ANALISIS DE ETICA PARA AMADOR

CAPÍTULO PRIMERO: DE QUE VA LA ÉTICA

Desde tiempos remotos el ser humano se ha dedicado aumentar sus conocimientos a través del estudios de algunas ciencias, en ocasiones solo lo hace por el simple interés de saber cosas nuevas, o para aumentar sus ingresos y mejorar su estilo de vida.

Cada persona tiene la libertad de decidir que desea aprender y que no, eso es lo que llamamos tener voluntad de decisión, pero en la vida nos encontramos con cosas que nos convienes y otras que nos perjudica. Por eso es importante discernir que es bueno y que es malo.

Pero en ocasiones se nos presentan algunas disyuntivas, de cosas que al principio son malas, pero de las cuales nos pueden traer un beneficio en cierta circunstancia; y hay cosas que son muy buenas, pero en exceso son perjudiciales.

Saber disfrutar de la vida o saber vivir, aunque no resulte fácil definirlo, por la diversidad de criterios opuesto de cada persona. Para algunos saber vivir es existir para las demás personas, sin ser egoístas, y para otros que tienen criterios egocéntricos, es cuando los demás viven para uno. Es bueno tener un equilibrio de los dos criterios expuestos anteriormente. Muchos piensa que el vivir bien, se encuentra en el ganar dinero, que en el se encuentra su felicidad, cosas que es relativamente falsa, tu puedes tener mucho dinero y ser el hombre mas infeliz, o tener solo lo necesario y gozar de una felicidad plena, porque sabemos que hay cosas que no tienen precio, por tal motivo el dinero no las pueden comprar.

La palabra clave de este capitulo es la Libertad, y ese es la diferencia que encontramos entre los animales y los seres humanos. Los animales en su naturaleza reconocen que es lo bueno y lo malo, y necesariamente no por poseer inteligencia, sino que fueron programados para eso, mientras que las personas, hay cosas que tenemos que hacer porque nuestros organismo las necesita como es el dormir, comer, tomar agua, pero tenemos libertad de elegir cuando la queremos hacer y cuando no. Es cierto que no podemos hacer todo lo que queramos, porque hay leyes que nos prohíben ciertos comportamientos, pero también es cierto que no estamos obligados hacer una cosa.

Hay cosas que ya están trazadas en nuestro destino y tenemos que admitirla, nos guste o no, por ejemplo el día de nuestra muerte, es algo que Dios ya escogió el día exacto para ese acontecimiento y es algo que no podemos cambiar, porque no tememos potestad para hacerlo; no somos libres para elegir los que nos pasas en ciertas circunstancias, sino libre para responder a los que nos pasa de tal o cual modo.

Parece contradictorio decir que tenemos libertad, pero no podemos hacer todos lo que queramos. Pero tenemos la capacidad de elegir o discernir que nos conviene y que no. hay cosas que depende de mi voluntad, de mi decisiones, en eso radica mi libertad, pero no todo depende de mi, porque en el mundo hay otras voluntades y necesidades que yo no puedo controlar, por el pequeño detalle que el hombre no es omnipotente, esa es una cualidad que solo le corresponde a Dios.

Hay muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, es verdad, pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra fuerza. Que bella es la libertad, es un valor que no tiene precio. Por eso es tan importante la ética, para el ser humano, para que el pueda disfrutar del buen vivir, tener la libertad de decisión para elegir entre lo que es bueno y lo malo.

Por eso como dijo el autor, la libertad no es una filosofía y ni si quieras es una idea, es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en cierto momento a pronunciar nos monosílabos: SI o NO.

CAPÍTULO SEGUNDO: ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS

Hay tres conceptos que justifican el comportamiento del ser humano, los cuales son las órdenes, las costumbres y los caprichos. A veces hay cosas que hacemos, aunque nos cueste ejecutarla, porque son dictadas por otras personas iguales o superiores a nosotros, jerárquicamente hablando, estos es lo que llamamos órdenes, ejemplo: arreglar la habitación, cumplir con los deberes laborales. Las costumbres es el comportamiento que las personas están habitualmente acostumbrado hacer, dictado por sus padres o la comunidad que los rodea, ejemplo: ir a la iglesia los domingos. Estos dos conceptos tienen una característica similar, vienen del exterior, la primera la cumples por temor a una represión o castigo, y la segunda por agradar a las demás personas o para estar a la moda.

Mientras cuando se refiere a capricho es algo que de nace de tu interior, que te gustaría hacer, ejemplo: ir al cine un lunes en la tarde. Pero hay conductas que son más significante que otras, aunque su motivación que te impulsa hacerla, no es muy agradable, pero con el tiempo comprenderemos que las mayorías de esas órdenes que nos dictaron son con el propósito de adquirir valores que maduren nuestra personalidad (responsabilidad, respeto, etc.)

CAPÍTULO TERCERO: HAZ LO QUE QUIERAS

Todo esto hace referencia a la libertad, como se dijo en el primer capitulo, el poder de decisión de lo que conviene y lo que realmente no conviene, lo que es bueno y que es malo, libertad de decidir y ser responsable de sus actos, es algo que va mas allá de dejarse llevar.

Es analizar cada acto que se realiza, porque por el hecho que sea una orden, una costumbre o un capricho, no nos garantiza que sea una acción buena, por eso cada persona tiene el derecho de elegir, así sea que su decisiones no sean la mas correctas.

Por eso la ética se ocupa, en guiar a las personas en tener una libertad, que no vaya en contra de sus principios, hacer lo que quiera, pero sin perjudicar a las demás personas.

La moral es el conjunto de comportamientos y normas que se suelen aceptar como validos; ética es la reflexión sobre porque los consideramos validos. La moral se destaca por la presión externa, que se impera por un aspecto legal, obligatorio, impuesto; mientras que la ética es todo lo contrario destaca la presión de valor captado y apreciado internamente (voluntad), es algo que viene de nuestro interior.

Pero conceptualizar que significa ser buena personas, es algo difícil de concretar, porque puede variar según las circunstancia y los diferentes comportamientos, aunque se pude decir que hay personas que son muy buena en su profesión, pero no tan buena en su personalidad, o con el trato de los demás, pero como no hay un reglamento donde especifique cada una de las pautas para ser un hombre completamente bueno, podemos concluir que cada persona es buena a su modo y depende de las intenciones que motive a su comportamiento.

CAPÍTULO CUARTO:

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