAYECTO FORMATIVO II

A C T I V I D A D 3

Reflexión sobre:

¿Cuál es la importancia de la diversidad cultural para la educación ambiental?

¿Por qué es necesario el diálogo de saberes para la comprensión y búsqueda de alternativas a los problemas ambientales?

¿Cómo puede implementarse en el aula una estrategia didáctica que aborde estos temas?

La importancia de la diversidad cultural radica precisamente en su esencia, esto es, el hecho de ser en todo sentido tan diferentes nos da la oportunidad de tener un mayor campo de acción y de aplicación.

La diversidad cultural pone de manifiesto los contextos que individualizaran las realidades. Las circunstancias serán diversas y por ende las estrategias y métodos se manifestaran de igual forma.

Cabe resaltar que la diversidad cultural genera riqueza, por lo cual se entiende que los objetivos se enfocan hacia el mismo resultado:

Concientizar y promover la concientización.

Minimizar los problemas ambientales existentes.

Prevenir posibles o futuros problemas.

Mantener como meta perenne los beneficios de educación ambiental.

Generar un mundo sustentable.

La realidad es que para todo lo anterior hay un arduo camino no por recorrer, si no por trabajar, y para esto es fundamental abrirse al diálogo. Escuchar, proponer y recibir propuestas será el mejor punto de apoyo para la solución de los problemas ambientales.

Se sobreentiende que la realidad es una impresionante problemática, por lo cual es básico dimensionar nuestros posibles benefactores, para orientarlos y guiarlos; y estos “posibles” son niños y niñas.

¿Por dónde empezar? La labor docente es muy clara en el sentido de que tiene la función de transmitir y lograr que los educandos se desarrollen de manera óptima.

Pero, ¿qué hacer? en el diario fluir de los conocimientos que ven entorpecidos sus aprendizajes por factores alternos, en particular, el tema de la educación ambiental.

Es difícil dimensionar los logros, en el sentido que la educación tiene sus propias problemáticas. Sin embargo no se debe demeritar la importancia de fomentar la cultura pro-ambiental.

La ventaja en niveles se observa en: “lo que los docentes pueden fomentar y transformar en los niños y niñas” contra “lo que las organizaciones pueden transmitir y lograr inyectar en los adultos”.

Esta ventaja puede ser la base de las nuevas generaciones pro-ambientales, por lo que la docencia debe tener plena conciencia de esta “oportunidad” y poner en práctica aquellas estrategias que permitan ese cambio. Y aquí es donde surge un cuestionamiento ¿cuál estrategia es la apropiada?

La ideal sería aquella que permita “todo” con un “nada” que resulta ser lo

...