ANÁLISIS DEL SISTEMA DEL GOBIERNO PARAGUAYO

“Hoy no es Fernando Lugo el que recibe un golpe, hoy no es Fernando Lugo el que es destituido, es la historia paraguaya, su democracia, la que ha sido herida profundamente”. Con estas palabras, el ex presidente de Paraguay acataba la decisión del Senado Paraguayo, tras haber decidido su destitución con 39 votos a favor, 4 en contra y 2 abstenciones.

El asesinato de 17 paraguayos en una embestida armada durante el desalojo de una finca, el pasado 15 de junio en Curuguaty – Departamento de Canindeyú, fue la gota que rebalso el vaso y, que terminó con la destitución de Fernando Lugo.

Frente a este hecho, Paraguay se encuentra dividido. Mientras un bando apoya a la decisión del senado , argumentando que el juicio político es parte del marco institucional paraguayo y que dicho fallo obedece al ejercicio de la soberanía nacional que tiene dicho país; por otro lado, el sector que apoya a Lugo ha precisado que el senado ha actuado de manera apresurada, y su destitución es una maniobra política de parte del Partido Colorado, y quien ha encabezado toda esta estratagema ha sido el propio Federico Franco , apartado políticamente de Lugo poco después de iniciado el mandato presidencial.

Al margen de si es correcto o no la destitución de Lugo, presentó algunos elementos para aproximarnos a entender esta situación en este vecino país.

La carta magna guaraní permite que el Presidente de la República y demás integrantes del poder ejecutivo y de justicia sólo puedan ser sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes.

El partido que llevó al poder a Lugo, la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), fue una coalición débil, que se unió bajo la figura carismática del ex obispo.

Al no tener mayoría, y presentar una coalición partidaria muy frágil, la competencia por legitimidad dual entre el ejecutivo y legislativo fue evidente. Como apunta Linz, “En un sistema presidencial los legisladores,…pueden reclamar legitimidad democrática. Este derecho resulta más obvio cuando una mayoría del legislativo representa una opción política opuesta a la del Presidente…Es posible que se produzca conflicto, y a veces éste puede erupcionar dramáticamente,… particularmente en… países ideológicamente polarizados, generalmente exacerba los conflictos entre el legislativo y el Ejecutivo, en lugar de moderarlos”.

Por otro lado, el presidente guaraní es lo que se denominan un outsider, ya que al momento de aspirar a la presidencia no pertenecía ni al poderoso Partido Colorado ni tampoco al Partido Liberal.

Como expresa Mainwaring los outsiders “…pueden crear partidos a último momento para competir por la presidencia. En algunos países… los presidentes no necesariamente gozan de un apoyo seguro ni siquiera dentro de sus propios partidos. En el peor de los

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