ANÁLISIS DEL TEMA “GRUPOS PARAMILITARES EN MÉXICO”

ANÁLISIS DEL TEMA “GRUPOS PARAMILITARES EN MÉXICO”

Comenzar por decir que los grupos paramilitares en el Estado Mexicano, tuvieron lugar en el año de 1968, después de persecución y represión gubernamental sería no establecer el tema fundamental que nos ocupa, es decir, se requiere conceptualizar qué es un grupo paramilitar, y debemos establecer que se trata de un movimiento u organización, que devienen de particulares que tienen una estructura, entrenamiento, subcultura y a menudo una función igual a las de un ejército, pero que no forman parte de manera formal a las fuerzas militares del Estado. En lo general las organizaciones paramilitares están fuera de la ley. Dentro de sus miembros pueden estar fuerzas policiales, militares, mercenarios e integrantes de escuadrones de asalto o grupos de seguridad privados, bien cabe decir que en México dichos grupos se conformaban de estudiantes inconformes con el actuar gubernamental. Históricamente, el paramilitarismo ha sido una fase de la contrainsurgencia, ello cuando el poder de las fuerzas armadas no resulta suficiente para consumir a los grupos insurgentes, generalmente dichos grupos armados se encuentran ligados clandestinamente a la institución castrense.

Bajo tal contexto debe referirse que a lo largo de la historia del Estado Mexicano han surgido diversos grupos considerados como paramilitares, sumando un aproximado de 170 grupos paramilitares, de entre los cuales particularmente destacan los denominados “EZLN”, “PAZ Y JUSTICIA EN CHIAPAS”, “COMUNITARIOS”, entre otros que reflejan la complicada situación entorno a la justicia en el país, cabe resaltar que la presencia de los mismos se agudiza en entidades federativas como Chiapas, Veracruz, Michoacán, Durango y Tabasco, precisamente por las particularidades que tienen inmersas dichos estados, pero además por los grupos delincuenciales que se han desarrollado, lo que necesariamente implica el fomento de nuevas formas para la sociedad de defenderse de la actividad delincuencial y a la vez exigir o presionar a los distintos gobiernos resultados para impedir la propagación de grupos delictivos y por ende de hechos que les afectan.

No pasa por desapercibido que la finalidad de dichos grupos radica en la necesidad de generar nuevas formas de agrupaciones (particulares) que siendo capaces de repeler agresiones de delincuentes les den seguridad y por otro lado (visión de estado) evitar la insurrección en contra del gobierno al frente; en tal tesitura en mi concepto ninguna de las dos visiones resulta adecuada para establecer el orden que se pretende, pues por eso el Estado debe vigilar que se cumplan con los fines que el mismo tiene.

Recientemente ha cobrado importancia el grupo paramilitar denominado “PAZ Y JUSTICIA EN CHIAPAS”, pues fuentes ha revelado que el mismo ha resurgido, lo cual evidentemente es inquietante, pues a este grupo paramilitar se le ha imputado la muerte o desaparición de 122 indígenas en el norte de Chiapas y el desplazamiento de más de 4 mil indígenas choles y tzetzales en esa región, entre los años 1995 y 2000.

Se sostiene que los grupos paramilitares han dañado la imagen exterior del Gobierno mexicano, sin embargo, son una realidad en la sociedad y aun cuando no representan en mi opinión una ventaja en la misma, lo cierto que si reflejan un problema que debe ser una prioridad a resolver para el gobierno

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